CAPÍTULO 30

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Me sentía en el cielo. Flotando entre la frescura de su cabello, y disfrutando de la suavidad de su piel.
Mis párpados estaban relajados, y mis músculos no mostraban señal de tensión alguna.
Está conmigo -me dije, en el momento que intentaba apretar mas mis brazos hacia ella.
¿Como era posible?
Una bocanada de aire golpeó mi mejilla y abrí los ojos.
No!
—Señor estamos a punto de llegar, no se preocupe. El tránsito ya avanzó.
¿Que?, que mierda pasa acá, y ¿Donde esta _______? Es imposible, estaba en mis brazos hace unos minutos, y de pronto…
Estaba en el taxi. En el mismo que abordé para ir al hotel. Me había quedado dormido.
No, no , no. No es posible!. Ya se me hacía raro que no haya intentado golpearme al verme…
¿Qué haría ahora? Tendría que pensar en como reaccionar…mas bien pensar en lo que le iba a decir para que ella no tuviese el tiempo de razonar. Estaba perdido.
—Hotel Condrad….son 15 dólares.
Pagué sin darme cuanta el dinero que le daba, y tomé mis maletas.
Estaba temblando y a la misma vez sudando. Estaba nervioso. Ella estaba allí, a unos pasos, a unos pisos de mi. Tenía miedo. Al haberme enterado que había perdido un hijo…nuestro hijo. Mi mundo se derrumbó
Por mi maldita culpa.
Sabía que no podría vivir con ese cargo de conciencia. Asi que estuve a punto de darme vuelta e irme.
Pero luego pensé en ese sueño….¿que pasaba si confundía las cosas al no ir por ella, y se mataba?....lo mejor era tomar aire, levantar la vista, subir esas malditas escaleras, y aclarar todo. Y luego marcharme y dejarla hacer su vida. Dejar que sea feliz. Como se merece. Como siempre pensé que era.
Ella tan inocente y yo tan…bestia.
—Disculpe señor que necesita? -dijo el recepcionista con una sonrisa blanca y ancha hasta los pómulos.
—….Busco a ____(tn) ____(ta), soy su esposo….Justin…
—Bieber….por supuesto. Como no reconocerlo….bueno su esposa se está hospedando en la suite presidencial. ¿Quiere que le avise su llegada?
—No!....quiero que sea…sorpresa por favor.
—Como guste señor. La señorita de Bieber se encuentra en el piso 15, habitación 210. Tome las llaves.
—Gracias! -le sonreí como pude, y marché hacia el ascensor.
Al estar de frente al ascensor, un escalofrío se apoderó de mi.
Un temor me recorrió desde la columna hasta la punta de los pies, erizándome la piel.
No me atrevía a subirme a esa caja magnética de metal ni por todo el oro del mundo....no después de enterarme que era claustrofóbico.
Miré las puertas abiertas dos veces, me di la vuelta, y fui a las escaleras.
Por mas que deba subir quince pisos, no volvería a subirme a esa cosa jamas.
Al subir los primeros escalones, mi corazón se estrujó y mi boca quedó en seco.
Recuerdos y recuerdos atormentaban mi cabeza.
<<Culpable>> era lo único que decía mi cabeza.
Avancé unos escalones mas, y por alguna extraña razón en mi mente resonó tres palabras: "Te Amo Justin "
Seguí mi camino...y me dejé llevar por mis pensamientos.
Flash Back.
Recuerdo haber estado en la playa.
—Tengo algo para ti... -dije sorprendiéndola por detrás y besándola en la mejilla.
Ella sonrió, y se dio vuelta, mirándome con esos ojos profundos que me llevan al delirio.
—...Solo con tus besos soy feliz Justin ...no tienes porque...
—Sh! -la callé sobre sus labios- Debo hacerlo....sería un pecado no llenarte de regalos mi amor.
—Con que me llenes de besos soy feliz.
La besé, hasta dejarla sin aliento. Era tan simple y sencilla pero a la vez era maravillosa y hermosa.
Saboree sus labios. Los mordí hasta que ellos pedían piedad. Ella solo sonreía, y jugaba sobre mi labio con su lengua....seduciéndome.
—Espera pequeña seductora....quiero darte algo.
Ella me miró inquieta con esos ojos profundos, y sus pestañas largas que me volvían loco.
Saqué de mi bolsillo un par de llaves y ella me miró sorprendida.
—Un auto?
Si bien nos hacía falta...no era necesariamente eso.
La tomé por la cintura, y nos sentamos en la arena, ella sentada sobre mis piernas, y yo rodeándola.
—Ya...dime que son estas llaves.
Le acaricié la mejilla con mi mano libre, y le susurré en el oído.
—Es la llave de tu nuevo hogar....de nuestro hogar.
Ella me miró con los ojos llenos de lágrimas y volvió a mirar las llaves.
—Que quieres decir Justin ?
Le dí un pequeño beso en la oreja.
—Quieres vivir conmigo amor?
En ese momento, se abalanzó sobre mi, y caímos en la arena.
—Es enserio? En verdad quieres vivir a mi lado? -susurró en medio de una emoción al borde del llanto.
Nos enderezamos.
—No hay nada que quiera mas en el mundo, que vivir junto a ti. Despertar todas las mañanas y verte en mis brazos, despeinada y dormida. Desayunar, almorzar, merendar y cenar junto a ti. Hasta podría decirte que quiero bañarme contigo -dije riéndome.
--- Justin yo...
—Solo dime que si. -posé mis labios sobre los suyos.
—Claro que si ....te amo.
Y me abrasó para luego besarme. Dejándome quizás en el momento mas traumático para mi...me había dicho te amo. ¿lo sentía realmente? O peor aún ¿lo sentía yo?
No le contesté nada, no sabía que. Y tenía miedo. Pero luego, unos días mas, me lo volvió a decir. Y notó con mas certeza que yo no le contestaba.
En ese momento se largó a llorar. Ya estábamos viviendo juntos. Iba todo perfecto, hasta que se tocaba el tema de quien amaba a quien.
No podía contestarle, porque no sabia que contestarle.
Yo me sentía mal, al saber que la hacía sufrir.
Fin Del Flash Back.
¡Maldición! La hacía sufrir desde que tenia 19 años?
Mientras mas me ponía a pensar, mas me maldecía. ¿Habrá algún momento en el que la hice felíz?
Subí, y subí demasiados malditos escalones!
Estaba exhausto, aun que tenía mucha curiosidad.
Mi mente quedó en blanco, al quedar en frente a la puerta.
Bien, ya estás aquí...ahora solo golpea la puerta, y espera su puñetazo. Recuerda fingir que te duele, y por ultimo bésala...si!
Aquí vamos....
Narra _______
Hacía cuatro horas que miraba por la ventana. No quería comer, ni beber. Solo recuerdo haberme parado una vez para ir al baño.
Me sentía absurda, y dolida.
Sola.
Unos golpes en la puerta me sobresaltaron.
Fui hasta quedar lo bastante cerca y dije.
—No necesito nada....gracias.
Pero al parecer no entendieron muy bien, ya que golpearon nuevamente.
Que mierda quieren?
Me pasé la mano por mi pelo, arreglando el desastre e intentando parecer que sonreía.
Abrí la puerta, y quedé petrificada, ante la viva imagen de Justin ....de mi marido.
Tomé aire, e intenté rápidamente cerrar la puerta. Pero era imposible ya que Justin a de mas de tener mucha fuerza, tenía buenos reflejos.
Lo miré, y sus ojos me mostraban tristeza.
—Vete de aquí!.
Intenté calmarme.
El empujó la puerta de un golpe, yo retrocedí, y el cerró la misma de una patada.
Oh Dios Es Mi Fin-
Avanzó hacia mi, sigiloso como el solo.
Llevaba la misma ropa que cuando lo dejé, y tenía la cara cansada....
supuse que yo no estaba mejor...no había podido dormir mucho.
Lentamente comencé a acercarme al teléfono, pensé en marcar el numero de recepción pedir ayuda, y que saquen a Justin antes de que me mate. Aun que su ceño no era muy legible, no sabía si quería matarme, o pedirme perdón. Eso me frustraba.
Moví mi mano hacia el teléfono.
—Quédate quieta!
Eso fue una ¿amenaza?
Temblando lo miré y traté de descifrar su mirada.
No, no, no ______ NO.
—No se que mierda quieres pero ya te voy abriendo la puerta.
—Yo no me iré a ningún lado sin aclarar las cosas. -dijo serio.
—Ja. Aclarar las cosas? ¿Que mierda quieres aclarar? Ya se terminó, no hay mas nada que hablar...creo habértelo dicho todo en la carta.
El me miró y se sentó en el sillón.
—Vete!
Le grité irritada.
Las lágrimas comenzaron a salir. El se percató de ello, y amagó a levantarse. Pude ver que sus ojos también estaban casi en el mismo estado que los míos.
—Quédate ahí, ni te atrevas a tocarme! Quiero que te vayas! Quiero que desaparezcas de mi vida Justin! Quiero que te mueras y no me jodas mas! -grité en llanto sin darme cuenta de lo que decía.
—Tienes....tienes derecho a decirme todo lo que quieras...anda. Desahogate. -se levantó y se acercó.
Yo me dirigí hacia el enfadadísima.
—¿Que me descargue? -dije golpeándole el pecho con mis puños, el solo cerraba los ojos- ¿Quieres que me descargue maldito seas? ¿quieres que te haga saber todo el dolor que sentí? -seguí golpeándolo- Eres un maldito egoísta que solo piensa en sí mismo. No te importó mi amor por ti, ni nuestro matrimonio. No te importó nada, eres un idiota!
Me alejé y lo miré a los ojos...estaba llorando.
—Y ahora vienes como si nada, pretendiendo que te perdone!! sabes?...tienes una idea de cuantas veces te eh perdonado? Y mirame! Apenas sanan las heridas...y las de mi corazón es posible que nunca mas... -tragué saliva, y me sequé las lágrimas- ...que Nunca más sanen, porque tu...Justin Bieber , el gran empresario y ejemplo de hombre, a de más de partirme la cara...me partiste el corazón.
Hubo un silencio. Y decidí decirle todo en la cara...debía quitarme ese peso de encima.
Me miré las manos y dije..
—Que irónico...ahora sé como te sentías cuando me golpeabas. De seguro me pegabas para pensar que era tuya no? Pero por mas que me pegues, y me desfigures, nunca mas....volveré a ser tuya....Pero! Por favor deberías ponerte feliz. Al fin podrás revolcarte con Cindy y Lupe cuando se te de la gana...como perros en celo. Oh! Ya entiendo, no tiene gracia no? Porque si bien recuerdo, me dijiste que te acostabas con ellas porque te hacía sentir bien engañarme....bueno, te tengo una solución. Dame el divorcio y cásate de nuevo.
—Ya basta! -dijo agarrándose la cara- Ya basta por favor ______.
—No tienes verguenza...tu nunca tuviste piedad de mi. Lloraba, Gritaba, pataleaba y tu seguias y seguias. Esto que paso es por tu culpa! asi que ahora mismo te vas!
El me lanzó una mirada acusadora.
—Porque nunca me dijiste que perdiste un hijo?
Esa pregunta me hizo tambalear. No me la esperaba era una total sorpresa ¿como se habia enterado?
—No se de que hablas. -cara se transformó, y me tomó por los hombros.
—Sabes perfectamente de lo que estoy hablando!! -me sacudió- Estabas embarazada y no me lo dijiste!
—Trate de decírtelo...a de mas fue hace mucho tiempo no tiene importancia.
—¿No tiene importancia? -me apretó los hombros y apretó los dientes- ¿Que no tiene importancia? Maldita sea _______ perdiste un hijo....mi hijo...nuestro hijo!.
En ese momento no dijo nada mas, y las lágrimas corrian por sus mejillas. Era impresionante ver a Justin en ese estado de debilidad.
—Por Dios _______ siempre deseé verte con la pancita, acompañándote a las eco grafías, cuidarte, estar ahí en el nacimiento de nuestro hijo....porque no me lo dijiste?
—El día en el que iba a contártelo....lo perdí.
En ese momento se sentó en el sillón, y acunó su cara entre sus manos.
—Por favor dime que no fue mi culpa.
—No, mi útero no estaba preparado. Y...pasó.
El siguió sentado, ahí. Y el silencio nos invadió otra vez.
Un aire tibio y denso se apoderó de la habitación.
Por Dios la tensión sexual no cesaba!
—Cuando vuelves a la ciudad?
El levantó la vista.
—No se si no entiendes, pero sin ti no me voy.
—No se si tu eres tonto...pero nosotros terminamos. Mañana llamaré a mi abogado para iniciar los trámites de divorcio. No estamos mas juntos, y yo me quedo aquí.
—Ya no me quieres?
—No se trata de querer... -el se levantó.
—Yo no se si no lo esperabas, o si desde que crucé la puerta lo estás esperando. Pero lo cierto es que, yo llevo esperando por esto desde que subí a la habitación y descubrí que te habías ido. Pensé en ti, me arrepiento de todo, te vengo a pedir perdón, sé que fui un idiota. Pero crees que no estaría aquí si no te quisiese? Lloré como un idiota estas últimas horas mas que en toda mi vida, y créeme _______ que te necesito mas que el aire en esta vida.
Y de un tirón, me estrechó en sus brazos. Me quedé sin habla y sin aliento.
—Por mas que lo niegues....te amo.
Sus labios tocaron los míos, casi como un roce. Sus manos me envolvieron muy delicadamente la cintura, y con un gemido de satisfacción, abrió sus labios y empujó contra los míos. Mis manos se enredaron en sus cabellos, y me aferré mas a él. Su lengua sutil recorrió mi labio inferior y pidió permiso. Abrí mas mi boca aceptándola.
Por un momento solo importaba él, y su calor corporal. Su movimiento bucal sobre el mio, y ese suave roce que hacía sobre mis caderas.
Nos besamos. Con necesidad y furia.
De su parte, con tristeza y ¿cariño?
Me sorprendió cuando mordió mi labio superior y tiró de él.
Ahí puse mis manos sobre su pecho, y lo aparté.
El miró sorprendido, mientras respiraba con dificultad al igual que yo.
—...No...
Fue lo único que pude decir.

MI MARIDO GOLPEADOR (Terminada) Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora