CAPÍTULO 32

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En sus brazos...otra vez. Era absurdo decir que era malo, o desagradable. El gran porte de Justin, me daba tanta seguridad que no importaba si afuera hubiese una guerra. Mis brazos se sujetaron lo mas que pudieron a el, mientras su nariz se enredaba en mi cabello. Logré escuchar un triste suspiro leve, y levanté la vista hacia el.
Los ojos rojos. Otra vez.
Imagen que se estaba haciendo habitual.
Nos miramos a los ojos. Trasmitimos toda la tristeza, emociones, palabras por una molécula de segundo...cuando volvió a estrecharme en su amplio pecho.
Esta vez el sollozo se escuchaba fuerte y claro. Su mano me tomó por detrás de la nuca, y presionó contra él. Yo lo volví a abrazar, y a volver a delirar con su perfume masculino.
Si bien se veía mejor que hoy al medio día...todavía llevaba esas ojeras, y esa mirada triste.
Le tomé la cara entre mis manos y conectamos casi eléctricamente.
—Pareces agotado...tienes unas ojeras tremendas. -dije intentando ser graciosa. Pero soné patética. En cambio él hizo una mueca, simulando una sonrisa torcida.
—Creo que haber estado llorando las ultimas horas porque el amor de mi vida me dejó justifica perfectamente las ojeras. No te parece? -bajé la cabeza tímidamente, y el me tomó del mentón.
—Vamos...? La cena nos espera.... -pausó de inmediato. La falta de la palabra ''mi amor'', ''cielo'', ''cariño'' o ''pequeña'', se hacía notar. Tanto que él se mordía la lengua antes de meter la pata. Aunque para ser sincera, lo que mas necesitaba era acurrucarme a él, besarlo y escucharlo decir que me ama.
Narra Justin.
El verla ahí parada, lista para salir conmigo me dio un estrujo muy satisfactorio al corazón. Y mi estómago palpitó de nervios.
Sin pensarlo, sin planearlo, naturalmente...alargué el brazo y en un abrir y cerrar de ojos estaba entre mis brazos.
Si supieras como te extraño, cariño.
Me dije al sumergir la nariz en su fresco cabello.
Luego dijo algo sobre mis ojeras...¡rayos no quería verme mal!
Mas que burlona se mostró preocupada, y triste ante mi respuesta.
Pero no quería empezar mal la noche...iba a ser una velada larga, y si mis planes salían bien...muy apasionada.
La tomé del brazo al bajar del auto...como en los viejos tiempos...bueno, no tan viejos. Como hace unos meses.
El camino estuvo tan tenso que me dio miedo que se tirara por la ventana.
Se sorprendió al ver que íbamos hacia un mini-puerto.
—No íbamos a cenar? -preguntó sorprendida ante la gran vista de la luna, y la cristalina agua, que por mas que sea de noche se admiraba notoriamente.
—Yo no dije que cenaríamos en un restaurante. -dije con una sonrisa cálida. Creo que era la primera vez, dentro de estos últimos días, que me sentía realmente sonreír. Por dentro, y por fuera.
La ayudé a entrar al gran yate que aparcaba en la orilla del mini-puente de madera.
—Sacate los tacones...si quieres. -sugerí, y ella encantada lo hizo.
Entramos al yate. Era como una suite, flotante.
Un baño, una pequeña sala de estar, cocina, y un cuarto matrimonial.
Tan solo ese pensamiento logró un estremecimiento en mi. Y en _______ también, cuando le mencioné lo que tenía el barco.
Aparté una silla, y la hice sentar. Luego rodeé la mesa y me senté en frente.
La comida ya estaba lista. No pregunten que era, porque no le presté atención. El vino era uno de los mas viejos, y por tanto, uno de los mejores.
La gran ventana hacia el pequeño ''balcón'' del barco, estaba abierta, dejando que la suave brisa entrara cautelosa, y el ruido del agua nos tranquilizara.
El aire denso y la incomodidad se iba esfumando de a poco.
No hablábamos de nada, solo nos mirábamos.
—Ya! Deja de mirarme y dime de una maldita vez todo lo que quieres decime! -gritó, sorprendiéndome.
—La verdad....me había olvidado de hablar. No podría tener una vista mas hermosa.
Ella se sonrojó suavemente pero testaruda como es, se hizo la ofendida.
—_______....vamos a disfrutar esta noche si?, olvidemos todo lo que pasó. Haz de cuenta que estamos...en nuestra luna de miel, recuerdas?
—¿Pretendes que haga como si nada pasó, cuando ha pasado mas que demasiado? la verdad no se ¿tu te haces o que?....como pretendes seguir todo normal después de todo lo que ha pasado. Tu, yo, Ryan, Cindy...te acuerdas de esas personas?....
—...Si. Son las que arruinaron nuestro matrimonio. -dije serio.
—Eso crees? Yo pienso que la culpa fue de los primeros dos.
—Que quieres decir?
—Todo esto es nuestra culpa Justin , si tan solo tuviéramos confianza el uno del otro esto no estaría pasando, es nuestra culpa, y odio que hagas que nada ha pasado -apoyó los codos en la mesa, y sostuvo su cabeza entre sus manos- No puedes hacer como si nada ha pasado Justin .
Repitió en un susurro casi inaudible.
Yo quedé en silencio.
—Tienes razón...pero puedo hacerte olvidar por un rato. Solo dame la oportunidad _______. No hablemos de el pasado. Disfrutemos de esta velada. Hablemos...pero no de ellos.
—Es que no se trata de ellos!
—_______...por favor! -supliqué. Harto de escuchar el nombre de ese maldito bastardo y de la plástica secretaria.
Ella ante mi súplica, bajó la cabeza.
Me incorporé, y fui hacia el reproductor de música.
Perfecto! No hay canción mas romántica que Hello, por Lionel Rachel.
(Escúchenla es hermosa).
Fui hacia ella.
—Bailas conmigo...._______?
Decir su nombre era una de las cosas que mas me costaba. Antes era normal, pero ahora mis ganas de decirle ''cariño'' eran insoportables.
Ella miró mi mano extendida, y cerró los ojos al tomarla.
Mi piel se erizó al contacto de su mano tan suave, y tuve deseos de tomarla ahí mismo, y volver a explorar toda su belleza, su pasión, su desenfreno, su suavidad, su cariño, su...
—Justin!
—Si? -dije saliendo de mis pensamientos.
Ella se ruborizó..
—Bueno....los lentos no se me dan muy bien...
Me sentí pésimo ¿que clase de marido no bailaba lentos con su esposa?
—Tomame la mano y colócala sobre mi hombro -ella iba haciendo lo que yo le indicaba- Acércate mas- se aproximó lentamente- ...mas.
—Estoy lo suficientemente cerca Justin!
De un tirón la apegué contra mi cuerpo. Mi pecho contra el suyo. Su respiración contra la miá. Mi anatomía peligrosamente cerca de la suya.
—Ahora estas lo suficientemente cerca...como para dejarte llevar... -le susurré en el oído, y bajo mi respiración, su piel se erizó. Yo sonreí.- Ahora deja .... -dije deslizandando mis brazos por su pequeña cintura y ella se tensó- ...Deja que la música nos guíe..._______.
Comenzamos a movernos al ritmo de la lenta melodía.
Mi boca estaba quieta sobre su frente, y ella se acurrucaba entre mis brazos, y mi cuello. Los dos de ojos cerrados. Moviéndonos con movimientos sincronizados. Los dos disfrutando del constante roce corporal.
—Hello...Is it me you’re looking for ?...I can see it in your eyes..I can see it in your smile -cantaba en su oído- ...You’re all I’ve ever wanted..And my arms are open wide...
En un momento quiso alejarse. Pero la apreté mas fuerte sobre mi cuerpo.
—Shh....no huyas. Lo estás disfrutando....lo se....________.
Ella me miró, tomó mi cara entre sus manos, y paramos de bailar.
—Mi amor.... -dijo sonrojándose levemente y tomándome por sorpresa- ...dime mi amor.
Sentí que mi corazón palpitaba a un ritmo incalculable.
La abracé mas fuerte. Y ella a mi.
La tomé del mentón, y nos miramos. Era todo tan extraño....no entendíamos nada. Salvo que era innegable lo que sentíamos.
—Cariño... -gruñí- ...
—Si?
—....Voy a besarte... -amenacé, ella sonrió, y se apoderó de mis labios tomando la iniciativa.
Chocamos los labios provocandonos.
Mis brazos la sujetaron fuertemente las caderas mientras ella jugueteaba con mi pelo.
A medida que pasaban los minutos el beso se hacía mas intenso. Mi lengua ya jugaba en su boca como si no fuera de ella, y mis manos se desesperaban por tocar cada milímetro de su piel.
Tranquilo Justin...despacio.
La aparté...y ella me lanzó una mirada de miedo. De seguro estaba sorprendida por lo que acababa de hacer.
Antes que le diera el tiempo a voltearse, la tomé nuevamente de la cintura, empujándola hacia mi.
Sus ojos mostraban confusión.
—Que acabamos de hacer? -dijo horrorizada, llevándose una mano a los labios hinchados.
—Creeme cariño. No es nada comparado a lo que vamos a hacer.
—Que?....no!
Aprovechándome de la situación, fui empujándola delicadamente hasta el dormitorio, y cerré la puerta de una patada.
—....Te das cuenta de que esto está mal! No, no, no. Justin no!
No se si me quería convencer a mi....o a ella misma.
—Cariño....contrólate. No vamos a hacer nada malo...es lo que todo matrimonio hace.
—Si Justin! Pero un matrimonio que es estable...!! no esto!
Quería salir de mis brazos, pero yo la rodeaba muy bien como para que no tuviese escapatoria.
—Cariño... -dije rozando mi nariz con la suya- ...dije que te iba a hacer olvidar de todo.
—Si, pero no así. -dijo ya con los ojos cerrados, disfrutando de mis caricias.
—Deja que te de placer ______ -pausé inspirando su aroma- ....Dejame demostrarte todas las veces que puedes tocar el cielo. Dejame hacerte volar.... -la miré fijamente, obligándola a que me mirara- ....Déjame hacerte el amor.

MI MARIDO GOLPEADOR (Terminada) Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora