Mi Vampiro~Myungyeol~

7 (Especia Markson)

Mientras tanto al otro lado de la mansión, en una habitación enorme llena de peluches por todas partes, una televisión enorme en una pared, consolas y juegos en el suelo que estaba cubierto por una alfombra felpuda de color negra con rojo, las paredes estaban llenas de fotografías y posters, una gran cama con una colcha negra muy esponjosa y suave, además de muchas almohadas esponjosas, en ella estaba Jackson sosteniendo en sus brazos a un asustado Mark que no dejaba de temblar, había encendido las luces blancas de navidad que él había colocado para que la habitación nunca estuviera a oscuras, pero no tan iluminada como para que su niño no pudiera dormir cómodo, Mark odiaba la obscuridad, le decía que le recordaba a esos horribles calabozos en donde lo tenían apresado en aquella horrible casa, esperando para que lo sacara y poder ver aunque sea un poco de luz, también por eso su cama era tan suave y esponjosa, ya que no quería ver los brazos y piernas de Mark llenos de heridas por dormir en el suelo, no quería que nada le recordara a su pequeño lo que había vivido en ese lugar

-Gaga- dice Mark en un susurro abrazándose más fuerte a Jackson, Jackson sonrió un poco, ese apodo se lo había puesto Mark hace ya algunos años y solo lo decía cuando estaban ellos dos solos

-Que pasa Markie Pooh- dice Jackson acariciando el cabello de Mark

-Yo no soy alimento ¿Verdad? – pregunto mirando con sus ojos rojos e hinchados a Jackson que negó rápidamente

-No mi niño- dice Jackson secando sus lágrimas y dándole un beso- Desde el día en que te reclame eres mío, no eres la comida de nadie, eres mi compañero y te amo- Mark sonrió y escondió su rostro en el pecho de Jackson -¿Recuerdas el día en que te conocí?-

Mark asintió rápidamente, ese día nunca lo olvidaría

Flash back

Lo habían sacado de su calabozo y lo habían vestido con ropa bonita y cara, al parecer lo llevarían a una fiesta, era fuera de la cuidad y lo llevarían a él, realmente no le importaba, daba igual, en algún momento regresarían a la casa y el a su calabozo, su oscuro y frio calabozo

Suspiro y miro a la vampiresa dueña de la casa, jugar con los más pequeños de sus hijos mientras los dos más grandes la miraban sonriendo y riendo, todos parecían felices, como una familia feliz, no como la suya...

Su padre era, o es, un alcohólico enfermo, su madre también, pero nunca les falto dinero y él no sabía de donde es que sus padres sacaban el dinero para seguir comprando alcohol, lo que sabía es que su padre lo golpeaba desquitando su coraje por su miserable vida en él y su madre no hacía más que verlo, mientras se servía otra copa de alcohol, de pronto un día unos hombres llegaron a su casa y se lo llevaron, no entendía nada y no sabía porque sus padres no hacían nada por detenerlos, nadie le dijo nada en el camino, cuando llegaron a una enorme mansión, el miedo lo invadió enormemente, ya dentro de ella una mujer le explico lo que pasaba...sus padres lo habían vendido, para pagar las dudas que tenían con sus ahora dueños, Mark no se sorprendió, ya que ahora sabia de donde venía el dinero

Desde ese día se había convertido en la mascota de ellos y después en un alimento para sus hijos y sus visitas, Mark no odiaba a sus padres, ya que no siempre fueron así, pero realmente no entendía cómo es que lo habían vendido para pagar deudas y así pedir más dinero y gastarlo en alcohol

Realmente Mark se sentía un muerto en vida, se movía porque se lo ordenaban y comía y dormía, porque si no lo hacia su sangre sabia asqueroso y no le gustaba a los niños de la casa y eso significaba azotes en la espalda, miro a sus lados al parecer caminaban hacia el carro de la familia, el iría con los niños, por si les daba hambre o algo parecido, al salir de la casa sintió el aire darle en el rostro y respiro aire fresco por primera vez en 2 años, al mirar a un lado se dio cuenta de que aún quedaba un poco de luz del sol, suspiro, hacía mucho que no veía el sol en todo su esplendor