CAPÍTULO XLIII

1.7K 154 50
                                    

Así pasó la última semana de clases de mi vida- Al menos en el colegio- la que gracias a mis amigos había vuelto a ser casi tan genial como antes de Agustín, aunque de vez en cuando me lo encontraba en los pasillos y aun evitando conectar miradas, dolía y mucho.

Nunca creí que mis últimos días de escolaridad serían tan agotadores mentalmente, mi vida siempre fue tan perfecta que creo que me enfrenté demasiado débil a este momento.

¡Malditos padres que me hicieron una niña consentida! No es cierto los amo.

- Amiga ¿Estás lista?- me preguntó Fer con entusiasmo en la mañana cuando me senté a su lado. Sí, luego del problema con Jorgito, vuelvo a sentarme con Fer. Este año entre mis 6 amigos hemos rodado por todos los asientos.

- ¿Lista para qué?- pregunte restando importancia.

- Para el último día, y en la tarde iremos a comprar nuestros vestidos.- dijo cantando.

- Ya te dije que no iré. - bufé poniendo mi cabeza sobre la mesa con el cabello cubriéndo mi rostro.

- Si que irás, si no tu madre querrá saber el porque y no tendrás la respuesta.- sonrió orgullosa.

- Maldita sea, tienes razón.- gruñi y ella saltó en su silla aplaudiendo.

El día fue aburrido, bueno, al menos para mi que no tenía ánimo de nada, los demás parecían disfrutar de este momento, una convicencia entre los compañeros de curso, golosinas, algo de música a un buen nivel porque los otros cursos tenían clases, y una torta para el final.

- Oye, yo no permitiré que mi mejor amiga esté así en su último día de clases.- dijo Fer acercándose a mi.

- No estoy de ánimos.- gruñí.

- Pues vas a tener que dartelos, porque las señorita Torres se fue por una emergencia y estamos sólos.- dijo con un bailecito de cejas y se a lo que se refería, sonreí malvadamente y supe que pensábamos lo mismo.

Me levanté de mi silla y nos tomamos de las manos para subir sobre la mesa del profesor mientras todos bailaban esparcidos en el salón- bueno más bien movían apenas los pies- por eso con mi amiga ibamos a levantar esta fiesta, o lo que sea que fuera.

- Alan subele a la música.- indiqué a mi amigo y entendiendo nuestro plan lo hizo de inmediato, Gerardo corrió y cerró la puerta para que nadie valla a vernos.

Con mi amiga comenzamos a bailar moviendo nuestras caderas al ritmo de la canción y cada tanto nos pegabamos más comenzando a bajar lento y sensual, eso enloquecía a los hombres, pero justo en ese momento la puerta se abrió.

- ¡¿Qué ocurre aquí?!- preguntó Agustín en la puerta y al ver que todo ese desorden lo habíamos ovacionado nosotras casi nos fulmina con la mirada.- ¡Abajo ahora señoritas!

Lo hicimos en un istante, pero me tropecé y menos mal alguien me afirmó, no se ilusionen, sólo fue un compañero. Con Fer no aguantamos y comenzamos a reír descontroladas, su risa es tan fuerte y loca que me da más risa que la situación, Agustín nos regañó, pero más que nada fue de celoso y se quedó en el salón el resto del rato para "cuidarnos" de que no hicieramos desorden durante la ausencia de la profesora.

Durante ese rato mis adorables compañeras se acercaban a hablar con Agustín, es obvio que todas babean por él, iug son tan obvias.
Bueno, para que decir de mi que lo seguí tanto que tuve en una relación con él por casi 6 meses, por un segundo lo pensé con orgullo, pero viendo como están las cosas ahora fue un completo error. De todas formas decidí fastidarlo un rato, lo amo enojado y más celoso.

- ¿Por qué está enojado profesor Bernasconi?- pregunte frente a él.- Sólo estábamos jugando.

Rodó los ojos y miró que no hubiera nadie lo suficientemente cerca para oír lo que iba a decirme.

- No me provoques Carolina.- gruñó.

- Agus, sabes que cuando quiero provocarte puedo hacer mucho más que esto.- afirmé con una sonrisa maliciosa.

- ¿Cómo bailar sobre la mesa?- preguntó con una sonrisa falsa.

- No está bien que el profesor sienta celos de las alumnas.- dije irónica.

- Caro, por favor.- pidió bajando la mirada con tristeza.

- Lo siento.- susurré cuando me dí cuenta que estaba celoso enserio y además entre molesto y triste.- Ya no te pongas así sólo bromeaba.

- ¿Bromear? ¿Sabes lo difícil que es para mi verte así y saber que por la tarde ya ni siquiera podre estar contigo en mi casa?- susurró en un tono irónico, pero bastante molesto a la vez.

- Seguramente para mi todo esto es muy fácil.- bufé rodando los ojos.- Al menos tu tomaste la desición, yo sólo tuve que aceptarlo.

- Carolina basta, no está en discusión.- gruñó desviando la mirada, para que verificar que nadie estuviera atento a nuestra discusión.

- ¿Por qué? ¿Por qué quieres alejar mi vida? Si yo estoy dispuesta a todo por ti.- exigí al borde de las lágrimas.

- Profesor no me siento bien.- me interrumpió Fer.- ¿Podría Caro acompañarme al baño?

- Si, si, adelante, Caro acompañala.- indicó desviando la mirada.

- Kopelioff.- le corregí y asintió sin mirarme.- Te amo.- le susurré suave y ahora si me vió.

Ya me estaba alejando con Fer para salir del salón y volví a mirarlo con una leve sonrisa temerosa, y aún sentía ese nudo en la gargante el me miró y ví como sus labios articularon un "Yo también" con eso me bastó para sentirme un poco mejor con todo esto.

..........

Perdón lo tarde del capítulo es que había olvidado escribir el final, mañana también actualizo en las tres novelas así que atentas😏😊

Enamorada de mi profesor - AGUSLINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora