Inicios de Agosto, 2011.
Seúl, Corea del Sur.
Nadie sabía cuál era el paradero de ambos chicos que yacían dormidos en el transporte público, por lo que nadie se molestó siquiera en moverlos para intentar despertarlos.
El autobus se detuvo de golpe, provocando que ambos cuerpos se abalanzaran hacia adelante, siendo obligados a despertar.
—¡Joder! —Gritó NamJoon apenas sintió que su cuerpo se movía, alcanzando a reaccionar, frenando el que pudo haber sido un golpe en la cara con el asiento del frente y afirmando el cuerpo del menor, el que estaba recién despertado.
—¿Qué... pasa? —El más pequeño no reaccionaba aún del todo, no entendía porqué el otro había gritado. Mientras intentaba comprender la situación una de sus manos se ocupaba de limpiar sus ojos y la otra de ayudarlo a reincorporarse en el asiento.
—¡Eh chicos, lo siento! —El chofer se disculpó y NamJoon sólo le miró con una mueca que reflejaba su molestia y se levantó del lugar.
—No importa, aquí nos bajamos. —Dijo y tomó las cosas del menor sin decir absolutamente nada y bajó, esperando en la acera al contrario.
Al final, el de menos edad bajó y sin hacer preguntas siguió al más alto por entre las calles oscuras, mirando con curiosidad el vecindario al que lo había llevado el adverso. Estaba lleno de casas bien acomodadas y edificios no tan altos pero elegantes, no como para decir que eran millonarios o que les sobraba el dinero a montones, pero si se notaba el trabajo arduo de gente esforzada y luchadora, por lo que sonrió. Aparte de tener una buena ubicación, estaba cerca del centro, por lo que no iba a ser necesario gastar en transporte.
—Hyung, ¿dónde me llevas? —Preguntó con cierta timidez en su voz y, que si lo hubiese visto a la cara, también la hubiera podido notar pero de forma mucho más obvia, por el color que tomaron sus mejillas.
—Ya estamos aquí la verdad. —Sonrió frente a un complejo departamental, totalmente limpio y bien cuidado, con un jardín más verde que el campo en el que había crecido.
—¿Es tu casa? —Sus ojos se abrieron un tanto al entender que estaba frente a la casa de alguien que se había cruzado por accidente.
—No todo, obviamente, pero una señora del piso de abajo al mío se fue de viaje a la Isla a ver a algún familiar y me dejó las llaves de su apartamento para cuidar sus plantas. —Intentó explicarle mientras caminaban— Entonces puedes quedarte en su habitación de invitados un par de días mientras encuentras apartamento.
TaeHyung estuvo mirando la nada un largo tiempo mientras NamJoon lo miraba, no sabía si el menor lo había oído o se había encerrado en su propio mundo antes de lograr entender la idea. Le sonrió.—Prometo encontrar alguna habitación lo más pronto posible. —Fue lo único que el menor mencionó hasta que entraron al ascensor— Muchas gracias hyung.
No hizo más que un movimiento de cabeza al escuchar las palabras del más bajo, realmente era extraño lo que estaba haciendo, generalmente no se involucraba en la vida de personas ajenas, pero éste chico tenía algo especial o al menos esa idea había tenido desde que se dio cuenta que lo había visto un par de veces antes de tener que conversar con él; "destino" pensó y negó de inmediato, no era creyente de que eso existiera.
Las puertas se abrieron y lo único que podía verse era un pasillo oscuro y tres puertas de un mismo lado con unos números dorados, mientras que en la otra pared había una puerta sin nada, las escaleras estaban tras ella. NamJoon camino hacia el pasillo, las luces se encendieron y sonaron las llaves; su habitación era la de en medio.
—Dentro tengo la llave que necesitamos, pasa. —Dicho aquello la puerta se abrió y sin esperar el mayor entró, quitándose los zapatos antes; encendió la luz y dejó ver la sencillez en la que vivía. —No es muy grande pero me gusta, además es por eso que no puedes quedarte aquí.
—¿No tienes una habitación extra? —Preguntó mientras su vista iba de lado a lado entre las cuatro paredes.
—No, no tengo, mi departamento solo cuenta con sala de estar y la cocina que está unida, una habitación y un baño. —Le explicó mientras revolvía uno de los cajones del mueble que sostenía el televisor— Los apartamentos de las orillas cuentan con una habitación extra y un poco más de espacio, éstas son más baratas.
Por fin encontró la llave y se apresuró a salir de su hogar para ayudar a su menor el que por algún motivo había dejado de hablar hacía un rato, se dedicaba a simplemente observar el lugar en silencio, como si no quisiera molestar; de la misma forma bajaron la escalera hasta el piso de abajo y tal como NamJoon había dicho, el departamento con la habitación extra era uno de la orilla. Lo abrió casi con delicadeza y repitió los pasos, se quitó los zapatos y encendió las luces del lugar; aquel apartamento se veía completamente diferente, las paredes no eran blancas sino que un amarillo muy pálido, los muebles eran antiguos y el olor era a mujer, quizás no una abuela pero tampoco era de la edad de ninguno.
El de tez morena se adentró con una de las maletas más pesadas del contrario hasta una de las puertas que yacían cerradas en el fondo del departamento y se escabulló dentro de una para acomodar las cosas ajenas dentro.
—¿Vas a venir o te quedarás a dormir ahí? —Se escuchó la voz del más adulto, a la que TaeHyung no fue capaz de decir nada, solo seguirle.
—¿De verdad te parece bien ésto? —Preguntó tímido mientras apenas se veía su silueta tras la puerta de la habitación— Digo, podría ser una persona realmente mala y tú me permites ésto. —El más alto suspiró.
—Sólo deja de sentir pena o culpa. — Se tragó una carcajada— Really, ¿tú ser malo? Hey, nos conocemos hace un par de horas pero lo que menos se me ha cruzado por la cabeza sobre ti es eso, ¿una persona mala me hubiera devuelto el móvil? —Preguntó netamente para hacer burla; revolvió la cabellera ajena- — Además no es como si te pudieras llevar algo, las cosas importantes están bajo llave que ni siquiera yo tengo y solo es por un par de días, ¿no?
Con aquello la conversación se dio por terminada y sin algún otro tipo de reclamo por parte de TaeHyung se acomodó en aquel cuarto casi vacío, exceptuando por la cama y mesita de noche.
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Lo dejaré hasta ahí porque de verdad debía subir algo como había dicho que haría. No se me había olvidado, es solo que no contaba con la cantidad de trabajos de debía hacer éste tiempo, pero ya he salido de lo más pesado, entonces puedo venir; he estado editando los capítulos que tenía y estoy pensando en cambiar la forma de narrar las cosas, solo desde el punto de Nam, no sé, díganme si quieren que cambie eso.
Espero disfruten éste capítulo que ha salido algo corto pero para volver a retomar ésta historia supongo que está bien.
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( ♫ ) soulmates - vmon
FanfictionDos jóvenes totalmente diferentes, para los demás, pero totalmente compatibles entre ellos, con metas similares. Kim NamJoon, joven de veinte años, inteligente, solitario, depresivo y con muy mala suerte en lo que se propone, pero con una habilida...