Everlark; después de todo

Capítulo 1; La llegada

Llegamos al distrito 12. Todo esta destruido,las casas están en ruinas como si no hubieran existido nunca. Cadáveres recorren de punta a punta cada tramo del distrito. Intento seguir caminando hasta encontrar lo que antes era mi casa de la Veta. Cuando por fin puedo apreciarla entre los escombros algo me hace detenerme. Un cadáver pequeño que seguramente pertenecía a un niño o niña de entre 6 y 13 años. Mi estómago se revuelve y mi cabeza lo relaciona con Prim y Rue. Las veo ahí reflejadas en ese pequeño y frágil cadáver.
Intento apartar todos los sentimientos a un lado para así poder seguir. Observo mi vieja casa de la veta que esta escondida bajo los escombros y rápidamente me aparto de allí ,porque me trae demasiados recuerdos.
Continuo caminando hasta llegar a la ciudad de los vencedores, que se encuentra casi intacta. Dejo atrás la fuente de la ciudad y entro a mi casa. Abro la puerta y algo me frena. Es Peeta detrás de mi.

-Katniss...
-Peeta...

Lo abrazo fuertemente y él responde igual. Después de varios minutos abrazados nos quedamos mirándonos fíjamente. Sus impactantes ojos azules esta mirando a los míos hasta que su boca encuentra un lugar en la mía.
Cuando terminamos los dos entramos en mi casa y Peeta se sienta al lado de la chimenea en el sofá. Me parece increíble lo bien que se a conservado esta casa con respecto a las demás pero dejo de lado eso,y me acurruco al lado de Peeta.
Siento sus dedo entrelazados con los míos y cuando pasan unos minutos le pregunto:
-Peeta,¿Qué crees que pasara después de todo esto? Ya sabes después de que estemos aquí.
-Supongo que tendremos que retomar nuestras vidas. Pero este vez juntos ¿no?
-Claro.

Cuando amaneció Peeta y yo nos encontrábamos juntos desde hace mucho tiempo. También era una de estas noches en la que no había soñado con nada malo.

-¿Que tal has dormido?-pregunta Peeta-.Esta noche no as tenido pesadillas.
-Lo sé,es muy extraño.
-Bueno,me visto y me bajo a hacer el desayuno.

Mientras yo hago la cama Peeta, se cambia sin ninguna vergüenza delante de mí.

-Katniss,podrías por favor...
Al momento capto la señal y abro la puerta del dormitorio y salgo al pasillo,para luego continuar haciendo la cama.

Pensando que ya había terminado entro sin llamar y de repente... Me quedo atómica Peeta tiene una cicatriz al parecer muy profunda,que le rodea todo el muslo que termina uniéndose a un tipo de pierna de hierro,creada por el Capitolio.

-Kattniss...-consigue decir titubeando,y a la vez tapándose con un cojín la cicatriz-.Ves, es esto por lo que no quería que me vieras.

-No,Peeta... No era mi intención.

Me siento demasiado arrepentida de haber entrado,que una pequeña lágrima se desliza por mi cara,y cuando quiero darme cuenta a Peeta le ocurre lo mismo.Sus ojos azules comienzan a rodearse de venas rojas.Me acerco hacia el rápidamente y lo abrazo con todas mis fuerzas.Hasta que el cojín acaba deslizándose por nuestras piernas.

Me siento arrepentida por lo de antes pero a la vez atraída hacía aquella cicatriz.Así que al final acabo diciendo:

-¿Pppuedo?.-mirando su cicatriz-.

Peeta mueve la cabeza de abajo hacía arriba afirmando mi pregunta.No esta demasiado convencido aún así yo se la toco.

La cicatriz esta cosida de tal forma que mis dedos de cazadora me permiten apreciar cada uno de los pequeños puntos casi invisibles.Mientras deslizo mis dedos por su pierna alzo la cabeza tan solo un minuto para observar su reacción.Sus pestañas rubias casi inapreciables se apretaban entre sí,y en ese momento aparte la mano porque sabía que clase de sentimiento sentía. Dolor.

Me levantó y le doy un fuerte abrazo de nuevo,nunca he sido cariñosa pero ahora sentía que se lo debía.Me aparte de él y seguí haciendo lo que quedaba de cama ya que todo lo que él no quería que viera mi imprudencia lo a sacado a la luz.