Capítulo uno
-¿y bien? ¿Se decidieron por alguno de los niños? -pregunto una señora de pelo negro y alta, llamada Beatriz quien era la encargada del orfanato dirigiéndose a una pareja quienes veían detalladamente a cada uno de los niños, viendo quizás a su próximo hijo
-Si -dijo la mujer con cara de felicidad
-Queremos a Luis -dijo el hombre que parecía ser su esposo
La enorme sonrisa que tenía en mi rostro desapareció al saber que no me habían elegido.. tenía muy mala suerte en esto.. Pero ¿qué podía hacer? Apenas soy una niña de 6 años, se que algún día, vendrá una persona a adoptarme y por fin, tendré una familia a quien querer
-esta bien, es el más pequeños de todos estos huerfanitos -dijo la señora Beatriz dedicando una sonrisa a cada uno de los niños que había en la habitación -si me permiten, vamos a mi oficina y allí firmaremos los papeles de la adopción
-por supuesto -dijo la pareja saliendo de la habitación
-esperen un momento, en un segundo voy -dijo la señora Beatriz acercándose a mi quien tenía la cabeza agachada con una mirada triste
-¿qué pasa cielo? -pregunto la señora Beatriz agachando de para quedar a mi tamaño y levantando mi cabeza por mi barbilla
-nadie me quiere adoptar -dije con voz triste
-mi amor, ellos son un matrimonio y usualmente los matrimonios quieren a los más chiquitos
-pero yo soy chiquita también, apenas tengo 6 años -dije defendiéndome
-lo se, pero vendrán más papas -dijo dedicándome una sonrisa
-señora Beatriz..
-dime cielo
-¿usted cree que me vayan a adoptar? -dije teniendo posibilidades
-claro que sí, a una niña tan linda como tu dudo mucho que no la adopten -dijo dándome ánimos
-muchas gracias señora Beatriz -dije con una sonrisa
-no hay de que cielo -dijo dando un beso en mi frente a lo que yo sonreí -así me gusta, verte sonreír -dijo subiendo a su tamaño normal y yendo a su oficina.
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-hijo, hoy vi el anuncio en la televisión de nuestra empresa y estuvo un poco aburrida -dijo Sonia, una señora de la mayor edad dirigiéndose a su hijo quien estaba con su esposa y sus dos hijos en un almuerzo
-¿y a mi que me importa? -dijo de mala gana Diego, el hijo de Sonia.
-hay Diego por favor no seas así conmigo -dijo triste
-es que es verdad.. ¿Qué quieres que yo haga? -dijo cansado
-no lo se.. Pero por lo menos que te preocupes; al fin y al cabo tu eres el heredero de la empresa -dijo inofensiva
-pero si tu eres la que se encarga de eso -dijo defendiéndose
- hay a ver, ya no te hagas el bueno para nada, mírate.. Ya hasta tienes una esposa y dos hijos -dijo en forma de regaño -en vez de estar reclamando, se responsable y date el puesto como el hombre de esta casa que eres -dijo firme
-claro que actúo como el hombre de la casa, sólo que.. El dinero no me importa! Somos millonarios ¿lo olvidas? -dijo presumido
-igual.. El dinero no lo hace todo -respondió Sonia
-claro que sí -dijo Diego levantándose de la mesa
-Diego por favor, no me lleves la contraria, mira que estoy mal del corazón y no es bueno que este discutiendo -dijo Sonia con una mano en el pecho
-mi amor, tu mama tiene razón, esta enferma y no debería de estar discutiendo.. -dijo Catalina, la esposa de Diego, levantándose de la mesa y dirigiéndose a la conversación de madre e hijo
- Catalina tiene razón.. Descansa -dijo Diego volviéndose a sentar en la mesa
-mmm.. Necesito decirles algo -dijo Sonia desde la sala -vengan por favor
-¿qué nos quieres decir? -dijo de mala gana Diego al llegar a la sala con su esposa y sus dos hijos
-les tengo una noticia -dijo sonia mirando a cada uno de los que estaban presentes
-¿cuál es? -dijo iris, la hija de 6 años al lado de su hermano Justin quien escuchaba atentamente
-voy a ser mama -dijo sin pensarlo
-¿qué? Mama.. ¿Te volviste loca? Tienes 70 años, no puedes embarazarte -dijo Diego incrédulo
-claro que no me voy a embarazar -dijo obvia
-¿entonces? -pregunto Catalina
-ya lo verán -dijo Sonia dando pasos hasta llegar a su habitación
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-Señora Sonia, ¿se ha decidido por algún niño? -dijo Beatriz viendo la cara de Sonia en encontrar algún niño o niña quien fuera su hijo
La mujer no dio respuesta alguna, simplemente dio pequeños y lentos pasos hasta llegar a _____
Mi corazón se paralizo, ¿se detuvo en mi? ¿Por fin encontraría a mi mama? Una y mil preguntas pasaban por mi mente sin respuesta a ellas; pude notar que la señora bajó hasta estar a mi nivel, no puedo olvidar sus palabras, sus hermosas palabras que alegraron mi vida en un abrir y cerrar de ojos
"Quiero a esta hermosa niña"
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