La Huerfana #12 - Recuerdos

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-¡Hijita! ¿Cómo te fue en tu primer día de clases? -dijo mientras caminábamos agarrados de la mano. El sonrió

-¡Bien papi! ya hice amigos nuevos.. ¡Y son muchos! -Dije súper contenta

-Me alegro mucho princesita -dijo deteniéndose - ¡Mira allá! -dijo señalando algo que estaba atrás mío

-¿Qué es? ¿Qué es? -dije volteando, pero no logre ver nada - Papi, no hay - no pude terminar de decir mi frase, cuando sentí unas manos haciéndome cosquillas - ¡Para , para! - dije sin poder dejar de reír

-¡¡¡Ya llego el señor oso!!! -dijo con voz grave y siguiendo haciéndome cosquillas

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-¿Papa que estas haciendo? -dije al entrar a la cocina y ver todo desordenado; había harina por todo el mesón de la cocina, una mezcla en las paredes y mi papa en el piso junto a un montón de ollas al lado del y una en su cabeza.

-¡¿Hija?! ¿Qué haces aqui? -dijo levantando un poco la olla de su cabeza para poder verme

-Bueno.. Escuche unos ruidos aquí y quise saber si todo estaba bien - dije dándole una explicación

-Bueno, no es nada, es mejor que te vayas a tu habitación -dijo parándose, Caminando hacia mi y haciendo que me fuera

-¿Pero por que? -dije confundida -Yo quiero ayudar en lo que sea que estés haciendo

-Pero no puedes

- ¿Por qué? - dije ofendida

-Bueno, esta bien.. Se supone que esto -se volteó y empezó a señalar todo el desorden de la cocina - Era un pastel para tu cumpleaños numero 15, pero por lo visto.. Mi primer pastel fue un desastre - dijo riendo un poco. No pude evitar abrazarlo

-Muchas gracias papa -dije mientras lo abrazaba - No tenías por que preocuparte

-Eres la niña de mis ojos, bueno.. La niña que esta convirtiéndose en mujercita. ¿Como no estarlo?

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-Lo haré por ti pequeña -dijo entregando unas fichas al chico de la caja.. Estábamos en un parque de diversiones y me había gustado un oso peluche con un corazón que decía "Te Quiero"

-¿En serio? -dije entusiasmada

-Todo lo que quieras será para ti princesita -dijo con una sonrisa en su rostro. En seguida, agarro la pelota y la lanzo ¡La había encestado!

-¡Vamos papi! - dije al estilo porristas. Las siguientes dos lanzadas también las encestó. Empece a saltar y a decirles a todos los del parque "¡Ese es mi papi! ¡Ese es mi papi!" Había conseguido lo que se había propuesto, eso me hizo más feliz.

Miles y miles de recuerdos venían a mi mente, no lo podía creer. Ese señor que en estos últimos años se había convertido en toda mi vida, literalmente, Era mi vida.
Simplemente no era posible

-Señorita.. -dijo el médico que estaba enfrente mío, la verdad es que me había olvidado de todo por un instante

-Dígame que es mentira por favor -dije agarrando su bata blanca con desesperación

-Lo lamento, pero me temo que es cierto. Hicimos todo lo posible, pero nada funciono -No evite llorar

-Necesito verlo -dije rápidamente -necesito ver si hay alguna otra manera de que todo esto sea falso

-Disculpe señorita, pero no puede entrar -dijo contestándome

-¿Cómo que no? ¡Soy de su familia! -dije avanzando pero el señor alto y Moreno me detuvo

-Estoy de acuerdo con usted, pero en estos momentos no puede. Dentro de unos minutos se le avisará para que pueda pasar ¿De acuerdo? -dijo tratando de calmarme

-¿Me promete que será rápido? -dije ya un poco más calmada

-Si, se lo prometo - Sin más nada que decir, el señor dio la vuelta y fue a la sala donde estaba mi padre. Los recuerdos llegaron otra vez

Paso el tiempo y seguía sentada en aquellas sillas frías que tenía el hospital. Veía mi reloj y apenas habían pasado 15 minutos, pero eso si.. Fueron los 15 minutos más largos de mi vida. Veía mis manos como temblaban, mis piernas también. empece a agarrar las puntas de mi pelo y a jugar con ellas; aunque no parezca, eso me relajaba un poco.
Levanté mi vista y vi al médico saliendo de la sala. Me pare enseguida

-¿Y bien? -dije acercándome rápidamente a el. No podía esperar más

-Ya puede pasar señorita -dijo señalando la sala. Mi corazón ahora latía a mil. Fui lo más rápido sin antes decirle "Gracias doctor" respire profundo y entre. Mi corazon, en vez de latir a mil, se rompió al ver a mi padre en esa camilla en ese estado. Empece a llorar. me arrodille en el piso mientras agarraba su mano con las mías y lloraba sin parar. Su piel estaba fría, y sus labios no tenían mucho color

-¿Papi?.. Papi soy yo, tu princesita -Las lágrimas corrían por mis mejillas - no ha pasado ni una hora desde que me dieron la noticia y ya me haces falta. Por favor papi, vuelve, te necesito. ¿A quien le voy a hacer el desayuno por las mañanas? ¿A quien le diré todas las cosas bonitas que siempre te digo?
Tienes a una hija que te necesita a su lado en estos momentos, Así que no te puedes ir así tan repentinamente - Mis lágrimas caían con más frecuencia y sentía como mi dolor se hacía cada vez más fuerte. Definitivamente, se había ido.

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