Tied Souls - Ziall AU [Short fic]

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[N/A: Si notan errores me avisan, pls, ajsjasjaj

Disfruten y gracias por comentar c:]

Después de acceder, me explicó los detalles. Pasaríamos un mes entero viviendo en su apartamento. Juntos. Tendríamos que usar nuestros propios cuerpos; nada de pieles artificiales, como las llamaba él, mientras se llevara a cabo. Podíamos usarlas mientras no estuviéramos en casa; el detalle estaba en no usarlas mientras pasáramos tiempo con el otro. Dormiríamos en la misma habitación —sí, todas las noches—, por lo que se podría decir que terminaríamos más unidos que antes, si todo marchaba como estaba planeado.

—Niall, yo... —balbuceé—. No estoy muy seguro de esto. ¿Y si algo malo pasa?

—¡Estás estudiando ciencias! ¡¿Dónde está tu curiosidad científica?! —Me fulminó con la mirada—. ¡Con este experimento, por más tonto que parezca, podrías llegar a cambiar el mundo!

Me rasqué la cabeza, anonadado.

—Tus expectativas son tan altas que temo que nadie podrá cumplirlas.

—¡Se trata de la ciencia, Zayn! ¡Deja de ser tan egoísta por un momento, olvida que tu alma podría quedar unida a la mía de por vida y, por Dios, abre los ojos: la ciencia necesita nuestro aporte, al igual que necesita cualquier otro, por más mínimo que sea!

Suspiré. Él era tan impredecible como yo era idiota.

Y si había algo que yo era, era idiota.

Muy, muy, muy idiota.

La primera vez que usé de nuevo mi cuerpo, se sintió completamente extraño. Hacía años que no lo sacaba más que para colocarle parches genéticos, los cuales hacían que las modificaciones que quería en el momento se reflejaran en los prototipos que usaba a diario. Los cuerpos, los originales, venían con un código, el Código Único Undividual, el cual se tatuaba en el prototipo a usar, debido a que estos no eran más que una simple piel que se adaptaba al cubresqueleto. Este era una capa de tejidos que se extendía por todos los órganos, cubriéndolos, de forma que, cuando se removiera la piel, para su cambio, las personas no murieran desangradas.

Dentro del cubresqueleto estaban todos los huesos, órganos, sangre y demás partes vitales de cada individuo, por lo que los prototipos que usábamos, las pieles artificiales, como las llamaba Niall, eran condicionadas previamente a su momento de uso. Se enviaba información genética —como el tipo de sangre y pH, además del Código Único Individual— a la tienda que las vendía, se condicionaba a esa información, y el prototipo quedaba listo; una piel nueva para usar.

Podías tener tantos prototipos como quisieras y podías usarlos la cantidad de veces que quisieras, sin fecha de caducidad. Una de sus ventajas era que nadie podría robártelos; no les servirían, ya que, en teoría, habían sido adaptados específicamente para ti y tu código. Podías tener más partes de tu cuerpo prototipadas, no solo tu piel. Cambiarte desde el color de los ojos hasta tu misma cara era una realidad; todo era intercambiable, todo era canjeable, todo era potencialmente falsificable.

El único requisito para poder disfrutar de tales maravillas era dinero.

Como siempre, porque siempre se trataba del dinero.

Cuando Niall me vio con mi cuerpo, frunció el ceño con total desconcierto. Yo tenía una cantidad considerable de parches genéticos; estaba casi todo cubierto de la capa amarilla que estos dejaban.