Tied Souls - Ziall AU [Short fic]

3 - Final

[N/A: Aquí termina la historia, jjjasjajsajsaj.

Sí, es corta, pero yo la amo c: Gracias a todos por leerla y por comentar <3 Los loveo (/u\)]

Nuestra primera cita salió bien. No entendía mucho ese sistema, pero no se veía tan complicado. Básicamente, habíamos hecho lo mismo que hacíamos cuando nos quedábamos en su casa, solo que él no gritaba tanto y yo no sentía que me veía como si no fuera más que un idiota por conformarme al pensamiento y modo de vida común.

Para la tercera semana de experimento, ya me proclamaba el fanático número uno de las citas. ¡Eran geniales! Salir con una persona, reír, pasear, ver cosas nuevas, conversar; simplemente ser imperfecto con él, sin esa presión tortuosa en la cabeza que te exigía demandantemente que todo tenía que salir bien, magnífico, perfecto; eso era lo más placentero que había podido experimentar en toda mi vida.

Antes, pasar tiempo con Niall significaba calma en la cama y luego vivir con él el estrés ocasionado por la frustración que sentía al ser incomprendido en una sociedad tan artificial. Sin embargo, para ese entonces, estar con él era sinónimo de relajación, tranquilidad, libertad; era sinónimo de solo ser tú mismo y que eso fuera suficiente.

No obstante, no todo era alegría pura; habíamos tenido una pelea fuerte a media semana. Todo había comenzado gracias a que me había dicho que opinaba que debía quitarme los parches oculares, que no los necesitaba. Esa semana había empezado a dejar de usar tantos parches en el resto de mi cuerpo; ya no mentía sobre la definición de mis músculos, sobre la anchura de mi pecho. En la universidad me habían molestado varias veces, comentando que, al verme así, se les había ido el 'enamoramiento' que habían tenido conmigo, pero no le di importancia a nada de eso.

Niall no había manifestado su opinión ante mi cambio conductual repentino; no obstante, sabía que lo había notado. Él seguía usando la misma cantidad de parches que antes porque, de igual manera, eran mínimos; solo cambiaba su cara a diario. Tenía aproximadamente unos veinte prototipos faciales o más, por lo que casi nunca se veía igual al día anterior. Supuse que se debía a que no quería que vieran su rostro real, ya que no era tan perfecto como lo socialmente esperado —aunque a pesar de ello era hermoso, solo que él no se daba cuenta—, o quizá todo venía por el hecho de que no quería que los demás supieran cómo era su cara.

Pero la cosa está en que, si quería que yo usara mis ojos naturales, porque eran hermosos, según sus palabras, yo quería que él usara su rostro real.

—¡No entiendo por qué te enfrascas tanto en que use mi horrible rostro! —bramó—. ¡Tus ojos son distintos y son hermosos; mi cara, en cambio, es repugnante!

Cuando escuché tal adjetivo salir de su boca para referirse a algo tan magnífico como su rostro, supe que había un problema serio. Y, como todo estudiante de ciencias, quise repararlo... pero no salió bien.

—¡Ni siquiera entiendo por qué usas prototipos! —vociferé—. ¡Eres bellísimo!

—¡Soy horrendo!

—¡¿Cómo puedes pensar eso?! ¡Eres la primera persona que veo que usa su cuerpo natural y en realidad luce bien con él! ¡No necesitas ningún parche ni ningún prototipo ni ninguna piel falsa para ser perfecto porque ya lo eres!

—¡No soy perfecto! —Para ese entonces, las lágrimas ya estaban corriendo libremente por sus mejillas. Sin embargo, era demasiado terco e independiente como para permitirme limpiárselas, por lo que no lo hice y solamente lo vi llorar sintiendo cómo el corazón se me partía—. ¡No puedo serlo!