Capítulo 3: Vida humana

116 9 0
                                    


Siento un incómodo dolor en mi mano izquierda y abro los ojos para saber porque.

<<¿Qué demonios?>>

Pienso al ver que tengo mi mano bajo mi cuerpo y doblada hacia atrás. Si mi otra mano está debajo de mi cabeza, ¿porque hay una mano en mi cintura?

Volteo un poco la cara y veo que Brais está en mi cama y estamos demasiado juntos para mi gusto. Sus manos abrazan mi cintura, tiene su cabeza metida en mi cuello y nuestros pies entrelazados.

Okey.

Una posición muy comprometedora.

- Brais

Lo intento llamar pero no responde.

- ¡Brais!

Intentó un poco más alto pero nada.

- ¡BRAIS!

Comienzo a zangolotearme, pero sólo logró que me apriete más.

Bien.

No sé qué hacer.

Me volteo.

Eso no fue una buena idea. Estoy a centímetros de su cara.

Pongo mis manos en su pecho y empujó para así salirme pero es inútil. Cada vez me acerca más.

Me desespero y me muevo para todos intentando lo que sea, luego paro y me doy cuenta de que ahora estoy arriba de él.

¡Vamos! ¿Que tan difícil es despertar a un vampiro?

¡Muy difícil!

Ahora estoy más incomoda. Me muevo encima de él pero solo logró un gemido de parte de él. Esperen. ¡¿Un gemido?!

¿Porque demoniooooooo...? Ya sé porque. Me froté ahí.

¡Vamos yo solo quiero que me suelte!

Abro mis piernas para dejar de frotarme en su zona pero fue la peor decisión que he tomado en mi vida.

Siento algo duro en mi pucha.

Lo peor es que solo traigo unas bragas.

Esto solo me pasa a mi.

- Brais, por favor despierta. - le ruego.
- Mhum
- ¡Brais!
- Cállate.
- ¡Suéltame!
- Mmm.... No. Estás cómoda. - dice apretándome más fuerte.
- Te recuerdo que tienes fuerza sobrenatural. No puedo respirar. - le digo asfixiándome.
- ¡Agh! Que aburrida.
- ¿Aburrida? Tú cosa está en mi pucha. ¡Vamos suéltame!
- ¡No! - dice junto con una risa.

Entonces se me ocurre una idea. Pongo mi brazalete en su cuello y comienza a quemarle.

- ¡Ah! ¡Blake! - dice soltándome.

Me bajo de la cama y me dirijo al baño para hacer mis necesidades. Luego me cepillo los dientes y salgo. Brais está aún acostado así que me pongo un mini short y bajo. Mi madre no está, solo hay una nota de ella en la cocina.

"Cariño, lamento no estar ahí pero tengo que terminar de hacer unos contratos con la empresa. Lo siento. Vuelvo en la noche. Te quiero."

Genial.

Sarcasmo.

Vuelvo a subir con las compras de ayer para acomodarlas. Ahora Brais está acomodando la cama. Mi reacción a eso es "wow".

- No me imaginé que tú me ayudarás a hacer eso. - le digo y el voltea.
- Es una forma de darte las gracias por el hospedaje y perdón por lo de la mañana. Estaba muy cansado. Hace mucho tiempo que no dormía así de cómodo.
- Pues hace mucho tiempo que yo no dormía así de incómoda.
- Lo siento.
- Está bien.

Stolen bloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora