"Un color indispensable."

- Capítulo Único. -

Fue y no, parte del dream team de Teiko. Siempre era así como lo decía pues, nunca fue un jugador titular pero sus datos y estadísticas siempre fueron requeridos por Akashi y el entrenador mismo para beneficio del equipo.

Así que al final, Momoi Sasuke si era un color necesario para el arcoiris milagroso.

A pesar de ello, nunca se sintió indispensable.

Para prueba estaba que a pesar de su esfuerzo su eterno amor nunca fue suyo y a su mejor amigo, un extranjero lo había tenido que sacar de la oscuridad en la que había caído debido a su enorme talento en el baloncesto.

¿Y él que hizo? Nada. Si estuvo a su lado pero, realmente no había ayudado.

Frustrante pero cierto. Kuroko había recuperado a su primerísima luz, un castaño sonriente que también había perecido ante el enorme gigante que fue Teiko en su momento. El peliceleste lo había logrado siendo fiel a su creencia de trabajar en equipo.

Equipo que incluía a Kagami Taiga ese que, ahora peleaba y se besuqueaba casi al mismo tiempo con Aomine Daiki, su tonto amigo de la infancia que sonreía ahora con más brillo del que recordaba en antaño.

No podía negar que era feliz viendo a sus amigos serlo pero eso no ayudaba a no sentirse innecesario.

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Llevaba diez minutos en la cafetería cuando sus amigos llegaron por fin, en otro momento hubiera estado junto al moreno pero el muy maldito no le había avisado que se había quedado en el departamento de su pareja.

Ya se la cobraría luego con sus amadas revistas indecentes.

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Hablaban de todo y nada a la vez, lo incluían en cada tema y sin ser experto en observar como lo era Kuroko, supo con ello que sus amigos habían notado que cada vez se recluía más en sí mismo.

Sonrió enternecido y prometió internamente tratar de no preocuparlos.

-¡Taiga! - un llamado fuerte y de acento resonante se dejó escuchar por el lugar.

Aomine fruncio levemente el ceño y Kuroko sólo sonrió cómplice con su pareja.

Un rubio de casi la misma estatura que Kagami apareció, sus ojos verdes cual esmeraldas brillaron detrás de sus gafas rojas, mientras alegre se iba acercando donde ellos.

Cuando se dio cuenta, notó que Aomine le tenía detenido con una mano en su cara. El rubio hacía un mohin gracioso en intento de alcanzar y besar al pelirrojo ante esto.

-¡Álex! - regaño sonrojado al recién llegado. -Te he dicho que aquí no se saluda así.

-Pero si soy tu maestro y merezco respeto. - el mayor hablo en inglés y Momoi agradeció prestar atención en sus clases en la escuela, miro a Aomine discretamente y notó que su amigo tenía una vena hinchada en la frente.

Dudaba que entendiera a los americanos pero seguramente tenía una idea de lo que pasaba. Sus miradas conectaron y como cuando pequeños se burló de él en silencio, Aomine sólo le bufó de mala gana.

-¡Soy Alexander García! - se presento por fin, pero sólo ante él. -Me han hablado mucho de ti Sasuke.

Sintió su rostro arder con fuerza, lo habían estafado con su amistad esos cuatro ahí sentados. Lo llevaron a una cita a ciegas y lo peor era qué, como siempre no quería huir sólo quedarse aunque nada saliera en su beneficio.

Dejo de escuchar los reclamos de Kagami sobre algo que no debía ser dicho así, las risas de Ogiwara y Aomine, el flash imparable de una cámara. Todo eso paso a un segundo plano cuando los labios del americano se apropiaron de los suyos.

La electricidad que sintió fue descomunal, no se percató ni siquiera del momento en el que se había sentado a su lado y mucho menos cuando la lengua de ese extraño había invadido su boca y saludaba alegre a la propia.

Cuando comenzó a sentir que el aire le faltaba, Álex se separo de su lado con una sonrisa de oreja a oreja.

-Mi color favorito es el rosa. - le mencionó sin apartar la mirada de la suya, mientras acariciaba con sus dedos, uno de sus mechones de cabello.

Fue lo único que comentó y en ese momento, fue lo único que importaba.

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¡Tenía que sacar esta necesidad de escribir genderbend yaoi! xD espero les guste. :)

Sobre todo a ti Dashimine. ❤