Las blancas sábanas se aferran a ti y al hecho de que ya nada será como antes.
No puedes levantarte de la cama y solo sigues respirando con tranquilidad, como si nada pasara.
Tu cabeza está tan lejos de ti e estos momentos que todo parece irreal.
Duerme. Duerme. Duerme.
Todo será mejor por la mañana.
Quieres volver a sentir el calor de un abrazo, una cálida bienvenida y un poco de comodidad en donde estés. Pero solo tienes la amargura de un viejo sedante que acaba la vida.
Recibes a la depresión como una vieja amiga, una que te relaja y te distrae.
Te tiras a la cama pero no hay como sentirme como antes.
Tener frío ya no es un tema con la depresión, porque están tan dentro de ella pero tan fuera de todo lo demás.
Te apartas de los que más quieres, los ignoras por completo, porque la final son solo voces con distorsión.
Piensas que estás bien, que no hace falta nada más que tú para vivir en paz.Cuánto te equivocas.
–Lía X.🌙
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Cartas anónimas
PoetryTodo cualquier pensamiento totalmente irrelevante, se vuele relevante.