Capitulo 21

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_____ se preguntó qué le estaba ofreciendo. Quería que fueran amantes, eso era obvio; pero quizás quisiera algo más.
- ¿Necesitaría referencias? -preguntó, siguiéndole el juego. Harry la besó en el cuello y le acarició los pechos.
-No, no necesitarías referencias. Sólo una entrevista personal. Con preguntas fáciles de responder.
-Adelante entonces. Pregunta.
- ¿Me deseas?
______ asintió y no se resistió cuando Harry le quitó el sostén del bikini y la liberó de las braguitas. Bien al contrario, cerró las piernas alrededor de su cintura, ofreciéndose.
- ¿Estás seguro de que soy la persona que estás buscando?
Harry, que estaba completamente desnudo, la penetró con una acometida fuerte y rápida.
-Créeme, _______. Eres perfecta para mí.
Las palabras de Harry la excitaron tanto que tardó muy poco en el alcanzar el clímax. Había dicho que era perfecta. Perfecta.
Nadie se lo había dicho antes; ni siquiera su madre. Además, Harry parecía absolutamente sincero; tan sincero que hasta la propia ______ se lo creyó.
Incluso cabía la posibilidad de que se hubiera enamorado de ella. Aunque sólo fuera un poco.

Harry no llegó a decirle que se había ganado el puesto de amante; tampoco llegaron a mover las cosas de _____ a su dormitorio, pero ella pasó muchas noches en aquella habitación.
Y el resto, en la suya.
El humor de Harry había cambiado tanto que, cada vez que entraba en la cocina, le robaba comida a Rosa o le daba un beso en la mejilla.
En cuanto a ______, estaba cada vez más enamorada; pero las hojas del calendario iban pasando y seguía sin saber si tendría un futuro con él después del parto.
Lo amaba con todas sus fuerzas. Lo amaba como nunca había amado a nadie. Y amaba al niño que crecía en su interior. Y se desesperaba cuando empezaba a pensar que podía perderlos a ambos.

Sin embargo, no tenía elección. Había firmado un contrato y se marcharía con la cabeza bien alta.
No se atrevía a confesarle sus sentimientos; porque si Harry la rechazaba, sería su fin.

Ya lo había terminado.
Harry alzó la estatuilla en sus manos, asombrado con el poder de las herramientas de su padre y con la belleza de la obra que había creado.
No sabía si a ________ le gustaría, pero se la regalaría cuando el niño naciera. Y faltaba muy poco.

No quería que se marchara; quería romper su acuerdo y mantenerla allí, en el lugar al que pertenecía. Lo habría deseado aunque no llevara a su hijo en su vientre.
Lo deseaba tanto que estaba dispuesto a formular la petición que le había rondado la cabeza durante meses.
Se iba a arriesgar mucho. Pero merecía la pena. Aquella noche, después de hacer el amor, Harry le dijo:
-Quédate. No te vayas.
El corazón de _____ estuvo a punto de pararse.
- ¿Qué quieres decir?
-Que no hay razón para que te vayas.
-Pero tenemos un acuerdo... te prometí que no cambiaría de idea y que no te causaría problemas después del parto.
- ¡No será ningún problema! -protestó-. Eres genial. A Rosa le encantará que te quedes... sé que no querías el niño, pero también sé que serás muy buena con él. Además, podrías ayudar a Rosa. Sería perfecto.
- ¿Quieres que me quede para echarte una mano con el niño?- Harry le acarició la cara.
-Supongo que ardes en deseos de recobrar tu libertad; pero no sería tan
duro.
- ¿Y cuánto tiempo sería? -se atrevió a preguntar-. ¿Cuánto tiempo quieres que me quede?

Él llevó una mano a sus muslos y le lanzó una mirada intensa.
- ¿Tan difícil sería, ______? ¿He hecho mal al pedírtelo? ¿Prefieres marcharte y volver a esa casa?
______ sacudió la cabeza. -No, claro que no. Me quedaré.

Estaba en la cocina, preparando una ensalada, cuando sintió un dolor tan fuerte que se quedó sin aliento y se tuvo que doblar. Rosa se dio cuenta y corrió hacia ella.
- ¿Qué ocurre?
-No lo sé. Es demasiado pronto...
Rosa le acercó una silla y la ayudó a sentarse.
-Descansa un poco. Voy a llamar a Harry.

El dolor se repitió otra vez, más fuerte que antes. Era tan insoportable que gritó. Un momento después, vio un hilo de sangre que le bajaba entre las piernas.
Rosa, que ya había llegado al teléfono, la miró y se quedó pálida. _____ sintió pánico.
En ese mismo instante, fue consciente de que quería tener el niño, de que lo deseaba con toda su alma, de que no podía perderlo.

Vida entrelazadas      |HS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora