Cuando desperté el sol entraba fuerte por la ventana, impidiéndome abrir los ojos. Recordé lo que había pasado la noche anterior. Me volteé y vi a Luna durmiendo al otro lado de la cama. "Y sí, ¿qué esperabas? ¿Despertar con ella en tus brazos? No, qué tontería, eso sólo pasa en las películas" pensé. La observé un rato, parecía muy tranquila, así que decidí dejarla dormir. Me levanté y fui a preparar algo de desayunar. Puse a hacer tostadas y algo de café y encendí mi computadora con intenciones de terminar unos trabajos.
-Buenos días.
Levanté la vista y vi a Luna con cara de dormida y todavía algo despeinada.
-Luna, buen día. ¿Cómo estás? ¿Querés café?
-Bien... si, gracias.
Me levanté para servirle una taza mientras ella entraba al baño y se la dejé en la mesa.
-¿Ya estás trabajando?- me preguntó sentándose a la mesa.
-Sí, solo quería ver lo horarios de los partidos que quiero ir a cubrir de hoy.
No dijo nada y miró su taza.
-Nadia... yo... quería pedirte perdón por lo de anoche.
No sabía exactamente a qué se refería, si a haber dormido en mi casa o a haberme besado, de todas formas, ninguna de las dos cosas me había molestado.
-No te preocupes, no es nada. Son cosas que pasan.
-Mejor me voy. – se apresuró a terminar el café y se puse de pie.
-¿Querés que te lleve?
-No, está bien. – me cortó. -le mando un mensaje a Fabián. – fue a su cartera y la vi escribir un mensaje. - ya viene.
-Está bien. – volví a mi trabajo, pero pasaba las noticias de la sección de deportes sin prestar real atención. Cada tanto miraba a Luna de reojo, ella seguía concentrada en su celular. Sentí el ambiente algo tenso, no sabía si ella se había molestado por mi respuesta o yo me había molestado porque rechazara mi ofrecimiento y llamara a Fabián. Era todo muy incómodo. Por suerte éste no tardó en llegar. Luna y yo nos despedimos rápidamente y se fue.
No volví a verla en un par de semanas. Al principio me sentí algo triste e inquieta, me dolía pensar que Luna estuviera enojada conmigo. Capaz todo lo de los besos y eso había sido demasiado extraño y ya no quería verme. Eso me molestaba, porque al fin y al cabo había sido todo idea suya, ella había querido ir al boliche, ella había tomado demás, ella me había besado y ella me había pedido que no la llevara a su casa.
Dos días después almorcé con Claudia y le conté lo que había pasado.
-Quizá dice que es lesbiana pero solo está experimentando. – fue su respuesta.
-Lo sé, Clau, pero podría decirme, además ¿qué significa? ¿qué no le gusté?
-Dudo que no le hayas gustado, mi amor. – bromeó.
Claudia era compañera mía de equipo hace años, era mi mejor amiga y también había sido una de mis primeras experiencias con mujeres. Sin embargo, nunca habíamos sido más que amigas, hoy ella tenía su pareja, pero seguía siendo mi mayor confidente.
- Te juro que no entiendo.
- Ya va a volver, dale un tiempo. Lo que no entiendo es por qué no terminaste acostándote con ella esa noche.
-Se sentía mal, ¿qué iba a hacer? ¿Forzarla?
- Capaz se ofendió porque no demostraste suficiente interés.
- Además, no te olvides que es la hermana de Matías.
- ¿A quién le importa Matías? La chica se te tiró encima y no hiciste nada, ese no es exactamente tu estilo.
-¿Qué querés decir? ¿Que me acuesto con cualquiera? – me ofendí un poco.
-No, Nadia, pero si después de todo lo que pasó te llevás a la chica a tu casa es un poco obvio como termina todo... y esa chica te gusta. Quizá no lo hiciste porque se sentía mal o lo que sea, pero no me niegues que te hubiera gustado.
-Si... bueno... no sé, fue todo muy extraño. Luna es hermosa, pero creo que no tiene claro algunas cosas... de alguna forma sigue con Fabián.
- Y eso te molesta.
- Sí. – confesé. – Puede hacer lo que quiera con su vida, pero creo que no quiero estar metida en eso, no por un revolcón de una noche.
- Y menos con la hermana de tu exmejor amigo.
-Además.
- Para mí va a volver sola. – Claudia parecía muy segura. Seguimos almorzando, hablando de otras cosas.
<< Parte corta, lo siento, pero en la próxima viene lo bueno ;) >>
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Encestó en mi Corazón
Romance"Le di un beso en la frente y no tardó en dormirse. Yo me quedé pensando en todo lo que había pasado, intentando descubrir cómo la secuencia de hechos me había llevado a dormir con la hermana de mi mejor amigo en mi cama esa noche. Me dormí antes de...