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Me desperté a causa del calor y sol que entraba por la ventana. Quise cubrirme la cara, pero no pude mover mi brazo. Volteé a ver y me encontré con Luna sujetando mi mano.

-Buenos días, hermosa. – El sol brillaba sobre su cuerpo desnudo y teñía sus ojos de color dorado.

-Buenos días. – le sonreí y apoyé mi frente sobre la suya.

Estuvimos así unos minutos, estaba a punto de dormirme de nuevo cuando sus labios rozaron los míos. Rodó y quedó sobre mí para besarme de nuevo. Luego se apartó llevándose consigo las sábanas y dejándome totalmente descubierta en la cama.

-¡Ey!- protesté intentando cubrirme en vano.

Ella tomó su ropa y riendo se apresuró a entrar al baño aun con la sábana envolviendo sus cuerpo.

Me vestí rápido con lo que encontré y fui a hacer el desayuno. Cuando salí de la habitación encontré papeles por todo el suelo.

-¿Pero qué pasó acá?

-¿No te acordás? -Luna salió del baño.

-Sí, me acuerdo pero... no creí que había sido para tanto.- reconocí algo avergonzada y me puse a juntar los papeles. Gran parte de lo que había en la mesa estaba esparcido por el suelo, totalmente desordenado. Luna me ayudó y luego preparamos algo para desayunar.

Nos sentíamos a gusto la una con la otra, bromeábamos y conversábamos de cualquier cosa. Por esa mañana no volvimos a tocar el tema de Matías, como un acuerdo tácito entre nosotras habíamos decidido dejar ese tema para más adelante y ver qué pasaba día a día. Luego me dijo que debía almorzar con su familia, que no quería irse, pero tenía que hacerlo. Nos despedimos en la puerta del edificio con un beso, me costó dejarla ir, aunque las cosas ahora era distintas, una parte de mí tenía miedo que se arrepintiera y desapareciera de nuevo. Cuando volví a mi departamento cerré las persianas y me tiré en la cama a pensar. No tardé en quedarme dormida.

Me despertó el sonido del teléfono, tardé en reaccionar y tuve que correr para llegar a atenderlo.

-¡Al fin, querida! -me gritó Claudia al otro lado de la línea.

-Estaba dormida.

-Apa, alguien tuvo una noche agitada...

-Algo así... tampoco tanto, pero fue... lindo.

-¿Solo lindo?

-No sé, fue especial. De todas formas, es todo más complicado de lo que parece. – Le conté mi conversación con Luna en el coche, lo de Matías y cómo a ella le preocupaba y, para qué mentir, también un poco a mí.

- ¿Matías enamorado de vos? No sé Nadia, ¿Te parece? Nunca escuché a nadie hacer un comentario sobre eso. Si es cierto se lo tenía bien guardado Mati.

-Sí, además eso fue hace mucho, pero a Luna le preocupa y la entiendo. Aunque por otro lado realmente me importa poco lo que Matías piense, es decir, no me parece que tengamos que actuar en base a eso, no estamos haciendo nada malo. – seguí hablando por teléfono mientras preparaba café.

-No, claro que no. Además, hacen tan linda pareja... ya me preocupaba que te quedaras soltera de por vida si seguías así. Luna es justo lo que necesitabas.

-Primero que no somos novias ni nada de eso. Segundo, tengo veinticuatro años Clau, creo que todavía estoy a tiempo de muchas cosas, no es para tanto.

-Sí es para tanto. El tiempo pasa, querida, y vos lo estabas dejando pasar. Ahora, no seas tontita y dale para adelante con Luna, sin miedo. ¿Te gusta o no?

-Sí... tenés razón, hacía mucho que no me sentía así. Luna logra descolocarme, sorprenderme todo el tiempo, es... especial, distinta a cualquier otra. Pero aun así es pronto para sacar una conclusión, por ahora solo vamos a ir viendo que pasa.

-Me parece bien...- escuché que alguien hablaba detrás de Claudia. – Acá Andre te manda saludos y felicitaciones por el noviazgo.

-Decile que también le mando saludos y ¡que no estoy de novia! – lo último lo grité para que Andrea también pudiera escucharlo. Ella y Claudia llevaban casi dos años juntas y habíamos entablado una buena amistad.

-Ya veremos hasta cuando, hablamos mañana, amiga.

-Hasta mañana, Clau. – y corté.

Más tarde recibí un mensaje de Luna.

"Hola! Cómo va? Almorzamos mañana?"

Obviamente mi respuesta fue un sí. Quedamos en almorzar a eso de las 12:30.

Eran poco más de las 12 hs. cuando llegué a la redacción, aún era temprano así que decidí esperar en la vereda de enfrente bajo las sombras de los árboles. Luna no tardó en salir, cuando me vio cruzó la calle y se lanzó a mis brazos. La recibí con gusto y me plantó un sonoro beso en el cachete antes de arrastrarme apurada al mismo bar donde habíamos almorzado la vez anterior.

-¿Qué vas a hacer para Navidad? – me preguntó luego de que la mesera dejara el sándwich sobre la mesa. Yo no había pensado mucho en la fiestas aún. Saqué cálculos y Navidad era el próximo sábado.

-Seguramente el viernes cene en casa de mis padres con Claudia y Andrea.

-¿Andrea?

-La novia de Claudia.

-Aaahhh... ¿Por qué la pasan con vos y no con sus familias? – mordió su sándwich.

-Claudia no se lleva mucho con su familia y la familia de Andrea está visitando a su familia en España. Como nosotros tampoco somos muchos las invitamos, bah, mi madre es la que tuvo la idea.

-Tu familia no vive acá, ¿verdad?

-Mis tíos viven a unos kilómetros, quizá pasemos con ellos Año Nuevo. ¿Vos que vas a hacer?

-Todos vienen a casa, vienen a ver a Mati. Mis tíos, mis primos, etc. Año Nuevo quieren ir a pasarlo a la playa. No me agrada la idea, pero si no voy sé que mis padres se van a enojar y no quiero aguantar sus quejas.

-No está mal eso de ir a la playa, me gustaría.

-Si pudiera llevarte... pero supongo que todavía es pronto para eso. Aun así, preferiría quedarme con vos.- Esto último lo dijo algo triste.

No pude evitar sonreír ante su comentario. Sentí que yo también quería que se quedara y poder verla, pero sí, era pronto para eso.

-Quizá en Navidad, puedo pasarte a buscar después de las doce...

-Más te vale, no sería Noche Buena si no lo hicieras.- me guiñó el ojo haciendo que me pusiera colorada.

Cambié de tema y seguimos hablando de otras cosas. Quería preguntarle sobre Fabián, pero no me animé. Todavía sentía algo extraña mi relación con Luna, quizá era la forma en la que se habían dado las cosas o lo que ahora sabía de Matías, pero por momentos me ponía muy nerviosa. Llevaba mucho tiempo sin estar con alguien y aunque estaba segura de que Luna me gustaba y era una chica especial para mí, no sabía a qué se debía eso. La quería, pero ¿cómo la hermana de mi amigo o quería algo más?

 


<<Gracias a todos por leer y por los favs :) >>

Encestó en mi CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora