El Comienzo De Una Nueva Historia.

C A P Í T U L O 13

Sylvia's POV

Hace un tiempo, cuando aún vivíamos en el campo, las tardes calurosas de verano, las pasaba dando vueltas por las pequeñas charcas que había.

Una de esas tardes, vi a un chico de pelo castaño y ojos rojos. Llevaba gafas y parecía tener prisa. Me quedé observándole un rato, después, desapareció entre las sombras.

- Hey...Sylv, ¿sigues viva? ¿Eres de las que piensan hasta como deben respirar?

- ¿Qué?- Miro extrañada la cara de incertidumbre de Luna. Realmente no he escuchado lo que ha dicho.

- Dejémoslo así. Lo que yo te iba a decir es más importante. Vamos de misión.- Ha apoyado ambas manos sobre la mesa y se ha inclinado hacia mí.

- No tengo ganas.- Respondo mirando el tablón donde están todas las misiones. He hecho una desde que estoy en el gremio, fue con mis padres y hermanos y no es que fuese demasiado refrescante. Sobre todo ese fuerte sofocón del sol del desierto. A nadie más que a Storm se le ocurre coger una misión con los ojos cerrados.

- Siento decirte, pequeña laguna.- ¿Laguna?- Que no era una pregunta, era una afirmación.

Temo a esas palabras.

Temo aún más que haya sacado una misión de su bolsillo y la haya extendido en la mesa.

- La cogí ayer.- Empieza a hablar de nuevo-. Me pareció interesante. Mira,-señala la imagen que acompaña al texto- es en el mar, hay que lograr una perla de no se qué cosa. Ya se la di a Mira-san, y le dije que iba contigo, ya tenemos que irnos.

Y trás eso, me ha arrastrado hasta la estación del tren.

Ahora estamos esperando a que el buen señor que nos solicitó aparezca.

Nos han dicho que trabajarán otras personas con nosotras, por eso el señor no aparece, está esperándolos porque dicen que su sentido de la orientación es mala o que han perdido a alguien por el camino o algo así. Sinceramente, prefiero trabajar sola o con un solo acompañante, las demás personas pueden ser una carga y puedo tardar más en acabar.

Yo lo único que quiero es irme de una vez a casa.

Nash's POV

¿Bajo la mesa?

No, muy obvio.

¿Detrás de las cortinas?

No, son demasiado cortas.

¡Ya lo tengo! ¡Al techo!

Reiki y yo nos aburríamos en el gremio, así que decidimos coger una misión para pensar en otra cosa que no fueran en las pelusas que volaban por el gremio o las cosas perversas que nos haría hacer Sylvia si nos veía...

Así que cogimos las más sencilla: hacer de niñeros de dos niños de siete años, mellizos.

Resultó que los niños son unos apasionados del escondite y que les cuesta mucho encontrar a los que se esconden, a si que, como buenos niñeros que somos, nos ofrecimos a darles "clases" y llevamos tres horas escondidos y ellos paseándose por la casa buscándonos.

Yo cambio de sitio a cada rato, Reiki se equipó con una armadura con su magia y se quedó parado en una esquina, casi ocultado por las sombras y allí lleva todo el rato.

- A ver, a ver, si que a alguien logro ver...

Dice uno de los niños entrando en la habitación que estoy.

No me verá a no ser que mire a la lámpara, que es donde estoy colgado, pero lo dudo.

- Hey, ¿encuentras a alguno?- Pregunta el otro entrando.

- No, esto ya empieza a ser desesperante.

Mierda, ver como se desesperan me da risa...esto es malo.

- Un momento...¿no escuchas algo?

Aguanta...

- Pffft.- HOMBRE AL AGUA, HOMBRE AL AGUA.

- ¡Oh!- ¡Han mirado arriba! ¡Me han pillado! ¡Pura mierda!- ¡Nash-niichan, te hemos encontrado!

- Vale...- Bajo de un salto y al tocar el suelo, me empiezo a reír.

- ¿Qué pasa?

- Me da risa esconderme... ¡A por Reiki!

Salgo de la habitación y miro donde se había puesto pero...

NO ESTÁ.

- ¡¿Y la armadura que estaba ahí?!

- ¿Había una armadura ahí?

Mierda, Reiki es mejor que yo escondiéndose.

Juega con la mente y las sombras.

Es como un maldito ninja.

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Turup turup...

¡¡Kon'nichiwa!!

De quien habla Sylvia?

Quienes serán esos desorientados y pérdidos? O solo habrá un desorientado y pérdido?

¡¿DÓNDE ESTÁ REIKI?!

Todos sabemos que es más importante aquí...y es Reiki.