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Frase #65

La vida es como ir en coche, vamos avanzando y avanzando y avanzando y visitamos muchas, muchas ciudades. El problema viene cuando no sabes conducir o cuando todos avanzan y tú te quedas quieto viendo como todos lo hacen. Es un poco triste. Tener depresión es como estar atrapado en un coche cerrado pero con las ventanas abiertas, sin tener idea de como conducir, y teniendo muy, muy, muy poquito ganas de encontrar la llave, que sí, quizás este en la guantera, pero es que no quieres ni buscarla, es que directamente no tienes ganas ni de salir del coche, porque ahí crees estar bien, lo triste es que ni siquiera sabes porque has llegado hasta ahí, porque en ningún momento has decidido entrar, y eso te hace estarlo aún más, triste, me refiero y cuando estés ahí el suficiente tiempo, habrá gente que vaya caminando y por casualidad te vea y no te diga nada, pase de largo... Y ya, habrá otra que intente ayudarte preguntándote si estas bien, pero es que vas a acabar diciendo que nada, pero que sabrán ellos del dolor, y pasarán de largo, va a haber gente que se quede ahí, sin decir nada y sin hacer ruido pirque tampoco saben muy bien qué hacer, esa gente, merece la pena. Porque cuando salgas del coche (si sales) seguirán estando ahí. Y van a pasar los días y va a pasar la misma historieta, no vas a tener ganas ni de salir del coche porque te has acostumbrado a estar así, aunque realmente tampoco te importa demasiado no hacerlo, salir, digo, aunque llegará un día en que te canses de la soledad y de todo en general y decidas salir, pero caerás al vacío porque te has olvidado... de andar. Y volverás, como se vuelve por segunda vez a nuestro lugar preferido. ¿Sabes qué? Todos tenemos nuestro lugar; pero algunos no lo han encontrado. Y bueno, en resumen, cuando vuelvas probablemente no le veas sentido a la vida, porque has olvidado un poquito como es la realidad aunque la veas todos los días por la ventana. Y siempre te sentirás culpable de todo lo que pase. Y ya... Y ya no tendrás ganas de hacer nada. Y de lo único que tendrás muchas ganas será de encontrar la llave y estampar el coche. Pero es que no lo vas a conseguir, nadie lo va a conseguir; salvarte, digo. Porque ya nunca volverás a ser el mismo de antes. Y es que al final lo único que te queda es acabar tomándote pastillas para sentir que no lo estas, atrapado, me refiero, o un poquito muerto. Y es que tenemos una aletas impresionante pero muy, muy poquitas ganas de nadar. Tomen nota.