Niñera (Hiatus)

3. Sobreviví

Cuando llegue a casa, abrí rapidamente la puerta, lo cual asustó a Nami que para la mala suerte estaba usando tinta china que se derramó sobre su mesa de planos. Entré en mi habitación y saqué la llave del auto, fui corriendo a la cochera y arranqué el auto.
- Cuídate Robin- escuché gritar a Nami.
Cuando llegué a la comisaria lo encontré durmiendo contra los barrotes, eso me había aliviado un poco, hablé con el policía y le expliqué lo ocurrido y unos minutos después me dejó ir junto a Zoro.
Entramos al auto en silencio, y así pasamos por unos largos minutos hasta que él finalmente hizo un movimiento frustrado y hablo.
-Bueno, era una "broma" al principio había dicho a Ussop para que te diga que Chopper se perdió, pero Chopper estaba en la habitación de Luffy. Tendrías que haber llegado al parque...
- Entonces, ¿contrataste a esos chicos?- dije en un tono molesto, cosa que me sorprendió.
De reojo lo vi mirarme con cara de no entender lo que le acababa de preguntar.
- No, te equivo--
- Bájate por favor- le dije parando el auto en frente de Rey de los Piratas. Como no reaccionaba, me acerque a él y abrí la puerta- Bájate...
Finalmente bajó y con ayuda del fiel acelerador llegué a la playa de la ciudad. Me acerqué a la orilla, me senté en la arena y abracé mis piernas.
- Estúpido...- las lágrimas no tardaron en aparecer- te odio Law...- y empecé a llorar como si no existiese un mañana.
Aquellos chicos me recordaron a la noche en la que mi ex-novio intento... violarme junto con sus amigos.
Me levanté y me acerqué al agua, lentamente empecé a adentrarme en la misma, hasta el punto que mis pies flotaban. Ahi fue cuando noté la situación en la que estaba.
Empecé a desesperarme, cada vez estaba más lejos de la orilla, entre en pánico, mis piernas se paralizaron por el miedo. Entonces sólo sentí oscuridad.
Lo último que recuerdo fueron unas manos agarrándome y llevándome a la superficie, y con la última fuerza que me quedaba en ese momento abrí los ojos y lo vi.
Era Zoro.

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- ¡Robin!- alguien me llamaba- Despierta- me presionaba el pecho, luego sentí unos labios sobre los míos y empecé a toser, nuevamente lo sentí y abrí los ojos, encontrandome así con Zoro, giré la cabeza cuando se separó y empecé a toser nuevamente.
- ¿Estas bien?- esa pregunta me molestó, rodeé mis piernas por su cintura, giramos, quedándome sobre el y empecé a golpearlo.
Él no decía absolutamente nada, simplemente recibía mis golpes, sin ningún gesto de dolor, cuando me cansé hice un puño sobre su pecho y me refugie en el mismo, y volví a llorar. Él pusó sus brazos en mi espalda.
- No me dejaste explicarte todo en el auto, estabas totalmente equivocada, quería que dejarás de ser nuestra niñera, sí, pero al ver tu cara de preocupación por Chopper por el cual no hace ni 24 horas desde que lo conoces, me hiciste dudar si decirte o no que era broma, pero lo continúe- hizo una pausa- Usopp tendría que llevarte por la derecha, y cuando fui a buscarlos terminé en un callejón- me reí un poco bajo contra su pecho- donde escuché unos sollozos, y ahí estabas tú, entre esos tipos, no soy ningún psicópata para contratar a alguien para hacer ese tipo de cosas...- empezó a acariciar mi cabello mojado- ¿Por qué te metiste en el agua sí no sabías nadar?
- ¿Cómo terminaste aquí sin perderte?
- Bueno subí a un Taxi y te seguí
- ¿Por qué me seguiste?
- Porque quería aclararte esto
- ¿Con qué propósito?
- Con que cuides a mi hermanos
- Entonces, ¿Soy apta para ser vuestra niñera?
- No me cambies de temas, ¿quieres?- me reí.
- Ya era raro que respondieras sin ningún comentario ácido.
- ¿Por qué te metiste al agua?
- Quería probarla- me tomó de los brazos, giró y quedó sobre mío.
- No te hagas la graciosa- me dijo serio y reí- Podrías haber muerto
- ¿Acaso te hará daño eso?- lo miré a los ojos y él lo apartó rápidamente.
- Sería mi culpa, técnicamente en una pequeña parte- dijo con el rostro levemente sonrosado.
- Aw que tierno- dije tocando con el dedo índice su nariz, provocando que se sonrojé.
- Basta- tomó mi manos y las pusó a mis costados. Su rostro estaba nuevamente cerca mío y miré sus labios.
- Me besaste- dije antes de pensar.
- ¿Quieres volver a probar?- me susurró a centímetros de mis labios.
- ¡¡¡Están prohibidos las parejas a estas horas en la playa!!!- gritó alguien, y miramos hacía donde provenía- ¡¡Si los alcanzo, los llevaré a la comisaría!!
- Suficiente de comisarías- dijo Zoro levantándose y tomándome de la mano- ¿Lista para correr?- asentí y empezamos a correr.
El encargado de la playa empezaba a gritar muchas cosas, yo no podía aguantar la risa, provocando así, que Zoro se ría también. Nos escondimos detrás de una piedra que estaba en la playa.
- Ya no nos persigue- dijo Zoro, recuperando el aliento de tanto reirse contra mi cuello y luego bajo su cabeza hasta mi hombro, puse mis brazos alrededor de él.