5. Semilla

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El primer año sin Zoro, fue mejor de lo que esperaba, los primeros meses estaba hecha un desastre.
Poco tiempo después de que se marchará Usopp vino a visitarme a casa, debido a que había renunciado, a lo cual Nami le molesto.
- Robin, como te había comentado anteriormente, Zoro fue a Rusia, sé que no llegaste a tiempo, si lo hubieras hecho, el estaría aquí ahora.- tomo aire y continuó.- Él fue a hablar con padre, después de mucha discusión llegaron a un acuerdo, el tendría que ir a estudiar a otro país, aún no sabe que país, lo unico que sabíamos era que iría a Moscú para reclamar la maleta de padre.- suspiro.- Me gustaría poder tener más información.
- ¿Por qué me cuentas todo esto?
- Porque sé que Zoro siente algo por ti, a pesar de todo, quiero volver a verlo feliz, él lo era antes, pero una vez que terminó su relacion con una chica, empezó a tener una actitud de perros- hizo un pausa para tomar un poco de té- Pero cuando apareciste, él... empezó a cambiar, él no iría a hablar con padre por simple capricho de puberto...
Luego de haber hablado un poco más con Usopp debió marcharse, tenía que ir a la preparatoria junto a Luffy.
Después de eso no volvi a hablar con nadie de la compañía, Nami me había regañado varias veces por no buscar trabajo por unos dos meses luego de dejar el trabajo de niñera.
Al tercer mes sin Zoro, decidí seguir mis sueños de niña, tenía dinero ahorrado y Nami decidió trabajar en la compañía en mi puesto de antes.
Mi sueño de siempre fue, ser una gran arqueóloga como mi madre.
Conocí un grupo de arqueólogos que emprenderían un viaje por Perú.
Así fue como pase todo el tiempo sin él, la arqueología era lo único que podía apartarlo de mi mente.
Durante unos de los países que viajaba, encontré a alguien que creí nunca volver a ver.
- Nico-ya- escuché llamarme, sentí el cuerpo tensarse, no podía moverme- Nico-ya, tengo unas cosas que aclarar contigo- finalmente salí del asombro e intenté correr, pero él me tomó de la mano.
- ¡¿Qué quieres Trafalgar?!
- Quiero disculparme contigo- dijo con una mirada que nunca creí ver en el de nuevo, una mirada honesta.
- ¿Crees que una disculpa quitará esas memorias de mi mente?- senti los ojos picarme y él suspiró- ¿Piensas que me gusta volver a verte y/o escuchar tu voz de nuevo?
- Espera Nico-ya, estas siendo irracional, escuchame...
- ¿Irracional?, ¡agradece que no este llamando a la policía!
- Robin- sentí un escalofrío recorrerme.
Cuando estábamos en una relación pocas veces me llamaba por el nombre, pero los veces que lo hacia era para decir algo serio...
- No me llames por mi nombre Law...- el suspiró.
- ¿Podemos hablar? ¿Y hablar correctamente como lo adultos que somos?- suspire.
- Esta bien- el grupo de expedición estaba de descanso, retomariamos la búsqueda en unas tres horas.
Entramos en un café, él pidió un café negro sin azúcar. Y no pude evitar soltar una risa.
- ¿Aún sigues con el mismo hábito?
- Empeoró en mi tecer año de medicina- sonrió de la manera peculiar que siempre hacía.
- ¿Terminaste la carrera? Creí que lo habías dejado...
- Después de que desapareciste... cambié, deje los malos hábitos que tenía y decidí terminar la carrera... digamos que termino gustandome...
- Cirujano cardiotorácico, ¿no?- se rió.
- Sí...- el camarero se acercó a nosotros para entregarnos el pedido.- Y tú, tus gustos tampoco cambiaron...
- Creo que estamos aquí para que digas lo que querías decir...
- Esta bien- suspiró- Ese día, ¿te recuerdas del chico del fleco?- asentí- El me había drogado, me dio éxtasis, lo agrego a la bebida que estaba tomando, no solamente a mi, si no a mis amigos también. Ellos nunca se comportarian así, lo conoces bien...
Eso tenía sentido, Law nunca me hubiera obligado a hacer algo que no quería, siempre me respetó durante la relación, nunca me detuve a pensar en lo ocurrido.
- ¿Entonces?
- Cuando desperte al día siguiente estaba en el hospital, había recibido una gran dosis, ahi fue donde los doctores encontraron que fui drogado por éxtasis, como no volví a encontrarte, sabía que te hice algo que no me perdonarías, no te irías sin ninguna razón bastante "fuerte", que me lleva a pensar; ¿sucedió algo?
- ¿Por qué crees eso?
- Sabía que fuiste a Alemania, te vi allí, estabas con una pelirroja, cuando tuve las agallas para volver a hablarte y explicarte todo, habías vuelto a Japón- tomo un sorbo- Dude entre ir a buscarte de nuevo y aclararte todo o seguir con mi vida... Y nos encontramos aquí- tomo otro sorbo.
- Tienes razón... me alegra volver a verte Water...- me miró sorprendido, cerró los ojos y rió.
Después de encontrarme con Trafalgar, me llevó a recorrer la zona. Pasar tiempo con el me recordó a los días que estábamos juntos. Tal vez era cierto; donde fuego hubo, cenizas quedan...
El tiempo pasó, ya iban siendo seis meses sin Zoro; la expedición terminó. Junto a Law fuimos de viaje como amigos tal vez, visitamos varios lugares turístico, fuimos a distintos festivales y fiestas de los diferentes países. En unos de los países que estuvimos, vi a un chico parecido a Zoro pero desapareció rápidamente, tal vez simplemente fue algo de mi imaginación.
Era lindo estar con el de nuevo, no quería que esto fuera más allá de nuestras manos.
- Law... Yo me gusto de alguien...
- Lo sé Nico-ya, yo estoy en la misma situación- sonrió.
- ¿Quién es la afortunada? ¡Ay me siento mal, deberías de estar con ella ahora!- él empezó a reírse.
- No te preocupes, ella está ahora de viaje de negocios, quería acompañarla, pero no me dejó...
- ¿Por qué?
- Dijo que la distraigo mucho- no pude evitar que una carcajada salga de mi boca.
- Eso es tierno, me alegro por ti...
- Y el tuyo, ¿quién es el afortunado?
- Un chico que ni siquiera sé donde se fue- sentí un nudo en la garganta- se fue, sin decirme a dónde...- no podía aguantar más, volvi a recordar toda lo de esa noche, empecé a llorar y Law me consoló.
Ese día le conte a Law sobre Zoro, él escuchaba atentamente mientras tomábamos café en el hotel que nos estábamos quedando.
Al final, pasó un año, aún no sabia nada de Zoro.
Con Law y su ahora novia (yo, la que escribe esto) fuimos a visitar a nuestros viejos amigos, donde revivimos varios vergonzosos y simpáticos momentos.
La novia de Law era completamente lo opuesto a él, pero encajaban como dos piezas de Lego. Me alegraba verlo feliz.
Me quedé con ellos por un tiempo, donde fuimos de a visitar a nuestros viejos amigos Penguin y Sashi, el tiempo pasó y finalmente decidí regresar a casa.
Ya iba siendo un año y dos meses de que había dejado la casa.
Había avisado a Nami que regresaría, la misma me estaba esperando en el aeropuerto, me hizo feliz volver a verla.
Con el dinero que estaba ganando decidió mudarse a una casa en un barrio con mayor seguridad, la casa era hermosa, seguro le costó una fortuna, pero era Nami, seguro lo consiguió barato.
- Seguro gastaste una fortuna- Nami se empezó a reír.
- Estas equivocada, me costó casi gratis, el interior de la casa estaba hecho un desastre, aún no nos mudamos completamente por cierto.
- ¿Qué quieres decir?
- Lo compre hace un mes, llevo arreglando algunas cosas, pero con el trabajo de "niñera" no puedo hacer casi nada- reí.
- Entonces ¿te ayudo?- Nami me sonrió y empezamos o mejor dicho, empecé con el trabajo.
Estaba en una muy mala situación la casa, tan mala que me llevo meses arreglar algunos inconvenientes, terminamos de arreglarla completamente en dos meses.
Nos tomo un tiempo mudar todas nuestras cosas, y más las cosas que estaban llegando de mi viaje, compre varias ropas, cosméticos, zapatos, entre otras cosas para Nami.
Mi vida se volvió completamente aburrida.
Cuando noviembre nuevamente iniciaba, empecé a recordar todo lo que había pasado con Zoro...
Lo extrañaba como nunca antes pensé poder extrañar tanto a alguien. Lo que daría por poder verlo, por poder abrazarlo, por poder hablarle, tocarle y besarle.
Cada célula de mi lo extrañaba.
El día de su cumpleaños decidí visitar la playa dónde nos besamos por primera vez.
El sol iluminaba cada ola que chocaba contra la costa, bañando así el suelo, tenía los pies sobre la tierra mojada donde con cada ola mis pies eran bañados.
- Oh~ te cuento algo desconocida, en está playa besé a una chica tan bella, que blancanieve terminaría como la bruja del cuento...
Tan pronto lo escuche hablar, sentí a mi cuerpo reaccionar, definitivamente era él.
Di la vuelta y estaba Zoro. Fui corriendo hasta estar cerca y me abalance sobre él.

Niñera (Hiatus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora