Pasaron unos minutos y fue cuando una gran luz los enceguecía a los tres animales quienes acompañaban a la deidad, se mostraba unas grandes nubes blancas, esponjosas, con un destello dorado, unas grandes rejas estaban en los alrededores, la joven deidad comenzó a caminar entre las nubes esponjosas que parecían algodones de azúcar blancos.
Todomatsu: C-Choromatsu-sama, n-no creo que sea buena idea h-hablar con sus padres en estos momentos… -el lobo lo soltó y cayo al suave suelo, levantándose enseguida y empezando a saltar para seguirle el paso a su amo-
Karamatsu: R-Recuerde que sus p-padres siguen molestos por que se fue a vivir al mundo de los humanos siendo un inmortal…- dijo comenzando a caminar detrás de su deidad-
Choromatsu: ¿Y eso que tiene?, ellos aceptaron, no me importa si siguen molesto por eso, yo puedo hacer lo que quiera…- dijo caminando a las grandes puertas del cielo-
Jyushimatsu: ¡Choromatsu-sama, Choromatsu-sama!- le llamo corriendo a su alrededor divertido-
Choromatsu: ¿Qué sucede?- le volteo a ver y el pequeño tigre le miro con unos ojos brillosos y grandes- U-Uh…-miro fijamente al pequeño tigre-
Jyushimatsu: ¿Esta molesto?- frunció el ceño hacia arriba con una mirada de preocupación- No me gusta verlo de esa manera… no se ve feliz… ¿No se alegra de ver de nuevo a sus padres?...
Choromatsu: A-Ah…- desvió un poco la mirada un tanto seria y triste- y-yo…
Jyushimatsu: A mí si me alegraría volver a ver a mis padres…- movió la cola y nuevamente mostro esos grandes y brillantes ojos ambarinos- si pudiera…
Todos se quedaron estupefactos al escuchar aquellas palabras, Choromatsu miraba sorprendido, aquel tigre, a pesar de ser muy distraído y un poco brusco, era bastante sincero y honesto, esas palabras le dolieron a los animalitos y por supuesto a Choromatsu, ya que sabia muy bien que esas almas que estaban en los animales, eran almas que al seguirse conservando tan puras y que a pesar de que murieron de una manera trágica después de haber perdiendo lo que mas querían, a su familia, a sus seres amados, a las personas que amaban, eran purificadas y educadas para convertirse en guardianes, para diferentes dioses, eso era una recompensa que les brindaban los dioses de llevar una nueva vida, mas sin embargo estos eran inmortales, en el caso de esos tres animalitos, los tres habían sufrido de diferentes maneras, bastante dolorosas. Choromatsu tomo al pequeño tigre con una leve sonrisa, un tanto triste.
Choromatsu: Si… yo estoy feliz de ver otra vez a mis padres…- dijo sonriéndole cálidamente y acariciándole la espalda al pequeño tigre, comenzando a caminar a la gran entrada, quien era vigilada por un gran guardián-
Guardián: ¿Quién osa venir a perturbar la grande paz en el reino en donde los dioses descansan?- dijo de manera intimidante aquel hombre-
Choromatsu: Soy yo, Choromatsu, la deidad de la tierra, vengo a ver a mis padres…- dijo sonriendo amablemente, todos los animales que lo seguían estaban serios, el guardia se sonrojo al ver la sonrisa de aquella delicada criatura hecha por su mas grande padre-
Guardián: A-Ah… ¡C-Choromatsu-sama, D-Disculpe mi impertinencia, n-no me habían avisado que vendría!- dijo avergonzado inclinándose ante aquel joven-
Choromatsu: Tranquilo, esta bien, no tienes que preocuparte, yo perdono a toda aquella criatura de buen corazón- sonrió ampliamente, con un aire de inocencia y pureza única-
Guardián: A-Ah…- le miro con los ojos brillosos, y viendo que realmente era una persona muy amable, lleno de alegría y positivismo-
Karamatsu: Oye, ¿No vas a abrir la puerta?- dijo mirándole un tanto extrañado y molesto al ver como miraba a su amo-
Guardián: A-Ah… d-disculpe…- se levanto y se dirigió a quitar el gran candado que tenia la gran puerta, esta se abrió pesadamente- ¡P-Pase!- le dijo con un sonrojo enorme en su cara-
Choromatsu: Muchas gracias… - volvió a hacer el mismo gesto y un aura le cubría, una de paz y tranquilidad, aquel hombre solamente miro a la deidad como si de un bello ángel se tratase-
Guardián: s-si…- vio como se iba caminando tranquilamente hasta que se adentro completamente y las puertas comenzaban a cerrarse-
Todomatsu: Choromatsu-sama debería de dejar de sonreír de esa manera- le miro recelando a su amo-
Choromatsu: ¿Uh? ¿Por qué?, solo fui amable… - bajo la mirada al ver al conejito rosita brincando a su lado-
Karamatsu: No es eso, Choromatsu-sama… se refiere a que puede causar controversias el que usted hable de esa manera con cualquiera… podrían h-hacerle cosas que no deberían… - tratando de advertirle-
Choromatsu: ¿Cosas?, ¿A que te refieres?- dijo todavía sin entender, el conejo iba a continuar, pero sin darse cuenta ya se encontraban en la presencia de los grandes dioses-
Unos se encontraban tomando un delicioso vino, al parecer estaban en fiesta, con muchas chicas inmortales, o con diosas, todos en una gran fiesta, y ahí estaban sus padres, el dios Izanagi el creador del mundo y junto a su más que hermosa esposa Izanami, empezó a entrar lentamente y todos guardaron silencio, hasta que se comenzaron a acercar.
Susanoo: ¡Oh, pero si es el pequeño y lindo Choromatsu!- dijo acercándose aquel hombre mayor y de grande barba, con una copa de vino, le tomo por los hombros y lo llevaba caminando a la comida- ¿Cómo estas, pequeño Choromatsu?
Choromatsu: S-Susanoo-sama…- sentía como poco a poco le mojaba un poco de vino, el pequeño tigre lamia las pequeñas gotas que caían en su brazo- M-Me encuentro muy bien… ¿Y-Y usted?- le dijo amablemente sonriéndole levemente-
Susanoo: ¡JAJAJA, muy bien, muy bien, al parecer vienes de visita, ¿No quieres comer algo?!- le dijo sacudiéndole un poco brusco-
Choromatsu: A-Ah… n-no, estoy bien, g-gracias…- comento un poco incomodo-
Susanoo: Bien, bien, me imagino que quieres ir a ver a tu padre, ¿No es así?- el chico asintió- Pues bien, adelante- le empujo, y antes de retirarse se volteo y sonrió amablemente-
Choromatsu: Bueno iré a ver a mis padres, con su permiso- se inclino enfrente de ellos y se dispuso a retirarse, pero alguien le tomo de la muñeca y le jalo fuertemente, arrinconándolo en un pilar- ¡Ah!- soltó un pequeño grito de sorpresa-
Karamatsu: ¡Choromatsu-sama!- miro como su amo era tratado, y comenzó a gruñirle a cierto dios, de cabello oscuro, con ojos verdes, alto, con un cuerpo bastante envidiable para los fisicoculturistas-
Oinari: Hola, mi pequeño, Choromatsu-chan…- aquel hombre era el dios de la fertilidad, seducción y todo referente a lo sexual, también en la agricultura y diversas cosas más; le tomo de la delicada barbilla y la levanto para que le mirará-
Choromatsu: A-Ah… O-Oinari-s-sama…- le miraba sorprendido ante aquel ataque sorpresivo para el castaño- ¿C-Cómo se e-encuentra?- dijo amablemente, pero un tanto nervioso-
Oinari: Oh cielos, ¿Cuántas veces te he dicho que me digas “Inari”?- le miro con un cierto puchero en su rostro, pero después, sonrió levemente, para dirigirse al cuello del menor y darle un delicado beso-
Choromatsu: A-Ah…- sintió su cuerpo estremecer, y trato de alejar a Oinari de él- D-Deténgase, O-Oinari-sama…
Oinari: Eres tan lindo… - le volvió a besar el cuello, los animales le volvieron a gruñir, después una bella chica, alta, delicada, fina, de muy buen cuerpo, de cabello largo y rubio, de ojos azules y con un largo vestido, le propino un fuerte golpe a Oinari en la cabeza - ¡Gah!- soltó enseguida a Choromatsu-
Amaterasu: ¡Inari-kun, cuantas veces te he dicho que no atosigues a las chicas!- no había visto bien a quien era que “Acosaban”, hasta que Inari se hizo a un lado por el golpe-Oh… ¿Uh?-volteo a ver y era Choromatsu, su más que viejo amigo- ¡Choromatsu-kun!- fue y lo abrazo como nunca- ¡Cuánto tiempo!, ¡¿Cómo has estado?!- le dijo apretujándole entre su pecho-
Choromatsu: A-Amaterasu-s-sama…-no podía respirar incluso tuvo que soltar al pequeño tigre para que pudiese respirar y escapar de aquella aplastante bienvenida- N-No puedo… r-respirar…
Amaterasu: ¡Mo, ¿Cuántas veces te he dicho que me llames, Amaterasu-chan?!- le dijo un tanto molesta, le soltó, mirándolo feliz-
Choromatsu: L-Lo siento… - dijo un tanto apenado- N-No me acostumbro a decirte de esa m-manera… A-Amaterasu-c-chan…- dijo desviando la mirada un poco sonrojado, era su amiga de la infancia, más sin embargo sus padres, le dijeron siempre que nunca debía faltar a respeto a ningún otro dios-
Amaterasu: ¡OWWW! ¡QUE LINDO!- lo abrazo fuerte, al ver como desprendía su aura de inocencia y vergüenza-
Tsukuyomi: Amaterasu-Nee-san… deberías dejar de aplastar a Choromatsu…-dijo un chico de cabello azul y de ojos amarillos, con un gran cuerpo esculpido y bien formado, se notaba que estaba trabajado, se acercó y le tomo del hombro a su hermana, dejando que ella lo soltara, el pobre chico estaba más que mareado-
Choromatsu: ¿E-Eh?- sacudió su cabeza y miro al chico de cabello azul, él también era su amigo de la infancia, sonrió de manera amable y lo miro hacia arriba, Choromatsu, siempre había sido bajo, delgado y delicado- Tsukuyomi-sama… cuanto tiempo sin verlos, se ve que se encuentran muy bien…- le miro con sus ojos color verde brillantes y profundos, como si pudiera ver tu alma-
Tsukuyomi: Por supuesto que si, después de todo no nos puede pasar nada, somos inmortales… excepto la destrucción completa de nuestro amuleto mágico…
Oinari: Oye, Amaterasu-chan, eso me dolió mucho…- le dijo un tanto molesto, pero a la chica no le importo-
Amaterasu: Estabas atosigando a Choromatsu-kun… además tenia que salvarlo de tus garras de pervertido…
Oinari: Que cruel eres, Amaterasu-chan~~- dijo con un cierto tono cantarín- ¿Verdad, Tsukuyomi-chan?- quien se le recargo por los hombros y le tomaba de la quijada y lo acercaba a él para darle un beso, pero el peli-azul coloco su mano entre él y la cara de su “amigo”- ¿Uh?
Tsukuyomi: Ni se te ocurra…- dijo molesto, tratando de alejarlo-
Choromatsu: Siguen siendo los mismos…-sonrió nuevamente- Que alegría…
Amaterasu: Oye, Choromatsu-kun, ¿Quiénes son ellos?- miro a los animales que le seguían-
Choromatsu: Ah… e-ellos son mis guardianes, él es Karamatsu-señalo al lobo- el que sigue es Todomatsu-mostro al conejito- y por ultimo Jyushimatsu…- el tigre movía la cola juguetonamente y brinco para que Choromatsu le sostuviera- Wow…- lo sostuvo y lo miro feliz-
Amaterasu: Vaya, que lindos…- miro a Todomatsu y lo cargo- es tan tierno, ¿Enserio, Te cuidan?-restregó su mejilla con la de Todomatsu y este se sentía un tanto apenado, pero el conejito brinco al no sentirse cómodo con otro dios que no era su amo-
Tsukuyomi: si que son bastante lindos…- acaricio la cabeza de Karamatsu, como si fuera un perro enorme-
Choromatsu: S-Si… mi padre y mi madre me los dieron, como regalo de cumpleaños, cuando decidí ir a la tierra…
Amaterasu: ¿Y como te has sentido?- miro a Choromatsu un tanto preocupada- ¿Los humanos te han hecho daño?
Choromatsu: A-Ah… N-No… e-ellos… - miro a Jyushimatsu que se comenzó a dormir con las caricias que le propinaba el joven- son amables, cariñosos, bondadosos… y m-me veneran mucho…
Tsukuyomi: ¿Te veneran, esos es obvio que no?- dijo mirando un tanto dudoso volteando a ver a su hermana-
Amaterasu: Si, Choromatsu-kun eres muy lindo, es obviamente que te venerarían, además eres hijo de los grandes dioses Izanagi e Izanami, eso es obvio
Oinari: Es más si fuera un simple mortal y viera a Choromatsu-chan- se hinco ante el chico de cabello castaño y le tomo la mano- Desafiaría a los mismísimos dioses con tal de permanecer siempre a su lado y hacerlo mio cuantas veces quisiera…- le beso la mano, haciendo que el castaño se sonrojara ante aquellas palabras y acciones-
Todomatsu/Karamatsu: ¡AAAAH!- vieron como su amo era tratado de esa manera por otro dios y por supuesto, lo comenzaban a celar iban a atacar, pero se les adelantaron-
Amaterasu: ¡AH, OINARI-KUN, NO DIGAS ESO!- le dio un golpe aventándolo lejos y aventándosele para seguirlo golpeando-
Tsukuyomi: ¿Y bien?- viendo como su hermana se encargaba de aquel pervertido-
Amaterasu: ¿Uh?- se detuvo de golpear aquel dios que realmente le sacaba de quicio por tratar de “molestar” a su querido amigo, después le jalo de las ropas que traía a aquel dios con alto índice de lujuriosidad y le dijo al oído en un susurro- Oinari-kun, ¿Estas loco?, Que no ves que Choromatsu-kun es alguien sensible y de por si le interesan los humanos, ¿Acaso no crees que si llega uno y le dice lo que tu mismo acabas de decir, Choromatsu-kun deje de ser una deidad?- le comenzó a sacudir-
Oinari: ¡Wahhh!, bien, bien lo entiendo, fue mi error- dijo siendo sacudido violentamente-
Choromatsu: S-Si… pero… antes n-no sabían de mi existencia… hasta que…
Todomatsu: C-Choromatsu-sama, le recomiendo que no diga eso aquí…
Choromatsu: A-Ah… s-si- se dio cuenta que no era el lugar correcto para decirlo- después les diré, ¿Esta bien?, ahora vine a platicar con mis padres… se los prometo, se los contare, pero en estos momentos no… -Amaterasu e Inari se levantaron y miraron a Choromatsu un tanto preocupado-
Amaterasu: O-Oh… e-esta bien… -miro a su hermano y este asintió levemente-
Choromatsu: les enviare una invitación para que vayan a la tierra y pueda hablar con ustedes… sé que por una vez al año puede bajar al mundo de los mortales, así que los estaré esperando, ¿Están de acuerdo?- ambos asintieron, después la chica se acercó a Choromatsu, se agacho y le dio un fuerte abrazo-
Amaterasu: si te llegan a hacer algo los humanos, siempre puedes volver aquí, aquí nosotros nunca te dañaremos…- se alejó y le miro con una sonrisa-
Choromatsu: No creo que eso pase… - le sonrió amablemente- ellos no me harán nada-
Amaterasu: de todas maneras- se acercó y le un beso en la frente alejándose de Choromatsu, sonriéndole cálidamente, este se sonrojo un poco, pero le correspondió la sonrisa-
Tsukuyomi: Cuídate mucho, Choromatsu… en el mundo de los mortales estas vulnerables a que demonios o espíritus malignos te ataquen…-le dijo un poco serio-
Choromatsu: Tranquilo, para eso están mis guardianes y además… la naturaleza esta conmigo…- sonrió ampliamente-
Amaterasu: Choromatsu-kun…
Oinari: Choromatsu-chan… - le tomo de la delgada cintura y lo arrimo a su ser-¿No quieres despedirte con un beso mío?- dijo sensual, tomándole de la barbilla y levantándosela delicadamente-
Choromatsu: A-Ah… y-yo…- trato de desviar su cara, pero no podía, sentía el aliento cálido de Oinari estaba apunto de darle un beso, hasta que, Amaterasu y su hermano gemelo Tsukuyomi le dieron una fuerte patada hacia abajo justo en la cabeza, aplastándosela con el talón, alejando Amaterasu rápidamente a Choromatsu de ese pervertido-
Oinari: ¡Gah!- cayó al suelo con un gran chichón en su cabeza-
Choromatsu: ¿O-Oinari-sama?- miraba como aquel pobre dios estaba en el suelo mal herido-
Tsukuyomi: Sera mejor que sigas tu camino, Choromatsu…
Amaterasu: Si, no queremos que este pervertido vuelva a tocarte…
Choromatsu: A-Ah… s-si… bueno, me voy, un gusto volverlos a ver- se despidió amablemente y se fue caminando-
Karamatsu: Choromatsu-sama, debería evitar toparse con mas dioses, le están acortando el tiempo de su visita aquí… mire- le señalo un reloj de arena que tenia Choromatsu en la parte de enfrente de su brazo, en el cual marcaba el tiempo que le faltaba para volver a la tierra y este ya estaba con menos de 5 minutos, así que le iba ser difícil el poder hablar tranquilamente con sus padres-
ESTÁS LEYENDO
La deidad de la Tierra
FanfictionEstá es una historia Osomatsu x Choromatsu, la cual trata de una "Deidad" que decide abandonar el reino de los dioses, para observar más de cerca a los humanos,los cuales son más que interesantes para nuestro Dios, más sin embargo, existen reglas de...