Besar o Amar (Pausada)

Capítulo 18

Esto fue lo que escribí para mi hermana. 

Querida Alison:

Me parece una estupidez empezar diciendo "Querida" pero da igual, siempre me dijeron que así se empezaban las cartas y lo malo de todo esto, es que ya nadie usa cartas, una lástima, pues reflejan más de lo que te puedes imaginar, pero lo único que tiene en contra es que no puedes ver que es lo que me está pasando. Alison, ahora mismo, estoy llorando y tu estás en el piso de abajo compartiendo un momento con la persona más cool que me has presentado y con la que quiero que estés cuando yo no este para ti porque confió en él. Alison, me voy. Y no te diré a dónde para que no le digas a nadie pero cuando me sienta mejor te llamaré a pedirte perdón por dejar así las cosas y ser tan cobarde como para afrontar la realidad. Alison, amo a Finn, lo amo, es todo en lo que pienso a diario y no sabes cuánto me duele que él (tachado) no puedo decir que no me entiende porque ni yo me entiendo. Pero esa noche que nos peleamos, él me dijo: "Desearía haber sido uno de esos chicos con los que sólo te acuestas y nada más" y eso me llevó a pensar en tantas cosas, muchos por qués y, Dios mío, necesito irme, alejarme de todo y pensar, sabes que siempre lo hago, desde los 18 solía desaparecer por días y mamá me castigaba, porque no sabía nada de mí, no sé cómo no lo viste venir. Me iré para pensar, para no estar cerca de la persona que amo y dañarlo con mi mente estúpida que ni siquiera puede concentrarse en una sola cosa. Alison, tu me enseñaste a amarme, pero no me he estado amando desde que ocurrió toda esa mierda. Quiero que sepas que voy a estar bien y que te amo demasiado, incluso un poco más que a Finn, y siempre daño a las personas que amo, puedo dañarte a ti también. No sé cuando regrese. Te amo. Ansel, cuida de ella, lamento que ella este llorando, lamento que veas sufrir a la persona que amas, parece que en eso somos iguales. >

Alison ya debe estar leyendo lo que le escribí y tal vez, le haya roto el corazón, pero no puedo hacer ya nada, ya estoy sentada en el avión.

Salí de casa mientras ella y Ansel dormían en el sofá abrazados, dejé la carta húmeda de mis lágrimas encima de mi cama, sé que ella entrará a mi habitación cuando despierte para saber que iba a hacer hoy, siempre lo hace.

Antes de salir de casa, llamé a Alexandra para decirle que se buscará a otra persona, que no sabía cuando regresaría, ella me preguntó a dónde iba y le expliqué que no podía decírselo, afortunadamente ella entendió, me dijo que yo siempre estaría bienvenida.

Después de 22 horas de vuelo, incluida una hora de escala en Singapur en la que conocí todo el aeropuerto, llegué a mi destino. Hice todo el ritual sagrado de recoger mis dos maletas gigantes y entregar todos mis documentos a muchas personas, hasta que salí de toda esa enredadera de gente. Caminé con un carrito con mis maletas hacia mi chico, que me veía sonriente, había venido a recogerme, como él prometió, llegué hasta él y dude antes de echarme a llorar en su hombro. Su hermano menor, Tyde, estaba acompañándolo así que traté de tranquilizarme para saludarlo pero lo único que hice fue llorar más.

- Iremos a casa, _________ - Troye me abrazó por un lado mientras su hermano empujaba el carrito.

Salimos del aeropuerto y, ya un poco más tranquila, ayudé a subir mis maletas al auto de Troye, me subí como copiloto.

- Te va a encantar Perth - dijo Troye.

- Lo sé, me encanta este clima - dije. - Me hace recordar a mi casa.

Perth estaba nublado y gris, olía a mar en todo el lugar y tal vez, si no estuviera en el auto, apostaría a que puedes sentir la brisa del mar.

La casa de Troye estaba muy cerca al muelle, era de un solo piso, todo era tan distinto a Londres, perfecto para las personas que odian las grandes ciudades, no para mí.