Capítulo 9

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Besar no es solo sexualidad, tampoco es un roce de labios como dice la definición de la Real Lengua Española.

Besar es una expresión de cariño, de deseo, de pasión y de amor. 

Finn tomó mis caderas y las pegó a su cuerpo. Nuestros labios seguían juntos sin moverse pero pronto esto resultó una molestia, empecé a mover mis labios y él me siguió.

Él olvidó que estábamos yendo despacio, el beso se convirtió en deseo, en esas ganas de que nuestros cuerpos nunca se separen. No me di cuenta cuando mis manos se fueron a su camiseta, estaba a punto de quitársela... ¿En serio quiero hacerle esto a Finn? Me refiero a... jugar con él, como hago con todos los chicos.

- Yo... - dije entre el beso - No puedo.

- ¿Qué? - dijo Finn y me llevó al sofá aún besándome.

Caímos en el sofá y adiós camiseta de Finn ¿Cómo se le ocurre hacerme esto? Juro que no aguanté y me tiré, literalmente, otra vez, hacia su cuello y él hizo lo mismo con mi camiseta.

- Mejor vamos a mi habitación - dijo y trató de cargarme. Sus palabras hicieron que me de cuenta que es lo que estaba haciendo.

- ¿Qué? Yo... Finn... no espera - forcejeaba pero igual me cargo.

Tenía mis piernas rodeando su cintura y él sus manos en mi trasero para que no cayera.

- ¿En serio quieres que me detenga? - preguntó Finn mirándome a los ojos.

- Es por tu bien, Finn - respondí.

- ¿Por mi bien? ¿Acaso tienes sida o algo? - bromeó pero igual me dejó en el suelo.

- No - me volteé y camine hacia la cocina olvidándome que esta no es mi casa.

- ¿Entonces? - levantó sus brazos y los dejó caer. Me siguió.

- Finn... Yo no quiero que tu seas un chico más - me sonrojé.

- ¿Un chico más? - se acercó a mi.

- Tengo hambre ¿No tienes algo de comer? - cambié notoriamente de tema.

- No me cambies de tema, ________- tomó mis caderas e hizo que me volteara a mirarlo.

- Finn...

- __________... - alzó una ceja.

Dios, por favor, mándame algo o alguien que pare esto. Espere. Nada. Al parecer voy tener que afrontar esta situación.

- Finn... tú no me conoces.

- Ya lo sé, te lo he dicho, pero eso no importa, no me importa tu pasado __________, entiéndelo - tenía sus manos en mis brazos y los apretaba muy fuerte.

- Finn... ¿Con cuántas mujeres has estado en tu vida? - prácticamente le escupí una pregunta en la cara.

Quería que me responda eso... Me iba a doler, no me lo imagino con otra persona que no sea yo.

< Que egoísta. No es un buen momento para que hablemos, querida conciencia.

- ¿Qué? ¿A qué viene esta pregunta? - me soltó, levantó sus manos y luego las dejó caer.

- ¡Responde!

- Está bien, está bien... No lo sé... - pensó por un rato. -  ¿Tres? Si, si, tres.

Tres. Mal número. Las lágrimas empezaron a asomarse, me volteé y no lo miré. Soy una zorra... ¿En qué momento me convertí en esto? ¿En qué momento me acosté con tantas personas?

- __________... ¿A qué viene esta pregunta? - repitió, Finn no hizo esfuerzo para que volteara, él podía sentir mis ganas de morir.

- Casi veinte  - dije sin más.

Voltee y lo miré directamente al rostro.

- Veinte... - susurró - Pero... Tú solo has tenido un novio en toda tu vida.

Eso me quebró, yo no quería que Finn sea otro número más, esa lista no es buena, casi la mayoría de esos chicos no sabían ni mi nombre ni yo el suyo, casi ni me acuerdo de sus rostros, solo se que eran muy guapos, los más guapos de toda la fiesta.

Cuando era una chica de 19 años, acostumbraba a salir todos los sábados en la noche, algunas de esas noches el alcohol controlaba mi cuerpo y en peores casos las drogas. Recuerdo mi primera vez...no fue con un novio precisamente, fue con un "amigo", no recuerdo muy bien exactamente.

Me sentí una basura, tenía ganas de desaparecer. Finn no decía nada.

- ¿Y? ¿Sigues pensando que soy una buena chica? - levanté mis brazos pidiéndole que me responda.

- Si - se encogió de hombros. - ¿Qué tiene que ver el sexo con que quiero que estés conmigo?

- Finn... - cerré mis ojos y suspire, buscando como explicarme -  Tienes 24 años y has estado con tres mujeres en toda tu vida... y yo tengo 22 y estado con veinte y no en las mejores condiciones, ¡acaso no entiendes que no quiero que tú seas uno de esos chicos!

- ¿No quieres tener sexo conmigo? - se señalo a sí mismo.

- ¡No! Claro que quiero, Finn, esto no tiene nada que ver con si deseo o no estar contigo- me puse roja.

- ¿Entonces...?

- Finn, tu... eres especial para mí - la sangre subió a mis mejillas pero ya había abierto mi corazón hacia él, ya no puedo parar. - Yo nunca hubiese corrido hacia la casa de un chico en plena lluvia solo porque necesitaba verlo, yo nunca me había puesto roja frente algún cumplido o algo, yo nunca me había sentido así Finn.

Lo miré a los ojos y por primera vez sus mejillas se tornaron de un color rojizo, muy rojo, lo bueno es que ahora ya no hay un sonrojado en la habitación. 

- Te quiero - dijo Finn. Una lágrima corrió por mi mejilla y otra por la suya. Ambos sonreímos. - Amor estúpido, nos vuelve sensibles - dijo. Lanzó una carcajada. 

Qué bipolar nuestra conversación, pero así es el amor, en un momento puedes estar feliz con tu pareja pero al otro te acuerdas de algo que pasó hace mucho y te enojas o al contrario, estás muy enojado con esa persona pero te hace reír y te olvidas de todo ¿Quién comprende al amor?

- Vamos a hacer algo... - propuso Finn. - Te cuento mi vida entera y tú me cuentas la tuya.

- Está bien... - asentí temerosa. - Pero... - sonreí - Primero quiero comer - comenzó a reír. 

- Está bien - me dio un beso en la frente.

Pasamos la tarde comiendo pizza y hablando de nuestras vidas. Finn comprendió que mi familia era una basura y que las únicas personas a quienes puedo llamar familia eran Alison y mi hermana. Yo comprendí que él no podía tener muchas novias porque estudiaba en un colegio de puros varones. Él entendió que fui una adicta a las fiestas hace unos años y que pasaron muchas cosas en ellas que no me gustaban recordar. Yo entendí que a él le encantaba ser hermano de Jack pero a veces era tan difícil para él sentirse... original. Él supo cuáles eran mis metas y sueños; cuales eran mis gustos y disgustos; cuales eran mis planes para futuro; y como, desde hace algunos años, me había imaginado una vida junto a la persona que me encuentre y me muestre que me ama. 

Él simplemente escuchaba, veía como mis ojos veían un futuro que yo ya amaba desde ahora, como miraba al infinito y me sentía infinita. Sus ojos verdes brillaban cuando hablaba sobre cuántos hijos quería tener o que países me gustaría visitar. Le conté que siempre había envidiado a las parejas que se daban un beso en el Taj Majal al atardecer. Le conté que quería que mi luna de miel fuera en Grecia. Le conté que odiaba mis cicatrices, que me hacían recordar lo estúpida que era y me hacían sentir débil, pero aún así... Hay algo que le seguiré ocultando.

Su pecho se me hizo tan cómodo que me quedé totalmente dormida.

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Besar o Amar (Pausada)Where stories live. Discover now