Desperté con unos enormes ojeras pero como no si en toda la maldita noche no pude dormir maldita sea, todo por un estupido beso un pinche beso que no debí dar. A pero no ahí voy de pendeja a darselo, bueno después seguiré renegando ahorita solo me dedicare a arreglarme por que si no llegaré tarde a clases.
[....]
Llegando a la secundaria me quedó viendo en la nada, de repente vino a mi mente Roberto, no se el por que pero, no se, es como si el ya formará parte de mi, raro no?. Total me acuerdo de la serenata, mi primer maldita serenata me la dio el maldito pero encantador de Roberto, hay como lo odio pero lo quiero asi de amigos, no piensen que de otra cosa. Sin darme cuenta ya estoy dentro del salón, dejó mis cosa recuesto mi cabeza en el mesa banco y pienso.
«Valla no te duele la cabeza»
No gracias a dios, bien ahora no es Roberto, si no el maldito beso que me di con Miguel, así o mas idiota.
«Asi por favor »
No opines si, bien lo recuerdo muy bien, maldita sea, me gusto si lo admito, me G-U-S-T-O, lo se no debería gustarme, pero entiendan, nunca me habían besado así, los besos de Hector son diferentes, ya les había dicho.
-Frigga- Hablo Darlene.
-Hola.
-En que piensas.
-En nada, sólo tengo sueño.
-Mentira se lo que paso ayer, no mientas dime.
Mierda ya se entero del beso, ahora que hago, le dirá a Hector, no lo creó pero por si las dudas.
-Le dirás.
-A quien?
-A Hector.
-Pues si el me dijo.
Bien ahora llega la escena donde yo muero.
Testamento
A mi perrito le quiero dejar todo, mi ropa zapatos, todo.
A mi amiga la muy pendeja que me cambio por Amber, si Amayrani, te dejo la colección de juegos que tengo y por favor rompe mi celular destrullelo es mas en tierra lo conmigo.-De que hablas- Pregunto
-De que ayer te viste con Hector y no hicieron nada mas que besarse.
-A era eso .
-Pues que otra cosa hisiste.
-No no hice nada.
-Bien.
-Hola chicas- Era Amayrani.
-Hola- Saludamos Darlene y yo al unísono .
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Odio Amarte
AdventureFrigga ya sabe lo que se siente perder una amiga, pero, sabrá lo que se siente que te rompan el corazón