Sabía que esto pasaría algún día. Tener que salir yo solo, sin ti a mi lado como siempre, sabía que algún día tendría que enfrentar al público por mí mismo sin tu ayuda, sin tu compañía. Pero aunque sabía que este momento llegaría algún día, me sentía terriblemente solo sin tener esa firme mano a la que estrechar si algo no iba bien, me sentía triste porque esa noche terminaría el año y no podría pasarlo a tu lado, como el año pasado había hecho y quería seguir haciendo por siempre. Tenía tanto miedo de salir solo que la simple idea de no estar contigo hacia que me pusiera a llorar.
Salí a escena con todo el mundo esperándome, esperándonos, era realmente hermoso ver la cantidad de gente que me apoyaba para seguir adelante un año más y me hacía feliz verlos a todos ahí, no quería decepcionar a nadie. Me temblaba todo el cuerpo, toda esa gente había venido a verme sabiendo que tú no estarías, no podía decepcionar a nadie ahora. Comencé a enrollar con mis dedos esas pequeñas extensiones azules que me dejaste especialmente para hoy, para saber que estarías conmigo.
—Estoy muy triste y me siento muy mal, pero estoy seguro de que es peor para nuestra audiencia y para el mismo Soraru-san. Necesito ser fuerte —dije al empezar el espectáculo de aquella noche.
>>Como su compañero, completaré su parte del espectáculo por mí mismo. Estoy seguro de que gran parte no será perfecto, pero dejadme intentar lo mejor de mí mismo.
>>Espero que Soraru-san cure completamente, reflexione sobre esto y recupere su energía. Lo siento mucho.
Tras decir esto, puede comenzar. No puedo decir que ningún momento del espectáculo fuese divertido para mi, ni mucho menos, la gente estaba animada, me animaban. Era un lugar precioso, un momento precioso, un espectáculo precioso, una sensación preciosa; pero no era la pareja perfecta porque... solo estaba yo. Pero llegó el momento de cantar y me di cuenta de que finalmente cumpliría nuestra promesa de tiempo atrás, de nuestro primer tour, aquella que siempre recordaría:
—Oi, Mafumafu —me dijiste antes de salir, viendo lo nervioso que estaba—, te prometo que si tú no puedes cantar, yo cantaré tus partes —sonreíste y te imité con la sonrisa más grande que pude—. Pero recuerda que si yo no puedo cantar, tu cantarás mis partes. ¿De acuerdo?
—Lo prometo, Soraru-san.
Te tomé la mano y mis nervios pararon aquella vez, esa promesa me tranquilizó. Y ahora era el momento de cumplirla, y los nervios volvían a recorrerme y a sacudir mi cuerpo; aferré el micrófono como aferraba tu mano en aquel entonces, temía que la voz no me saliera al oír la música, temía no poder cantar sin ti a mi lado. Antes de cantar le conté a la audiencia sobre nuestra promesa, para que entendieran por lo que estaba pasando en esos momentos, pero nadie entendería mejor que yo esta sensación. "Ouka ni Tsukiyo to Sode Shigure" comenzó a sonar, canté tus partes y las mías lo mejor que pude, pero se me escaparon las lágrimas sin poder evitarlo, rodaban por mis mejillas sin que yo pudiera evitarlo, me limpié la cara con el dorso de la mano. Lo mismo pasó con "Sekai Shikku ni Shounen Shoujo". Aunque quería seguir con mi promesa no pude soportarlo, las siguientes canciones yo canté tus partes y el resto me ayudaron cantando las mías, fueron de mucha ayuda.
Tras las canciones comenzaron los fuegos artificiales, puedo asegurarte que no he visto algo más bonito en toda mi vida. Pero el único deseo rondando mi mente en aquellos momentos era tenerte a mi lado, te echaba mucho de menos, de verdad. Me llevé nuevamente la mano al pelo, al igual que al principio de la actuación, y sonreí al imaginarte. Miré alrededor del escenario mientras sonreía y dije desde el fondo de mi corazón lo que sentía:
—Esto es hermoso. Desearía poder enseñárselo a Soraru-san también.
Todos me miraron por un momento sin decir nada para después recibir sus abrazos, me picaban los ojos, pero pude aguantar las lágrimas aquella vez. Quería agradecérselo a todos por estar conmigo aquel año, eran de las mejores personas que conocería nunca y lo sabía. Muchísimas gracias.
Nada más terminar el espectáculo te llamé, había oído que volvías a estar en casa y, aunque temía que en esos momentos ya te hubieses dormido o no pudieses hablar, tomaste el teléfono y pude oírte, finalmente, la única voz que había deseado oír durante toda la noche, aunque estaba claro que seguías enfermo y estabas a punto de dormirte, me hacía feliz poder oírte.
—Feliz año nuevo, Mafumafu —me dijiste con dulzura, con una débil voz que se notaba que te costaba mantener—. Gracias por ser tan buen compañero otro año más.
—Lo mismo digo, Soraru-san. No sabes cuánto tiempo he deseado escuchar tu voz, siento que la estés forzando para hablarme.
—Mafumafu, tu voz... ¿estás llorando?
—¿Are? —pasé mi mano por mis mejillas, me había puesto a llorar sin darme cuenta de nuevo—. Esto es extraño... parece que estoy llorando.
—¿Wasurerarenbo?
Ambos nos reímos, me limpié la cara con la manga, era como estar con él... Sonreí mientras seguía llorando, no podía controlarme, no con él. Oí como su risa paraba por culpa de la tos y yo también paré de reír, parecía que quería decirme algo importante.
—Oi, Mafumafu.
—¿Sí?
—Te quiero, ojalá pudiera estar contigo.
—Mañana iré a verte, te lo prometo. Y... —miré al escenario, a toda la gente de la audiencia, al cielo cubierto de estrellas—, yo también te quiero, muchísimo, nunca dejaré de hacerlo, es una promesa.
Y yo siempre cumplo mis promesas, mi queridísimo Soraru-san.
——
Perdón si es un poco corto, pero sentí la necesidad de escribir esto al leer lo que había pasado con el tour de After the Rain.
Mis queridos bebés (T~T)