Forgotten Boy #PremiosPJOyHOO

XIV. Us Against The World.

Los últimos días habían transcurrido de manera demasiada lenta. Las noches de Will eran realmente largas, algunas estuvieron acompañadas de Nico, quien le traía café para terminar con los estudios, otras noches las pasaba solo, estudiando por su cuenta y rezando a todos los dioses que conocía para poder aprobar sus materias.

Finalmente, el viernes llegó.

A las 7 am la alarma sonó, y Will estaba seguro de que sus vecinos en las habitaciones contiguas y Leo lo iban a odiar por tener como sonido una sirena de policías. Will se despertó sobresaltado, sabía que ese era el día del baile y simplemente no podía esperar. Había dormido unas cinco horas gracias a que Nico se había ofrecido a ayudarle con sus estudios.

¿Por qué la alarma de Will sonó a las 7 am en un viernes cuando no tenían clases? Bueno... Para comenzar, el rubio quería terminar sus últimas tareas, ya que después de eso estaría libre. Al finalizar, aproximadamente a las 8 am, comería algo rápido para dirigirse a su casa, y tal vez pasaría por la oficina de sus profesores para dejar finalmente los deberes.

Esperaba tomar a su madre por sorpresa ya que habían pasado varias semanas desde su último encuentro. Además, su traje estaba guardado allí, se había asegurado que sus padres lo encontraran y que lo prepararan para la ocasión. Cuando su madre preguntó porqué era tan urgente, él solo respondió que le diría pronto.

Regresar a su hogar, a Nueva York, hacía que Will se sintiera emocionado pero al mismo tiempo algo preocupado. La última vez que había estado allí había sido antes del accidente. Tenía miedo de no saber cómo era, de no recordar tal vez los lugares donde él había crecido.

Mientras se cepillaba los dientes, Will repasaba una lista imaginaria en su cabeza. Era mejor pensar en el resto del día, no quería preocuparse más por lo demás.

1.Tareas

2.Comer

3.Traje

4.Ducha

5.Baile

Cualquiera pensaría que Will era un obsesionado compulsivo, pero realmente estaba emocionado por esa noche. Desde que se había dado cuenta que algo ocurría dentro suyo, que algún tipo de sentimiento surgía hacia Nico, decidió que querría dedicarse completamente a él. No pensar en estudios, no pensar en sus padres, no pensar en nadie más que no fuera él.

Una vez ya listo, se sentó en su escritorio, dispuesto a terminar con sus tareas sin tocar su teléfono ni chequear si algún mensaje había llegado.

Afortunadamente, la ayuda que había recibido de su amigo había tenido un efecto positivo, ya estaba casi por finalizar todas sus tareas cuando notó que el sueño y la pereza lo estaban atacando.

No importa, se dijo a si mismo, voy a resistir y terminaré esto de una buena vez.

Una vez terminado el 90% de los deberes, se dio cuenta de que sus ojos literalmente se cerraban, no aguantaba el peso de su cabeza a causa del sueño.

20 minutos, se dijo a si mismo, voy a descansar 20 minutos y luego terminaré todo.

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El tono clásico de su iPhone estaba sonando a su máximo volumen.

Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que estaba su cabeza apoyada en su escritorio y que solo faltaba un ejercicio para terminar con sus deberes. 9:30 am, marcaba su reloj.

Se había quedado dormido.
Había estropeado todo su plan.