VI. Somebody Told Me: extra

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5 horas antes.

Will había dado toda una vuelta completa en el campus, había buscado y encontrado buenos lugares para almorzar y cenar, los había anotado mentalmente.

Pero...simplemente faltaba algo. Algo no encajaba. ¿De verdad era tan aburrida su vida? ¿No tenía más amigos que aquellos que le habían presentado?

Por eso fue que decidió salir a pasear, nuevamente, para ser sociable.

En el camino, se topó con varias personas que lo saludaron felizmente y que no hacían más que repetir: "Estamos felices de que estés de vuelta", "Es genial que hayas regresado", etcétera. Solo que no creía nada de eso.

No lo tomen mal, Will era optimista y se sentía de verdad agradecido de que los demás se acercaran a saludarlo y que se tomaran el tiempo para preguntarle cómo iba todo, pero él podía ver cómo los demás lo hacían solo...por obligación.

Esta situación no lo ponía incómodo ni le generaba tristeza, ya que estas cualidades formaban parte del ser humano, él mismo habría hecho exactamente lo mismo.

Pero...se sentía algo solo.

Lo primero que pasó por su cabeza fue llamar a al único amigo que estaba siempre disponible.

—Hey, Leo, ¿te encuentras en el taller? Puedo pasar por allí, no estoy lejos.

—Hey. Pues, no. Es decir, si. Pero no puedes venir. Estoy muy ocupado, ya sabes, con las máquinas y todo eso. Muy pesado. Y difícil.

—Okay...¿estas bien? Te noto algo distraído.

—No te preocupes. Hablamos luego.

De pronto, el latino había terminado la conversación y Will se encontraba, nuevamente, solo. Así que decidió refugiarse donde sabía que no necesitaría la compañía de nadie más.

Cuando finalmente encontró la biblioteca, después de haber tratado de encontrarla por más de quince minutos y haberse perdido varias veces, se sintió en paz, tranquilo y relajado.

Al entrar a la gran sala que estaba cubierta por todos lados, literalmente cada rincón, por libros, sintió como una satisfacción se expandía por todo su cuerpo.

A las 3:35 pm no era raro esperar poca gente en lugares como la biblioteca, y si, esa era una de las pequeñas cosas que Will podía deducir sin tener que dudar antes de decir algo, esto no se relacionaba con su pérdida de memoria ni con ningún accidente. Por fin, podía sentarse a leer y que nadie lo mirara como si sintiera una gran pena por él.

Un par de chicos anotaban cosas en sus cuadernos en una mesa, y otros se dedicaban a buscar información en computadoras. Will se alegró de ver que muchas de las propuestas que se encontraban allí le interesaban mucho. Finalmente se decidió por un libro que trataba de mitología griega.

Se sentó cuidadosamente en la mesa vacía mientras que observaba el ambiente que lo rodeaba. Cada una de las personas que se encontraban allí, no les importaba en absoluto que un rubio tomara un asiento y se sentara a leer.

Parecía que habían pasado más de cuarenta minutos cuando Will vio la hora en su reloj. Solo habían pasado veinte minutos.

Se dispuso a leer nuevamente cuando vio que alguien intentaba abrir la puerta de la sala pero que fracasaba en el intento, y se trataba de Paolo. Cuando finalmente pudo abrirla, su expresión reveló un poco de alivio al ver que Will se encontraba allí, a lo cual Will sólo respondió con un pequeño saludo con su mano.

Paolo causó todo tipo de sonido que molestó a todos aquellos que estaban tranquilos anteriormente.

—¡Perdón!—gritó su amigo, mientras que causaba todavía más enojo por parte de los demás al correr sillas para llegar a Will.—Hey, te he buscado por todas partes.

—¿De verdad? Pues, estuve aquí todo este tiempo. ¿Ocurre algo?—dejó el libro sobre la mesa.

—Pues...no. Pero solo quería verte.

Alerta: no des señales erróneas, Will, es uno de tus únicos amigos y debes cuidarlo.

—Oh, genial.—Will sonrió menos de lo normal y se dispuso a leer de nuevo.

Paolo lo miró seriamente. —¿Te ocurre algo? Pareces algo molesto.

—No, no te preocupes.—Will, no eres un buen actor, claramente.—Solo...tengo hambre. No he comido mucho por la mañana.—Mentiroso, comiste unas patatas fritas que te costaron unos 20 dólares.—Eso.

—¡Entonces a comer se ha dicho!—Gritó alegremente.

La bibliotecaria y todos allí presentes lo silenciaron instantáneamente, a lo que él pidió disculpas nuevamente.

—¿Qué dices? Podríamos ir al pequeño lugar en el campus que vende tacos. Hace mucho que no como uno. ¿Te gustan?

Will. No. No lo hagas.

—Seguro.

——————

Allí se encontraban.
Will estaba escuchando, o tal vez no, una mala historia que Paolo le contaba acerca de cómo su hermana y él acabaron en detención cuando eran pequeños, y algo que involucraba pintura y castigo, pero la verdad era que Will no se encontraba del mejor humor para poder prestar la mínima atención a la historia.

Ni siquiera había probado su taco, a pesar de que Leo le había comentado que estaban realmente ricos.

No sabía porqué había acordado en salir con Paolo en un primer lugar, si no quería darle falsas esperanzas, como habían dicho Leo y Annabeth unos días atrás, ¿entonces que hacía con...?

De pronto, sintió como una mano rozaba su hombro.

Antes de que pudiera ver si quiera el rostro de aquella persona, escuchó las siguientes palabras.

"Hola, mi nombre es Nico di Angelo. Me han hablado mucho sobre ti."

Contempló al chico, que extendió su mano hacia él.

Sintió como algo se despertó dentro suyo.

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No fue una actualización pero al mismo tiempo sí 😃

Esperamos que les haya gustado la versión de Willcito y les juro que yo (Fiami) me tenté al ver todos los comentarios sobre los teams que apoyaban a Solangelo o al ship de Paolo y Will.
(ahre no sé cómo se dice)

Comenten (ya que nos encanta leerlos) y voten.

-N y F-

Forgotten Boy #PremiosPJOyHOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora