Capítulo 3: los miércoles de discusión

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Miré a lo único activo en la habitación que era Jongin. Es lo que hice durante dos semanas. Tan pronto llegaba, el mayordomo me indicaba que viniera hasta el estudio. Mi alumno llegaba unos minutos después con cuadernos y útiles, y simplemente se sentaba y comenzaba a realizar sus tareas. Luego Jonghyun llegaba con su desayuno. No comprendía el voraz apetito de este muchacho. Devoraba todo lo que le ponían en frente. He visto cantidades de masas, panes, galletas y pedazos de tartas desaparecer en cuestión de segundos. Supuse que debía ser porque gastab mucha energía, aunque no podría adivinar en qué. Lo único que sabía de él es que asistía al colegio durante la tarde. No lo veía como jugador de ningún deporte. Cada minuto que pasaba me surgían más y más preguntas, pero la única conexión entre nosotros era el mismo aire que respirábamos.

Noté que tenía un leve parecido a su padre, aunque a simple viste ni siquiera pasarían como familiares. Tal vez era más parecido a su madre aunque es difícil saberlo porque desde que estuve allí no la había visto. Tampoco había vuelto a ver al embajador. Los únicos en la casa parecían ser él, su mayordomo y algún que otro sirviente pálido, los cuales siempre me miraban con demasiada curiosidad para mi gusto.

Estar sin hacer nada muy aburrido. Miré hacia una de las bibliotecas. Todos los días salía de la casa con tantas ganas de leer que antes de arrancar el auto tomaba cualquier libro que estuviera desperdigado por allí. Por suerte sobrevivía leyendo los títulos que aparecen en el lomo. Ese miércoles decidí leer los del cuarto estante, estaban bastante más arriba de mi visión, así que me tomaría más tiempo leerlos todos. Cuando ya comenzaba por el décimo libro de repente escuché la voz de Jongin.

-A ti te gustan mucho los libros ¿Verdad?- Lo miré demasiado incrédulo ¿De verdad me estaba hablando? Parecía una ilusión, o tal vez era un signo de demencia. No le respondí inmediatamente ya que mi cerebro aún no comprendía del todo lo que había escuchado.- ¿No me escuchaste? Te hice una pregunta... ¿Te gusta leer?- Creo que si hablaba conmigo. Sonaba enojado y en su rostro reflejaba frustración. Me aclaré un poco la garganta.

-A decir verdad, sí. Soy un fanático de la lectura desde pequeño. En la universidad estoy siguiendo la carrera de letras, incluso-. Le contesté tranquilamente. Pareció comprender algo.

-Ya veo. Ahora entiendo porque cuando no me estás observando, te quedas viendo la biblioteca. Y porque el primer día habías agarrado uno de los libros sin permiso-. ¿Qué había dicho? ¿Cuándo no lo observo? ¿Y qué espera que haga? Las retóricas se acumulaban en mi cabeza y luchaban por querer salir. A veces mis enojos se acumulaban muy rápido.

-Tengo que decir que si lo incomodé por mirarlo algunas veces, sólo se debe a que no tengo nada que hacer. Supuestamente debería estar enseñándole, pero ya me ha dejado bastante claro que eso no es lo que quiere. Pero descuide, cuando pasen una o dos semanas me iré.- No quería parecer prepotente, pero al haber guardado todo eso tantos días, literalmente exploté. Siempre hay un límite. Jongin me miraba confundido. Luego soltó una pequeña risa.

-Así que te terminarás yendo ¿Eh? Tendría que haberlo supuesto. Esperarás a cobrar el primer y seguramente elevado cheque que te dará mi padre y te largarás-- No me gustaba su tono de voz. Ni que me tratara como un aprovechado e interesado.

-Para su información, no me quedaré hasta cobrar mi primer sueldo, sino hasta que pase un tiempo prudente como para renunciar. Nunca me interesó el dinero, sino enseñar. No tiene sentido que me quede si no lo estoy haciendo. Es frustrante para mí, y solo siento que estoy perdiendo mi tiempo-. No sé en qué momento mi voz se había tornado más alta y furiosa.

-Yo no te veo muy interesado en enseñarme. Si de verdad ese fuera tu objetivo hubieras insistido- señaló, aún con aparente calma. En realidad tenía un punto. Me relajé y seguí hablando tranquilamente.

El tutor  ➳ KaiBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora