Estuvimos así un buen tiempo. Usualmente esperábamos a que Jonghyun dejara el desayuno para ambos y que su madre hiciera su visita diaria. Luego de eso, nos convertíamos en una lapa. Jongin acercaba su silla al lado de la mía y se quedaba allí hasta que me fuera. Aún seguía enseñándole, pero entre medio de una ecuación me robaba un beso; o preparando un proyecto terminaba entre sus brazos.
Jongin era muy meloso. Me decía cosas dulces al oído cada vez que tenía la oportunidad, dejándome totalmente fuera de mis sentidos. Si terminábamos todo temprano, pasábamos el resto de la clase conversando de lo que fuera. Evitábamos hablar sobre cómo seguir nuestra relación en un futuro, era un tema complicado. Apenas ponía un pie fuera de la casa comenzaba a mandarme mensajes, en las que según él, se le consumía todo el crédito. A mí también, a decir verdad. Chanyeol y Jongdae me preguntaban que tanto podía hacer con mi celular prehistórico ya que me la pasaba todo el tiempo pegado al pequeño artefacto.
-Toma-. Jongin me extendió su celular. Yo lo miré confundido.
-¿Eh? ¿Me estás dando tu celular?-
-Sí, hace quince días que estamos juntos, considéralo un regalo de medio-mes -. Tomé el celular cuidadosamente. Era el triple más grande que el mío.
-¿Y el tuyo?- le pregunté con el inmenso aparato entre mis manos. El sacó uno que –sí era posible- era más grande aún.
-Ayer me compré otro. Ese ya está pasado de moda-.
Niño ricachón.
-No deberías gastar el dinero así como así.-
-Yo no lo hago, mis padres lo hacen ¿Sabes siquiera como desbloquearlo?- me dijo cuando me vio tratando en vano de ingresar al menú.- Mira-. Se acercó hasta mí y tomó mi mano. Sujetó uno de mis dedos y lo guió por la pantalla.- Solo mantenlo presionado mientras lo deslizas-. Hizo los movimientos con mis dedos y en la pantalla principal aparecía una foto de él con varias personas a su lado, en un lugar oscuro excepto por unas luces de diferentes colores. Todos llevaban ropa ajustada y tenían vasos en sus manos.
-¿Y esto?- Le pregunté mirándolo.
-Es una fiesta a la que fui con mis amigos hace unas semanas- me contestó con una sonrisa. Luego de ver mi expresión se acercó hasta mi oreja-. Descuida, no he hecho nada con ninguna otra persona-. Me separé instantáneamente. Me ponía nervioso que me hablara de esa manera. Y él lo sabía, por eso lo hacía seguido.- ¿No quieres venir conmigo?
-¿A dónde?- pregunté, queriendo que no fuera lo que creía en mi interior.
-Salir conmigo, ya sabes, a bailar-. Lo miré un tanto apenado ya que no sabía cómo responderle.-... tu nunca has salido ¿Verdad?- Negué con la cabeza.
-Me han invitado, pero nunca acepté-.
-Bueno, no te puedes negar a mí así que esta noche saldremos juntos-.
-Espera, tú vas a lugares donde se reúnen la gente morena ¿Verdad? No puedo aparecer así como así-.
-Tengo entendido que han abierto un nuevo salón, obviamente clandestino, tanto para morenos como para pálidos-.
-¿En serio? ¿Pero a tus amigos no les parecería raro verme contigo?-
-No es por sonar presuntuoso, pero ellos hacen lo que les digo. Tiene sus privilegios ser el hijo del embajador-.
-¿Entonces tus amigos están contigo por conveniencia?- No me agradaba esa imagen de Jongin, como un todopoderoso que sólo tiene súbditos.
-Claro que no, todos son buenos amigos. Es que, como decirlo, no tienen una mentalidad propia. Si antes yo insultaba a un pálido ellos lo hacían. Ahora como no lo hago ellos tampoco. No es sólo por mí, entre ellos son así también. Se basan en quién toma la primera decisión- me explicó diligentemente-. Como sea ¿Vendrás?-
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El tutor ➳ KaiBaek
Romance'Byun Baekhyun, un estudiante universitario y humilde, vive en una sociedad donde es discriminado constantemente debido a su color de piel. Mientras que a la gente con tez morena se le dan todos los beneficios y comodidades, la gente de tez blanca t...