Capitulo 6

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Llevó una semana en la universidad y me he enterado que no tengo compañera de cuarto,  Clea está haciendo todo lo posible porque sea ella quién comparta conmigo la habitación, hoy cumplo meses con Charlie y espero darle una sorpresa, iré hasta su facultad y tengo la esperanza de encontrarlo, el está en una fraternidad así que donde vive es más una casa que una escuela.
Mi madre optó por comprarme un auto para poder transportarme mejor, me lo entregaron ayer y hoy lo estrenare yendo a la escuela de Charlie, cuando llegó me sorprende ver en donde es que vive mi novio, es tarde, preferí venir a está hora esperando que el este dentro, cuando tocó nadie abre, empujo la puerta y está abierta, no hay nadie dentro pero se escucha ruido en la parte de arriba, subo esperando que sea el quién este en está casa, tocó varias puertas pero nadie abre «de nuevo» cuando llegó a la última me doy cuenta que también está abierta, entró para revisar y ver sí es el cuarto de Charlie, cuando doy un pasó más haya de la entrada no puedo creer lo que estoy viendo, siento una presión en el pecho como sí alguien me hubiera golpeado, mis ojos arden creo que pronto llorare no se cuando pasó pero en efecto las lágrimas están cayendo por mis mejillas, el no me ha notado pero no tardará en hacerlo, sigo parada viéndolo, mis pies no responden, camino un poco hacia atrás chocando con la puerta, el deja a la mujer que hace un momento tenía envuelta al rededor de su cintura, cuando me ve corre hacia donde estoy, cae de rodillas frente a mi, toma mi cintura y comienza a llorar - Perdóname, perdóname Eileen por favor - tomo sus manos y las retiró - Déjame ir por favor - el se levanta y toma mi rostro entre sus manos, no quiero estar con el en estos momentos, quiero irme, estar sola - Por favor, sólo déjame explicarte, por favor... Esto... Esto es un error - la mujer que estaba besando sale de la habitación y se dirige a la salida - Charlie déjame ir, quiero... Quiero estar sola - camino lejos de el, bajo las escaleras pero el me sigue y me detiene tomandome del brazo - Es... Es algo tonto pero... - escuchar esa palabra hace que comience a limpiar mis lágrimas, no voy a llorar por ese idiota, jaló mi mano de su agarré y comienzo a hablar como el esperaba que hiciera -¿Tonto? - río irónicamente - Por favor Charlie, tonto es pensar que alguien me amaba y encontrarlo en su cuarto con una mujer a su alrededor, tonto es esperar encontrarte a tú novio como lo imaginaste, tan bueno el, tonto - vuelvo a reír - Tonta soy yo por esperar demasiado de alguien como... - está vez lo señaló con desaprobación - Como tú, sabía que no debía enamorarme de un idiota. Carlos tenía razón - el toma mis muñecas y me jala hacia el - ¡Carlos! Ese es un imbécil hijo de puta, sí me encontraste con ella es porque en tú libreta encontré las notas que te daba el idiota, que bien guardadas las tenías Eileen - intentó soltarme pero no lo logró - Eres un idiota Charlie, el y yo nunca tuvimos nada, el siempre trato de protegerme, de ti y ahora veo por qué - el me suelta por fin - No me quieras ver la cara Eileen tú y el se entendían - camino hacia la entrada no tiene caso hablar con alguien que actúa por instinto - Eileen no me hagas esto, no me dejes... Te amo - me detengo pero no volteó a verlo - Entre tú y yo no hay más, tomaste tú decisión, debiste hablar antes de actuar, no quiero saber más de ti, yo... Creo que yo estaré mejor sola - camino y después de salir corro a mi auto, cuando llegó y me introduzco comienzo a llorar, no puedo creer que me hiciera esto, lo amaba, tan sólo verlo hace que mi corazón se rompa en pedazos, por eso es que no me enamoraba, no esperaba nada de nadie, tengo una sensación en mi estómago algo como... abro la puerta del auto y comienzan las harcadas «esto apesta».

Dan Acker

Esto apesta, la escuela apesta, todo apesta, en la fraternidad no hay lugar para uno más, en los edificios para hombres tampoco hay lugar, tuvieron que acomodarme en el primer espacio que encontraron odio compartir dormitorio con mujer, nunca nos dan espacio, en las oficinas me dijeron que tendría que esperar un mes para que tuvieran lugar para mi en un edificio de «hombres». Voy directo al lugar donde vivire por un mes, cuando llegó no hay nadie, que bien por mi, lanzó mi maleta a una de las primeras camas que veo, me acuesto y medito mis opciones «simplemente podría rentar un mes una casa».

No se en que momento pasó pero me quedé dormido, cuando despierto aún no hay nadie, gracias de nuevo, pretendo acomodar mis cosas cuando alguien abre la puerta y creo que es mi compañera, se sorprende cuando me ve y no avanza más lejos de la puerta - ¿Hola? - no puede ser que ella sea mi compañera es tan... "ñoña" - Hola - digo y vuelvo a la maleta - ¿Quién eres y que haces aquí? - cierto no recordaba que no son dormitorios mixtos - Soy Dan Acker y soy tú nuevo compañero de cuarto - ella hace una mueca de incomodidad - Pero ¿Cómo? Estos no son dormitorios mixtos - con tanta pregunta está comenzando a caerme mal - Mira niña te lo explicare rápido espero eso resuelva tus dudas y dejes de hablar, ya no había espacio para mi en ningún lado excepto aquí, así que aquí estoy contigo - ya no habla, me acuesto en mi cama y ella sigue de pie justo a lado de mi - ¿Ahora qué? - me señala, no lo había notado pero creo que lloro - Esa es mi cama, quitate - me levanto pero no quitó la vista de ella, tiene ojos lindos pero rojos, probablemente se droga - Lo siento, no estabas así que no sabía que lugar tomar - me ignora por completo y toma un cuaderno «pero que niña», me pongo mis audifonos y vuelvo a acostarme, lo que menos quiero ahorita es convivir con ella. Después de una hora me dispongo a ir a una fiesta con mis amigos cuando me levanto mi compañera de cuarto está llorando «esto no puede ser posible» camino hasta la puerta pero antes de salir hablo - ¿Quieres ir a una fiesta y olvidarte de la razón por la que lloras? - ella me mira con sorpresa en el rostro, después de un tiempo ella no responde y abro la puerta - Está bien, iré - se levanta y comienza a arreglar su cabello, cuando salimos del cuarto la detengo tomándola del brazo - Una cosa, tú nombre - ella suelta el agarré - Eileen Aiken - sigue caminado, creo que no es tan ñoña.

Hasta Mi FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora