El Baile de Navidad

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Había pasado toda una semana desde la última vez que Scorpius había intentado hablar con Rose, ese miércoles, no hubo nadie que apresurara a Albus para que se levantara de la cama, como consecuencia ambos bajaron a desayunar y llegaron solo segundos antes de que el profesor entrara al salón. Nadie había avanzado con la transformación del erizo en alfiletero, por lo que siguieron intentándolo. Al final de la clase Scorpius había logrado un gran avance, casi todo el erizo se había transformado en un alfiletero, a excepción sus ojos, Albus por otro lado solo había conseguido irritar mucho al suyo.

- ¡Quédate quieto! - gritaba mientras el erizo trataba de liberarse de él

De todas formas la alegría no les duró mucho al ver que Rose ya había logrado convertir por completo al suyo.

La clase concluyó y los estudiantes empezaron a dejar el salón, el profesor estaba conversando con Rose, por lo que Albus y Scorpius recogieron sus cosas y se dispusieron a salir en silencio, mientras se dirigían a la puerta este último les dio un vistazo, el profesor parecía estar pidiéndole algo, algo con lo que ella, al parecer, no estaba muy de acuerdo.

- Eh, ustedes dos, esperen - Ambos amigos se detuvieron súbitamente, luego se giraron hacia el profesor - acércate, Potter - dijo el hombre llamando a Albus con la mano - verás, he visto que te cuesta mucho este tipo de hechizos, has sido el único de la clase que no ha logrado ningún avance - El profesor pasó su brazo por encima de los hombros del muchacho, adoptando una actitud cómplice -.. debes saber que serán muy importante para tus TIMOs el próximo año, es por eso que he hablado aquí con la señorita Weasley para que te ayude a perfeccionarlo - Albus observó a su prima, la cual tenía los brazos cruzados sobre el pecho y la mirada en el suelo - ..ahora mismo pensaba en quedarme ayudándote, pero fuimos convocados a una reunión con el profesorado, así que ella, como ha sido la única que ha logrado el hechizo me suplantará, y te ayudará, aprovechando que ambos tienen esta hora libre.

De repente se escuchó un ¡CRASH!, los tres se giraron y vieron a Scorpius parado a lado de la jaula de erizos, de la cual todos estaban escapando.

- ¡No he sido yo! - se excusó alarmado - enserio, empezaron a moverse, apenas la he tocado

- Si, bueno - dijo el maestro haciendo un ademán de desinterés con la mano - pues asegúrate de recogerlos todos, y meterlos de nuevo, debo irme - Albus lo vio tomar sus cosas y salir, en cuanto lo hizo Scorpius empezó a recoger los erizos.

Pensó que debería decir algo, pero no se le ocurrió nada, al menos nada positivo así que cayó, y miró a su prima.

- Esto no fue mi idea - se limitó a decir ella y se sentó en la silla del profesor - Siéntate - le ordenó señalando el frente del escritorio, el muchacho tomó una silla y la puso en el lugar - Saca tu varita

Albus empezó a buscar, pero no la encontró

- Rápido, ¿quieres?

- No la encuentro, ¿Puedes esperar?

- No, no quiero.

Al fin la encontró, la sacó de su túnica.

Rose empezó a repetirle lo que tenía que hacer, una y otra vez, pero al final no hubo ningún avance. Para este momento Scorpius había terminado de recoger todos los erizos, y se encontraba sentado en un pupitre de la esquina del salón.

- Albus, concéntrate - dijo ella

- Lo hago. - el chico miraba con fuerza al erizo, como si eso ayudara a la transformación

- No. No lo haces.

- ¿Cómo lo sabes? - Albus dejó de intentarlo y bajó la varita - ¿Eres legeremante acaso?

El Trio Heredero y La Orden de JunoWhere stories live. Discover now