Fugitivos por diversión | Próximamente.

Introducción

Disclaimer: Osomatsu-san es propiedad del mangaka Fujio Akatsuka.

Advertencia: Posible NO Yaoi | Uso del Ooc | Universo combinado (Mafia/Ladrones/Prisión/Normal) | Lenguaje vulgar | Poco conocimiento en el policial, político, etc, en Japón.

(. . . .)

—¡No se de que diablos hablan!—Gritaba Osomatsu sacudiéndose de manera frenética en un intento de ser soltado.

—¿Estos son el dúo temerario? esperaba algo mas que unos simples chicos apostando por caballos.—Se burlo uno de los policías que sostenía del cabello y brazo a Osomatsu, arrojándolo a la celda en un movimiento brusco. 

—¡Ya les hemos dicho que no hicimos nada!—Forcejeo Karamatsu, quien ya estaba con las esposas en sus muñecas. Era introducido al celda en contra de su voluntad hasta que fue empujado con mayor fuerza, cayendo al suelo con un estruendoso ruido.

—¡Karamatsu!—Grito Osomatsu viendo con preocupación a su hermano menor. Frunciendo el seño y dirigiendo su mirada al policía quien empujo a su hermano, sonriendo de manera socarrona al cerrar la reja de golpe, este se acerco amenazante.— ¡déjenme salir malditos, les romperé la cara!—Pateando las rejas e ignorando el "para" de su hermano.

—Una de sus victimas, nos dio una foto de su verdadero rostro. Mañana vendrá la victima a declarar.—Soltó uno de los policías, quien se veía calmado e indiferente ante la amenaza y conducta de Osomatsu. Sacando de su bolsillo una foto, se las enseño.— No tienen pruebas de su supuesta inocencia.

—¡Eso no somos nosotros! —Exclamo Karamatsu ya parado con dificultad, chequeando la imagen y ciertamente, no eran ellos los de esa foto. Dos chicos de perfil, un tanto borrosa y enseñando su dedo de corazón.— Deben creernos.—Imploro con un tono mas decaído. 

—Ya nos habían informado de su doble cara. Escapar de prisión 2 veces no significa que vaya a ver una 3ra, nos ha tomado años encontrarlos, pero, por fin los haremos pudrir en prisión.—Guardando la imagen, el único de los policías que lucia calmado, se retiro siendo seguido por su compañero quien se burlo de los ahora, prisioneros. 

—¡Maldición!  esos imbéciles..—Dijo entre dientes Osomatsu.

—Brother, take it easy.—Pidió con una casi, forzada sonrisa. Osomatsu refunfuño a lo bajo, pero al menos ya había dejado de golpear las rejas.— Ya veras como nos sacan de aquí, tenemos derecho de una llamada ¿no?

—Se supone que "escapamos" de 2 prisiones, ¿crees que nos dejen llamar a alguien? pensarían que es otro escape.—Bufo Osomatsu tomando asiento en la incomoda litera.— Y yo que estaba por ganar, si tan solo hubieran anunciado el ganador antes hubiera podido reclamar mi dinero. Ah, que decepcionante..—Se tiro de lado en la cama, dejando escuchar un estruendoso ruido al acostarse y emitiendo un quejido.— ¡que dolor! ¿de que esta echo esta mierda!? ¿de piedras!? ¡ni siquiera tienen buenas camas, exijo un abogado! 

Suspiro Karamatsu observando a su hermano mayor, quien debatía de los derechos de un prisionero como si ya estuviera preparado para todo eso. Karamatsu conocía a su hermano, pero a veces le era impresionante el como se adaptaba las cosas. 

— ¿ehh!? ¿tienes porno?  ¡genial, ya no sera aburrido pasar la noche aquí! ¡anda comparte!

¿En serio? ¿mientras Karamatsu estaba inerte en sus pensamientos su hermano creaba una hermandad con algún posible maleante, por un poco de porno? No, no, no tenia que menos preciar a su hermano mayor. El debía de estar planeando algún plan para poder sacarlos de ahí, si, puede que su hermano mayor luzca inútil y sea un mantenido, que solo disfruta de ver porno diariamente, perezoso que se saca los mocos y... bueno, el punto es que su hermano debía de tener un plan de escape. Solamente tenia que confiar en... ¿aquella persona que deslizaba su pierna entre las rejas?

— ¡Espera, espera!  ¿qué demonios estas haciendo!? 

— Pupupu ¿no lo ves? intento tomar la revista, olvide que tengo las esposas y no pude tomarlo. Así que si muevo la pierna un poco para... ¡AHHH, CALAMBRE, CALAMBRE! ¡Karamatsu ayuda!

Definitivamente, ambos pasarían su vida en prisión por un crimen que ni siquiera había cometido. Con una lagrima escapando por su ojo, se despidió internamente de sus pobres y desoladas Karamatsu Girl's.

—¡No te quedes ahí parado, y ayúdame!

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—Fu, al menos ya no tenemos las esposas, ¿eh?—Rasco por debajo de su nariz Osomatsu. No obtuvo respuesta a lo anterior, por lo que prosiguió.— ¿sabes? creo que pestañee en la foto que nos tomaron, ¿crees que importe?.—se burlo Osomatsu en un intento de matar el silencio que había dejado su hermano, quien se mantenía acostado en la litera de arriba en rotundo silencio.

Decidió no continuar y quedarse en el aburrido silencio. Era un ambiente bastante tenso, se podían escuchar ciertos pasos de policías recorriendo el lugar, posiblemente, en busca de algo fuera de lo normal. Fueron unos minutos bastantes largos y tediosos. Osomatsu ya estaba cansado, había sido un día de un sucedo tras otro que quería simplemente dormir y pensar que todo aquello era una raro sueño causado por comer antes de dormir.

No quería escuchar los motivos por los  que estaban ahí, ni pensar en los verdaderos criminales. 

—Brother...—Susurro Karamatsu en medio del prolongado silencio. 

—¿Hmp?

—¿Acaso los.. —pauso para dar un ligero suspiro.—, los causantes de que estemos aquí se deba a ellos? —Esperando su respuesta burlona, algo parecido a un "eso seria imposible" y al no obtenerla asomo su cabeza por debajo de la litera, visualizando a su hermano, quien ahora le daba la espalda.—Yo, entiendo...lo siento.—esbozo una tenue sonrisa.— Good night, brother.

. . .

—Tsk. ¿Como nos pueden confundir con esa basura andante? Dejemos que se pudran, así nos tomaremos vacaciones de esos policías. 

— No.—Ordeno, colocándose unos guantes negros y dedicando su mirada al frente.— Los sacaremos de ahí, y nos iremos. Esos idiotas no saldrán vivos si los llevan a esa prisión, y además, estoy aburrido de pasar el tiempo en ese casino, divirtámonos un poco mas.—Y con una sonrisa afilada como respuesta, ambos hermanos se fueron del lugar. Dejando en el suelo  un reloj que terminaba de contar al reverso, llegando al cero junto con un bombardeo en la planta alta de cierto edificio bastante odiado. 

Habían cumplido con su misión, era hora de divertirse.