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— Siéntense, jóvenes— escuché decir al profesor desde el otro lado de la puerta—. Pase, señorita— oh no, dios, otra vez con esto. Si solo supiera cuantas veces he escuchado esa frase en menos de un año—. La señorita Akira Minami ha sido transferida a nuestra institución— ¡carajo!, me purga tener que hacer esto cada determinado tiempo, ha sido así desde aquel día... ¡No!, no pensaré en eso, debo mantenerme tranquila.
El maestro habla y habla, pero no sé qué dice, solo mantengo una expresión seria hasta que mis pensamientos se ven interrumpidos.
— Señorita— escucho leve en mi mente— ¡señorita Akira!— me espantó tanto que di un pequeño salto.
Escuché risillas de parte de los alumnos. ¡Mierda!, en menos de dos minutos yo ya soy la burla de todos.
— Pase a su asiento. Temo que deberá colocarse hasta el final— caminé hasta mi asiento... Y entonces me di cuenta de que no dejaba de mirarme, era extraño. Normalmente me dan un vistazo y retiran su vista de mi, pero... En esta ocasión, era diferente. Me observaba, no con asco o desagrado, era más como un mero sentimiento de curiosidad.
Me di cuenta de que los demás empezaron a intrigarse, yo metida en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que llevábamos unos diez segundos observándonos mutuamente. Parpadee y sacudí un poco mi cabeza, para luego sentarme en mi respectivo asiento.
Casi no supe lo que pasó en todo el día, excepto cuando algún profesor me regañaba, me preguntaba algo del tema, y yo le respondía correctamente, entonces me dejaban en paz.
Terminó el horario de clases y me disponía a guardar mis cosas, cuando de pronto escuché una voz...
— Hola— tuve que regresar a ver y fue entonces que me topé con esos ojos, unos hermosos ojos color verde manzana mirándome fijamente, esperando una respuesta.
— H-hola— ¿en serio? ¿justo ahora tenía que aparecer Kiki?
— Y... ¿Cómo te llamas?— no pude contestar, tenía un nudo en la garganta que no me dejaba expresarme.
— K-kiki— logré decir.
— ¿K-kiki?, pensé que te llamabas Akira— en ese momento forcé a Kiki para volver a tener el control de mi cuerpo.
— Ah, s-sí, solo que las personas me dicen Kiki— dije algo nerviosa por el impacto al devolverme mi cuerpo.
El dio un suspiro.
— Muy bien, K-kiki— se burló— , ¿dónde están mis modales?, permíteme presentarme— se inclinó un poco haciendo una reverencia—. Soy Armin Lawler.
Su pequeña burla no le hizo gracia a Jaden, así que sin mí consentimiento, me hizo hablar con un tono insípido.
— Entonces, nos vemos luego— me levanté de mi asiento y salí del lugar, dejando a ese tal Armin atrás con una cara de sorprendido.
Seguí caminando, pensaba en llegar a casa, tomar una ducha y hacer la tarea, sabía que no me llevaría ni una hora, siempre he sido una buena alumna sin mucho esfuerzo.
Cuando estuve a punto de pasar la puerta de la entrada de la escuela, me detuvo de golpe un bulto que se estacionó frente a mí, provocando que chocara con él mismo.
— Vaya, vaya, apenas una palabra y me dejar a medias— me dijo con supuesto enfado cruzándose de brazos.
"No quiero hacerle daño a nadie, no otra vez"
— Mejor aléjate de mí— dejó caer sus brazos al costado de mi cuerpo con mirada sorpresiva.
— ¿Estás hablando en serio?— preguntó.
— Por supuesto.
— Y ¿por qué debería hacerlo?
— Por motivos que no debes saber— seguí caminando y en tres pasos Armin se acercó a mí, avanzando a mi ritmo.
— ¡Ah, no!, así me dejas peor. Necesito tus argumentos para poder dejarte en paz— me detuve en seco y le grité.
— ¡Porque soy un maldito demonio!— sus ojos se pusieron como platos y yo salí corriendo dejándolo atrás.
Llegué agotada a casa, cerré la puerta principal de un portazo y me tiré al piso tratando de controlar mis lagrimas.
— ¿Por qué?, ¿por qué diablos tuvo que ser así?— dije susurrando.
Como pude me levanté y me dirigí al baño, para una larga ducha de 30 minutos, después me vestí y comencé con la tarea. Al parecer tenía razón, no tardé mucho y terminé; mi estomago reclamaba alimento, fui a la cocina y me preparé un sandwich, seguro esto logrará calmar mi hambre. Después de eso me dirigí al escritorio y prendí mi computadora.
— "Psicópata suelta en las calles"— es lo que pude leer en las noticias de Twitter—, al parecer soy famosa— dije para mis adentros.
No me encontrarán, lo sé, me escondo muy fácilmente de las personas, y pasar desapercibida es pan comido.
Ya no soy la misma de antes, ahora soy... Una persona completamente diferente.
Lokadia & Aps

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Identidad
General FictionMe encuentro en medio de una decisión importante, una decisión que definirá lo que soy en este mundo. A veces, soy muy ruda, a veces puedo ser muy tímida e incluso puedo ser una completa psicópata, pero todo está en mis manos. Con un pasado siguiend...