Secuestro

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El viaje había sido largo, durante el camino tuvimos que desviarnos en más de una ocasión para evitar a los barcos de guerra de Gran Shimaron, a eso le sumo los constantes mareos y el cansancio, aun me cuestionó sobre cómo me mantengo en pie, almenos la sonrisa de Greta me ayudaba, ahora me encontraba en mi camerino recostado sobre mi cama, realmente esperaba llegar pronto, de lo contrario quemaría ala próxima persona que me vuelva a decir que aun falta para llegar, en un esfuerzo para olvidar el mareo centro mi mirada en el techo y empiezo a divagar en el pasado, una caballera negra aparece entre mis recuerdos, jamáscreí que terminaría enamorado de un chico como él, realmente si me lo hubieran dicho en el pasado habría reído, en aquel entonces era un orgulloso, caprichoso y egoísta que creía que la servidumbre no merecía mi tiempo para conversar, era alguien que veía a su hermano mayor como un mero humano que no se merecía el honor de ser llamado "hermano", ahora todo es diferente Yuuri me ha hecho ver las cosas de otra forma, me ha hecho darme cuenta de cuánto estimo y quiero a Conrad aunque no se lo diría de frente ni en un millón de años, antes jamásabría dirigido palabra a un humano, ahora mantengo buena relación con ellos y tengo una hermosa hija, sin mencionar que ahora pido consejos de repostería a Effe y Doria, y que mencionar de su platica realmente si deseas información de algo o alguien ellas te la proporcionan al momento, en el pasado creía ser feliz y ahora sé que no era ni la cuarta parte de eso, con Yuuri eh aprendido a sonreír de verdad, y amar como nunca creí hacerlo, los recuerdos de la pasada noche vienen a mi cabeza y no puedo evitar sonreír como tonto mientras abrazo a mi cuerpo mi almohada, el día antes de partir fue una larga tortura al tratar de caminar normalmente y mas el subir al carruaje sin levantar sospechas.

-Wolf, esto es una señal de que no deberías ir- aseguraba mientras intentaba ayudarme a caminar.

-te equivocas esto es el resultado de tener a un insaciable rey en la cama.-me sonríes pícaramente, demonios te eh aumentado el ego.

-Oh vamos Honey, ahora vas a decir que no te gusto-odio cuando me mira de esa manera, es como si pudiera ver detrás de mis ropas, me doy vuelta y salgo de la habitación totalmente avergonzado.

Realmente le haría pagar por eso, no solo intento cargarme hasta el carruaje en frente de todos, sino que también amenazo a mi guardia alegando que si algo le sucedía a Greta o a mí, les descuartizaría lentamente. Maldito enclenque soy lo suficiente fuerte como para í recuerdo su mirada triste cuando arranco el carruaje.

TocToc

-Papa, soy Greta, ¿te sientes mejor?, ¿quieres que llame al médico de nuevo?- la voz de la causante de mis mareos me saca de mis pensamientos, con una orden le indico que pase, se veía preocupada yo solo le sonrió, su cabello había crecido los últimos años, sus rasgos comenzaban a ser más finos, sus ojos mantenían aquella dulzura y calidez propia de ella, muy pronto tendría que irse y eso me llenaba de terror.

-Estaré mejor una vez lleguemos- llevo mi mano a mi boca y cierro los ojos, malditos mareos.

-El capitán dijo que en una hora llegaremos al puerto, losiento es mi culpa por obligarte a que me acompañaras.-bajas la mirada y llevas tus manos a mi pecho.

-Greta tu no me has obligado a nada, yo decidí venir, además no puedo dejar que algún insolente ose propasarse con mi adorada hija.-me sonríes y por un momento me recuerda la sonrisa tonta de mi moreno.

-Crees que Yuuri haya hecho el tratado con Pirogoff con éxito

-Es lo más seguro, además mi hermano está ahí para apoyarle, solo espero que ese rey Lainer mantenga sus manos lejos de Yuuri, y por su bien más le vale a ese enclenque no aprovechar mi ausencia para coquetear con alguna chica- me levanto furioso de la cama, la sola idea de imaginarlo rodeado de chicas me enfurece.

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