Capítulo 5.

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Me fui de la facultad y me encontré ya con Alexandra, Carlota y Austin. Nos fuimos a casa y Austin comió con nosotras, total, al vivir en frente… Luego Carlota se fue para casa de Austin y yo me quedé en el sofá con Alexandra, hablando un rato.

-Alexandra: Bueno, ¿hay novedades?

+___: No muchas…

-Alexandra: ¿Y sobre el tema Louis? –Dijo alzando una ceja

+___: Bueno, pues… Sólo que me pidió que nos intentáramos llevar bien…

-Alexandra: Oh, que mono, a mí me parece muy majo… y muy guapo, por cierto. ¿A ti no?

+___: Hombre, sí que es guapo, si, y tiene unos ojazos pero… es que no me cae bien…

-Alexandra: Pues a mí me cayó bien el otro día, intenta llevarte bien con él, igual llegáis a tener algo y todo. Eh, eh.

+___: JAJAJAJAJAJA. –Reí con ironía –Sí, claro… -Rodé mis ojos- Bueno, y tú, ¿tienes novedades?

-Alexandra: Puede…

+___: Soy todo oídos

-Alexandra: A ver, no es nada pero… Harry quiere sentarse a mi lado todos los días… y bueno, yo le he dicho que por mi vale. –Una sonrisa salió por su parte

+___: A ti te gusta Harry eh.

-Alexandra: ¿A mí? Tú estás mal de la cabeza –El leve rosa en sus mejillas la delataba

+___: Entonces… ¿por qué te pones roja? Ve a por él, es majo, y muy guapo. Eh, eh. –Dije repitiendo sus palabras anteriores

-Alexandra: Te odio.

+___: ¿Por qué? –Me eché a reír –Te gusta, admítelo

-Alexandra: ¡Calla! –Ahora solté una gran carcajada –T-tú… ¿tú crees que le gustaría ir a dar una vuelta conmigo o algo?

+___: ¡Pues claro! Sería tonto si no lo hiciera –dije animando a mi amiga –venga, a por el

-Alexandra: ¿¡Ahora!? No estoy preparada… -se hizo la interesante

+___: Que tonta eres, ¡venga! –Se levantó y se peinó un poco

-Alexandra: Dame suerte.

+___: ¡Suerte! –le guiñé un ojo a lo que ella contesto con una carcajada

Alexandra se fue y me quedé sola. Me pasé unos minutos pensando en que hacer, hasta que fui a mi habitación y vi ese objeto que tanto me gustaba. Mi guitarra. Mi querida guitarra. Hacía ya tiempo que no la tocaba, echaba de menos sentir las cuerdas vibrando bajo mis dedos. La cogí con una sonrisa de nostalgia y me puse a tocarla. Esto era lo que a mí me relajaba…

*En casa de Austin (Narra Carlota) *

-Austin: Por fin un rato solos. –Sus manos recorrían la parte baja de mi espalda para acabar posicionándose en mi cintura

+Carlota: Si, por fin.

Atrapé sus labios entre los míos y todavía con un poco de timidez llevé mis manos a su cuello. Austin me llevó hacia el apretando nuestros cuerpos, haciendo que no quedara nada de espacio entre nosotros. Los besos ahora eran más apasionados. Acarició mis muslos, y llevó una de mis piernas a su cintura, haciendo que finalmente sus manos me sujetaran por debajo de mis muslos mientras tenía mis piernas rodeándole. Un escalofrío recorrió mi cuerpo tras notar el frio mármol de la mesa bajo mis muslos. Tiró un poco del dobladillo de la camiseta, tirándola hacia arriba y quitándomela por completo. Tiró la camiseta lejos y comenzó a tocar mis pechos por encima del sujetador, el que pronto le hizo compañía en el suelo a la camiseta. Austin besaba mi cuello y luego bajó a mis pechos, en los cuales dejó pequeños mordiscos, a los que yo contestaba con gemidos casi inaudibles. Ahora era mi turno, y su camiseta poco duró en su perfecto cuerpo. Llevé mis besos desde sus labios hasta el cuello, y mordí un poco, dejando una pequeña marca.

-Austin: ¿Me has dejado marca?

+___: Es para que sepan que eres mío. –Una sonrisa iluminó su rostro

Seguí besando su abdomen y él se bajó los pantalones mientras yo me quitaba los shorts sin todavía bajarme de la mesa. Contemplé la gran erección de Austin, y tras dejar un beso en mis labios me sacó las braguitas, se sacó los boxers y se subió encima de la mesa, quedando justo encima de mí. Austin sonrió pícaro mientras se ponía el preservativo. Tras dejar un beso en mis labios entró en mí, despacio, provocando un gemido por parte de los dos. Primero dolió un poco pero rápidamente ese dolor se convirtió en total placer. Me agarré a su espalda clavando mis uñas en ella y Austin comenzó a aumentar la velocidad, haciendo que rápidamente los dos llegáramos al orgasmo. Tras unos minutos esperando que nuestra respiración volviese a la normalidad, y después nos vestimos. El silencio reinaba en la cocina, hasta que Austin habló.

-Austin: Dios, ha sido… fantástico.

+Carlota: Ya te digo, ha sido…genial. Te quiero mucho.

-Austin: Yo a ti también enana. –Dejó un beso en mi frente

Luego estuvimos comiendo y viendo películas en el sofá, disfrutando toda la tarde de nuestro amor, había unos días que nos conocíamos, pero el amor era así, ¿no? Y quizás el nuestro fuese para siempre… 

El tiempo dirá {Louis Tomlinson y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora