la fiesta

913 50 6
                                    

-¡¡Subaru!! ¡¡¡NO!!!. Subaru perdio la pelea siendo atravesado por la espada contraria. Se mantuvo de pie unos segundos mirandome a los ojos, me lleve las manos a la boca y lo mire con mis ojos aguados.

Al momento en que callo al suelo, corrí hacia el desesperada, lo dí vuelta, para mirarlo.-Subaru, Subaru por favor...resiste, por favor resiste.

-Mira lo que has causado. Esa vos, me era familiar, sabía que la había oido en alguna parte, ¿pero donde?.-Gracias a ti, el esta muerto, pero ahora ya no sufras, por que tu te quedaras conmigo. Esa persona que mato a Subaru se fue acercando a mi, mientras yo retrocedía, pare al sentir que ya no me quedaba camino por pisar, mire hacia a bajo ¡Oh dios esta alto!, Volví a mirar a aquella persona y esta me tomo del mentor y me hizo la cara a un lado.-Con esto, jamas olvidaras tu lugar. Fue acercando sus colmillos a mi cuello.

-No, por favor. ¡¡¡¡¡NO!!!!!. Todo se volvio negro.

-¡¡No!!. Desperte con la respiración agitada y toda sudorosa. Había sido un sueño. Suspire de alivio.

-¡Happy birthday bich-chan!. Una vos divertida me hizo sobresaltar.

-¿¡R-raito-kun, que haces aquí!?

-Solo vine a darle mi regalo de cumplaños a mi bich-chan. Dijo gateando hasta mi.

-N-no, no es necesario. Me estaba poniendo nerviosa tanta cercania.

-¿Eh? ¿Por que no?. Me haras sentir mal si no aceptas mi regalo. Dijo parandoce de rodillas en la cama, extendiendome un conjunto de lencería rosa palido con encaje negro.

 Dijo parandoce de rodillas en la cama, extendiendome un conjunto de lencería rosa palido con encaje negro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¿E-ese es mi regalo?. Era lindo, pero es muy incomodo que el me lo regalara.

-¿No es obvio?, por supuesto que lo es, ¿Que, acaso no te gusta?. Dijo mirandome dudoso.

-No es así, es muy lindo Raito-kun, gracias.

-Me alegra. Dicho esto, otra ves volvio a gatear hacia a mi.

-¿Q-que estas haciendo?. Ya me estaba asustando bastante.

-Te ayudare a probartelo, ¿puedo, cierto?. Dijo con la tipica sonrisa pervertida de siempre.

-No, no puedes hacer... Me interrumpio el sonido de la puerta abrirse. Miramos hacia la persona que abrió la puerta, era justo la persona que no esperaba ver a estas alturas, ya que solo siempre que lo veía, solo era para traerme mi uniforme de la escuela.

-No, no puedes hacer eso, no es educado tratar así a una mujer casada. Hablo Reiji, mirandonos fijamente-Así que Raito, retirate en seguida.

-Dee aacuerdo, te veo abajo bich-chan. Dicho esto, se levanto de la cama y se fue.

Lo mire irse hasta que atraveso la puerta y desaparecio de la habitación. Volví a mirar a Reiji y este me miro serio por unos segundos hasta que me hablo.-Sera mejor que seas precabida, con este tipo de cosas. Por su forma de decirlo parecia un regaño. Baje la cabeza por la verguenza.

Cambié de opiniónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora