One Shoots.

Hayes Grier: Aunque pase el tiempo mis sentimientos van a ser los mismos.

Estaba acostada con una fotografía en mis manos, una fotografía de Hayes y mía, estábamos pequeños, él siempre fue más alto que yo, en la foto el sale abrazándome por el cuello mientras yo solo sonrió. Vivimos alado, ventana con ventana, pero a pesar de eso no hablamos después un buen tiempo.
-¡Hija la familia Grier nos invitó a cenar, arréglate!-Grita mi mamá desde abajo.
Sin muchas ganas me levanto de mi cama y volteó hacia la ventana de Hayes, están acostado con su celular en su oreja me imagino que está hablando con alguien. Me meto al baño y tomo una ducha larga, me pongo unos jeans negros con un suéter blanco y una chaqueta verde militar junto con una botas cafés, el frío en Carolina del Norte es demasiado fuerte por listas fechas, cuando acabó dejo mi cabello tal y como es y me maquillo muy poco. Bajo con mi móvil en la mano y me encuentro con toda mi familia abajo.
-¿Lista?-Pregunta mi madre.
-Si, vamos.
Tomo un gorro negro que estaba ahí y salgo de mi casa cerrando la puerta por detrás.
-Pasa, cariño tu familia ya está adentro.-Dice la señora Grier.
-Claro gracias.-Digo entrando a la casa, cuando estoy apunto de sentarme la señora Grier hablar.
-Puedes subir a la habitación de Hayes.
-Gracias.-Me dirigió a las escaleras pensando si es buena idea ir a la habitación de Hayes, desde mucho tiempo no hablamos ¿por que hoy hablaríamos? Toco la puerta esperando alguna respuesta y lo único que escucho son muchas cosas cayéndose y Hayes maldiciendo, río y cuando abre la puerta me detengo.
-¡Hola ________!-Contesta Hayes acomodándose el cabello.
-¿Que tal Hayes?
-Pasa, pasa.-Empiezo a caminar dentro de la habitación y viendo que algunas cosas han cambiado, tiene muchas fotos con los chicos de Magcon y muchos, muchos, muchos regalos de las fans. Me acerco a un cuadro y veo la misma foto que tengo yo en mi habitación, el la tiene colgada a un lado de su ventana.
-Está muy linda ¿no?-Pregunta por detrás de mi.
-Si, no pensé que todavía la tuvieras.
-Es lo más bonito de mi habitación, bueno ahora que tú estés aquí es lo más bonito de mi habitación.
-Hayes.
-¿Recuerdas lo que te dije hace dos años?-Asiento para que él siga hablando.-Aunque pase el tiempo mis sentimientos van a ser los mismos.-Y cuando dice eso mi corazón empieza a subir su ritmo cardiaco.-Todavía estoy enamorado de ti, siempre pienso en ti, en tu risa, en un cabello cuando se mueve o cuando arrugas tu nariz, cuando hablas y mueves demasiados las manos, cuando bailas y cantas, cuando estas concentrada leyendo y arrugas tu frente.-Y en ese momento toca con su pulgar mi frente baja su mano a mis mejillas y las toma.-Cuando estás nerviosa y muerdes tu labio, Dios, cuando haces eso me da ganas de besarte.-Sin darme cuenta lo estoy haciendo, y lo sigo haciendo.-Te lo dije.
-¿Que cosa?-Pregunto dejando de morder mi labio para ver sus ojos tan azules.
-Esto.-Dice para acercarse y romper el espacio que quedaba entre nosotros dos con un beso lleno de sentimientos, sentimientos que ambos teníamos.
-Te quiero.-Dice para juntar mientras frentes y dejar un pequeño beso en mi nariz.