Capítulo 34

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—¿Cómo te fue en el trabajo? —Me preguntó Ringo mientras caminaba a mi lado rumbo a la fiesta. Yo sonreí y lo abracé por los hombros.

—Bastante bien. Estoy tratando de dar lo mejor de mí antes de renunciar.

—Lamentamos que quieras dejar de tocar en el restaurante. Te veías bastante a gusto ahí —Me dijo George, quien iba unos cuantos pasos más atrás. No quería ir a la fiesta, pero yo lo había sacado prácticamente a rastras de su casa. Por suerte era el día de descanso de ambos.

—Lo sé, también lo lamento —Dije, metiendo las manos a los bolsillos de mi pantalón de cuero y mirando las grietas de la acera —A quien voy a extrañar más va a ser a John.

George gruñó como respuesta y Ringo me dio un apretón cariñoso en el hombro. Agradecía tener la compañía de mis dos personas favoritas en ese momento.

—Creo que ya llegamos —Comenté cuando vi una casa que parecía que iba a reventar. Había mucha gente en el jardín y ni que decir del interior —Santa madre.

—Yo opino que mejor nos vayamos.

—No seas aguafiestas, George —Lo reprendió Ringo —No creo que sea tan malo entrar.

—Vamos —Dije decidido mientras caminaba al lado de mis dos mejores amigos.

Cuando llegamos a la entrada de la casa, tuvimos que empujar a varias personas para poder abrirnos paso. Algunos nos insultaban y otros nos saludaban claramente borrachos, pero nos dio igual. Yo estaba más ocupado buscando a John.

—¡Hey! ¡Paul!

Me giré como pude para ver quién me había gritado y sonreí al ver que se trataba de John.

—¡Amor! —Grité sin pensar y me lancé a sus brazos.

—¡Me dijiste amor! ¡Que gran logro! —John me abrazó emocionado mientras que yo me sonrojé —No te avergüences, me encanta que me digas así.

Iba a besar a John en modo de saludo pero George nos interrumpió.

—Seguimos aquí, eh.

—Oh —Me separé de John —Lo siento.

—Hola, John —Ringo apretó la mano de mi chico para saludarlo —Que gusto verte.

—Lo mismo digo —Le respondió John para después mirar a mi otro amigo —George...

—John...

—Hey, ¿qué tal si vamos por unos tragos? —Pregunté para aligerar el ambiente. John asintió animado y me tomó de la mano, arrastrándome entre la aglomeración de chicos y chicas que bailaban con ganas. Pronto se detuvo en medio de lo que parecía ser la "pista de baile" —¿Qué hacemos aquí, Johnny?

—¿Tú qué crees, genio? ¡Vamos a bailar!

Lo miré divertido y él comenzó a moverse, por lo que lo imité con ganas. Debía admitir que John bailaba horrible, pero no me importaba hacer el ridículo con él. Entre pista y pista, habíamos conseguido unas par de cervezas para refrescarnos. John se veía colorado de rostro y eso me daba mucha risa.

Cuando nos cansamos de bailar, nos alejamos de la pista. Por suerte encontramos una esquina vacía, así que no desperdiciamos la oportunidad y John me estampó ahí contra la pared.

—Estás hecho un tomate —Dije divertido. John comenzó a darme besos por todo el rostro y yo estallé en risas —¡John! ¡Detente!

—No puedo evitarlo —Me respondió, robándome un beso bastante apasionado —Te juro que te tomaría aquí en frente de todos.

—No te atreverías —Sonreí socarronamente, tomando su mentón para besarlo.

—¿Me estás retando?

—Tal vez.

—No debiste hacerlo —Me dijo al tiempo que me tomaba de las caderas y estampaba mi entrepierna contra su pelvis. Yo solté un grito por la sorpresa.

—John...

—Ya verás lo divertido que se pondrá todo —Me sonrió lascivamente mientras atacaba mis labios.

Nos besamos desesperadamente al ritmo de la música y nos toqueteamos sobre la ropa. Las cosas estaban subiendo de tono cada vez más hasta el punto en que olvidé que estábamos en un lugar público.

—¡Amigos! ¡Quiero su completa atención!

La música dejo de sonar y todos comenzaron a quejarse. John y yo tuvimos que detenernos para ver quien había gritado.

—¡Gracias! —Gritó el mismo muchacho, parado a la mitad de las escaleras de la casa. Era Stuart Sutcliffe, el amigo de John —Bien, ahora que tengo la atención de todos, quiero decirles que esta fiesta está marchando muy bien. Todos sabemos el motivo por el que estamos aquí, ¿no es así? —La mayoría grito un "¡Sí!" bastante enérgico —¡Todo por nuestro gran amigo John Lennon! ¡Ven aquí, Johnny!

La gente aplaudió emocionada y John me miró sin saber muy bien que hacer.

—Anda, ve —Le dije dándole palmaditas en la espalda. John corrió hacia donde estaba Stuart y se colocó a su lado.

—Gracias, Stu —Dijo John, mirando a su amigo. Quise cambiarme de lugar para ver mejor lo que pasaba pero era tanta la gente que no me dejaban mover.

—John, todos estamos contentos de que al fin estés logrando lo que siempre soñaste, aunque no te mentiremos diciéndote que no te extrañaremos —Los invitados emitieron un "Awww" conmovidos. Yo sonreí de lado —¡Te deseamos las mejores de las suertes!

—Gracias... me harán llorar —Dijo John limpiándose una lágrima falsa del rostro, haciendo reír a todos —No, ya en serio, les agradezco el festejo que han hecho por mí. Son los mejores.

—Lo sabemos, John  —Stuart colocó una mano en su hombro —También quiero decirles que éste hombre que tengo a mi lado no sólo es un buen amigo para mí... él, en pocas palabras, es mi hermano —Vaya que el chico era muy hablador. La gente se burló y pidió que siguiera la música —¡Ya! Una última cosa. Quiero decirles que no vayan a extrañarme.

—¡¿Por qué habríamos de hacerlo, Stu?! —Gritó un chico que estaba sentando en el sofá.

—Porque... ¡Me voy a Hamburgo también! —Stuart sonrió emocionado —¡A John le permitieron llevar a un acompañante y me escogió a mi! ¡La disquera pagará todo el viaje!

Todos vitorearon a Sutcliffe e incluso cantaron de alegría, mientras que yo sentía como si un balde de agua fría me cayera encima.

John lo había escogido a él... antes que a mí.

—¡Stuart! —Escuché que le dijo John  con pánico —¡Era un secreto!

—No pude resistirme... ¡Estoy muy emocionado!

Ya no pude escuchar más porque salí hecho una furia de la casa. Caminé unas cuantas calles para que nadie me encontrara y pronto divisé un parque totalmente vacío. No me importó que ya pasaran de la 1 am, yo me senté en una banca que estaba entre unos árboles y comencé a llorar.

Me sentía un estúpido.

Come play with me [McLennon] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora