8- Conociendo lo positivo

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Habían pasado casi dos semanas desde que el chico me presentó a Emanuel y a Edilson, sin darme cuenta o tal vez involuntariamente siempre a la hora del almuerzo tenía esa extraña sensación de querer verlos.

Un día recuerdo que hablaba con mi mamá porque estaba mi trámite de cambio de escuela, no quería estar más en ese pueblo, no aguantaba el hecho de no tener a mi hermano y mi mamá a mi lado, pero... Algo cambió todo y tuve que tomar otra difícil decisión, irme y olvidar todo lo que pasé aquí o... Arriesgarme y quedarme para conocer más, ese día tomé la decisión de cancelar mi trámite, porque pensaba que era lo mejor y que ellos valían todo, valían la pena de quedarse 2 años y medio más. Mi mamá no contradijo mi decisión solo susurró:

-Espero que no te arrepientas de lo que estás haciendo-.

-Estaré bien mamá, estaré con ellos- contesté muy alegre.

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Recuerdo que un día salí de clase, iba con Luis platicando de tonterías, al salir noté que el chico, Emanuel y Edilson estaban ahí ¿Por qué? Tal vez era obra del destino o algo así, no lo sé.

La verdad en este tiempo las cosas cambiaron mucho en cuanto a mi relación con las personas de la escuela, sonreía más y cada vez me interesaba más en conocer a las personas, ¿Por qué no pasó esto antes? Porque por fin comenzaba a sentirme a gusto, era bonito y estaba bien.

Recuerdo que hubo un día donde Emanuel estaba platicando con el chico y dijo su nombre, solo escuché detenidamente y dentro de mi ser me reía de que por fin después de un buen tiempo supe su nombre; Johan.

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Al finalizar el semestre el cual se pasó muy muy rápido (El tiempo pasa rápido cuando uno la pasa bien) teniamos que ir, para arreglar un par de asuntos con calificaciones y todo ese rollo ese día me perdí (Sabía dónde estaba pero no sabía como llegar a la escuela) entonces recordé que Johan y Emanuel vivian ahí, entonces le llamé a Emanuel y no me contestó, le llamé a Johan y el contestó. Me dijo que pasaría por mí y así fué. En cuanto llegó caminamos hacia la parada para tomar el camión.

¡Demonios! Era tan guapo, la forma tan extraña de sus labios, sus brillantes ojos oscuros y su cabello con el reflejo del sol, había pasado poco más de medio año de que lo conocía y no me cansaba de verlo, (No me gustaba) solo me gustaba verlo, como las estrellas del cielo y el atardecer en la playa, sabía que era malo, mis amigas decían que jamás se imaginan ni en un mundo paralelo de nosotros juntos y estaba bien, porque yo tampoco lo hacía, sabía como era él con las chicas, además, tenía novio y era feliz a su lado.

Espera... ¿Qué estoy diciendo?  Me salí completamente del contexto de lo que estaba hablando.

Caminamos un poco hasta que vimos que el camión se acercaba a nosotros, al subir me llevé una sorpresa, ahí estaba Emanuel. Ese fue el último día que pude estar con ellos antes de laslargas vacaciones que se aproximaban, estaba bien muy bien la idea de regresar a mi hogar, pero el sueño de querer estar con ellos más tiempo era inevitable.

Después de un día de muchas risas, llegó la hora de despedirse, abracé a cada uno y les dije que se cuidaran y que les fuera muy bien. Me dolía despedirme, siempre fue así.

Al llegar a casa de mis abuelos, me sorprendió la rapidez con la que empaqué y la cantidad de cosas que llevaba, una maleta de llantas en la mano y una mochila colgado de mis hombros con un suspiro de alvio salí y pensé "Faltan dos increíbles años más aquí".

(ENTRÉGATE AL AMOR Y SUÉLTATE A LA VIDA)

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