Después de la cena subí corriendo a mi cuarto y me encerré allí, mis ojos me ardían, la cabeza me pesaba; qué pensaba mi padre cuando me dijo esto tan a la ligera, es como si me hubiese dicho "Eli, vos que ya tienes tu vida toda hecha, y crees saber quien eres; bueno te cuento que en realidad sos una mezcla mutante entre un humano y una criatura mágica que a un loco escritor se le dio por denominar frogloog. Ah, y como si fuese poco, tu mamá y yo te tuvimos solo porque era la única forma de estar juntos, ya que ninguno de los dos puede controlar sus sentimientos".
Este hecho de que existan seres mágicos como los frogloogs y que yo sea parte de eso me tendría que parecer una mala pasada, pero no es así. Toda mi vida sospeche de que tenía algo mágico y especia en mi ser, solo que pensé que era otra cosa, no sé mi alma, mi aura. Pero no, yo soy un intento de probar cuanto más se podía alargar una relación amorosa que ya tenía fecha de caducidad hacia tiempo.
Me acosté en la cama, y apreté bien los ojos para poder dormir y hacer de cuanta de que no existió toda esa charla, que yo sigo siendo Elizabeth Peperman, la misma chica común y corriente que fui toda mi vida. Pero muy dentro de mí sabía que eso no era cierto, que mi vida nunca va a volver a ser normal, y peor, que nunca fue normal.
Me desperté con el ruido del despertador que está en la mesita de luz al lado de mi cama. No tenía ganas de levantarme, pero aun así debía ir al colegio para que nadie sospechase nada y tengan que venir a visitarme para ver cómo estaba y me vea en éste estado deplorable.
Me arrastre hacia el baño y me vi en el espejo, tenía la cara hinchada de tanto llorar, los ojos tan rojos que resaltaban el verde del iris. Me lave la cara con agua bien fría para que se deshinche, y me puse una remera blanca y unos jeans negros, baje al comedor y vi a mi padre sentado en la mesa, me miraba con preocupación. Me saluda:
- Hola Eli, ¿dormiste bien?-al no ver respuesta de mi parte, dice- si quieres te puedes quedar en casa hoy y no ir a la escuela.
Lo quería matar, como pensaba que podía arreglar todo con un día sin colegio. Mientras caminaba al Coletone school, ya que solo me queda a cuatro cuadras, intento no pensar en nada, en dejar la cabeza en blanco y llenarla cuando llegue a la división con un montón de tonterías.
Cuando abro la puerta del aula veo a Lila en un banco y voy a sentarme con ella, me saluda felizmente, e intento que mi estado de ánimo no llame su atención. Muy tarde, tenía una carita de muñequita preocupada, mirándome fijamente con sus profundos ojos negros, y me dice:
- Eli, ¿Qué te pasa hoy? Estas muy cayada y con la mirada perdida.
En ese preciso momento entra Mica que nos mira con curiosidad y preocupación.
- Hola chicas, ¿quien murió?- pregunta intentando romper con el clima.
- No me pasa nada chicas, estoy bien- digo con mi mejor intento de cara feliz que podía hacer en ese momento. Al no ver tranquilidad en sus rostros explico- ayer mi padre me comenzó a contar cosas sobre mi mamá.
- Pero eso es genial- indica Lila- es lo que estuviste esperando toda tu vida.
- ¿Qué te dijo sobre ella que te inquieta?- dice Mica con una súper sonrisa blanca que brilla en su cara.
- No sé, todavía no lo procese, fue recién ayer, quizás mañana logre entender algo yo, como para poder decírselos.- me quedo impresionada por la buena respuesta que di, eso es, debe ser todo un mal entendido, o un sueño, tal vez fue un sueño.
Mientras me intentaba convencer a mi misma de que todo lo que paso ayer fue un sueño, o un mal entendido, veo en el pasillo a Mili hablando con un chico, seguro que es el del cine, pensé. Me los quedo mirando un rato largo y veo que Mili me señala a mí con una sonrisa y que el chico asiente. Al ver que los estaba mirando me saludan y ella me hace señas diciéndome que después hablábamos.
En el primer módulo tuvimos física para lo cual soy increíblemente buena.
En el recreo, salgo como un rayo a la clase de música que Mili estaba tomando, al verme me hace entrar al salón, y casi a gritos me dice:
-No vas a creer lo que pasó- estaba que estallaba de alegría
- No, ¿qué pasó?- no estaba del todo segura que era lo que me iba a decir, pero suponía que tenía que ver con el chico del pasillo.
-Bueno, ¿viste el chico del pasillo de hoy a la mañana, con el que te saludé?- asiento, como olvidarlo fue hace menos de dos horas- ok, el es tu nuevo vecino, estaba preguntando por vos a las personas que pasaban por el corredor entonces, como buena amiga tuya, le pregunte porque te buscaba, y entonces me contó que lo habías invitado a él y su familia a cenar a tu casa esta noche.
Oh no!! Con todo esto de que mi mamá es un frogloog o más bien con mi sueño de eso; me olvide por completo de que hoy iba a cenar con los nuevos vecinos. Mierda que tonta que soy.
-Qué bueno que invitaste al chico nuevo- comenta Mili, sin saber el lio que tenía en ese momento en la cabeza por haberlo hecho- es uno de los chicos, para no decir el más lindo, que vi en mi vida. Tienes mucha suerte de que sea tu vecino, lo vas a ver todo el tiempo, y mira que esa es una muy linda vista.
- Ah. Sí, sí muy linda, qué suerte la mía- señalo distraída y con mucha ironía.
Vuelvo a casa del colegio, y mientras camino siento que alguien me sigue, miro para atrás, pero no hay nadie, tan solo una linda mariposa de alas turquesas y lilas posada sobre una rosa blanca en un jardín.
Cuando llego a casa parece que por ella paso un torbellino de limpieza, estaba toda ordenada con los libros y revistas que ayer estaban en los sillones, acomodados en el estante debajo de la mesita ratona, con los sillones bordos predispuestos de una forma muy elegante creando un círculo con el mismo radio de equidistancia con la mesita, el piso de madera relucía y toda la casa olía a limón.
Busco a mi padre y lo encuentro en su estudio, esperaba disculparme con él por mi comportamiento de la mañana, y recordarle que hoy íbamos a tener visitas, aunque algo me decía que él lo tenía más presente que yo.
- Pá, perdón por lo de hoy a la mañana, no fue mi intensión hacerte sentir mal. Yo soy la que estuvo insistiendo con saber sobre mamá, y al parecer no estaba lista- le digo mirando al suelo, no soportaría decírselo de cara, me sentía avergonzada, una vez que consigo la respuesta, no la quiero oír.
- No, perdóname a mí, sabía que esto te iba a causar mucha confusión y no te prepare para eso- se acercó a abrazarme, olía a limpio y crema de afeitar, lucía bien con su camisa rallada azul y blanca y sus pantalones negros. Me besa en la frente y dice- ay mi niña, estas creciendo y ya sabes quién eres completamente.
Nunca lo había pensado, ahora sé quién soy, antes tenía un vacío que había dejado la ausencia de mi madre, pero ahora que sabía quién era, o creía saberlo. Era una mezcla rara entre un humano y un frogloog. Sí, nada con lo que no vivir. Aunque al aceptar esa definición como mía, estaba poniendo en manifiesto que mi otra idea, de que todo había sueño estaba descartada. Aunque había un par de cosas que no me quedaban claras del todo. Como por ejemplo, si soy un frogloog donde están mis poderes, o más bien cuales son dichos poderes; no tengo mucha información sobre los frogloogs, solo poseo la que dicen los libros y la de las historias de mi padre. Entonces me atrevo a decir:
- ¿Y cuales son exactamente mis poderes?
- En la cena te vas a enterar- dice con una sonrisa, todavía abrazándome.
- Pero hoy tenemos una cena con los nuevos vecinos, pensé que te acordabas y por eso limpiaste la casa- le suelto rápidamente el comentario.
- Lo sé, por eso mismo te digo que en la cena cesaran tus preguntas.
- ¿Qué?- dejo de abrazarlo, me aparto y lo miro indignada- ¿qué tiene que ver los vecinos con los frogloogs?
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Frogloogs
Novela JuvenilElizabeth es una chica normal de 16 años, va al colegio y tiene amigas a las que quiere mucho. Vive sola con su padre. No sabe nada de su madre que desapareció cuando ella era demasiado pequeña como para recordarla, pero quiere saber cosas de ella...