Epílogo.

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— ¡Sans, huesos flojos! ¡Levántate! — Toca la puerta de la habitación de su hermano. — Tenemos que recalibrar los puzzles. — Continúa tocando la puerta. — No me hagas entrar a tu habitación otra vez.

Desesperado porque Sans no se levantaba de la cama ni mucho menos respondía a su llamado, abrió la puerta sin un permiso previo. Al entrar, como siempre, encuentra la habitación de su hermano en desorden, no importaba cuantas veces llegase a limpiar su habitación, al día siguiente, volvía a su desorden original. Atravesando por todo aquel desorden, llega en donde está durmiendo Sans.

— ¡Sans! ¡Despierta! — Comienza a zarandearlo con una de sus manos. — Ya sé que estás despierto.

— Cinco horas más, por favor bro. — Balbucea el mayor de los hermanos esqueletos.

— ¡¿Qué?! — Alza aún más la voz. — ¡Ni un minuto más! — Sigue zarandeando a su hermano. — ¡Sans!

— Esta bien, ya voy a levantarme. — Empieza a levantarse de la cama con mucha lentitud. — Cada vez te veo más animado, ¿ha sucedido algo que no me has contado?

— Y-Yo... — Finge acomodar su bufanda. — Nada importante, hago siempre lo mismo.

— ¿En serio? — Toma su chaqueta. — Has llegado tarde a casa últimamente, ¿Undyne te ha exigido que entrenes más para entrar a la guardia real? — Mira a Papyrus. — Se que el gran Papyrus tiene una buena condición, pero no debes esforzarte demasiado para entrar a la guardia real, recuerda que entrarás cuando estés totalmente listo, no debes apresurar el proceso, todo llega a su tiempo.

— ¡Undyne no me pide que entrene más de la cuenta! Yo he estado entrenando por mi propia cuenta después de su entrenamiento, he mejorado mis ataques, y si sigo así, tal vez sea parte de la guardia real, ¿no sería genial eso, Sans? — Un "brillo" aparece en sus cuencas.

— Yep, eso sería genial. — Termina de vestirse. — Además de ser el mejor hermano de todo el subsuelo, serás el mejor guardia real, te lo aseguro. — Guiña una de sus cuencas.

— ¡Nye heh heh! ¡Claro que seré el mejor! — Levanto con algo de esfuerzo a Sans. — Gracias hermano, por tu apoyo. — Sonríe.

— Heh... — Fija su vista hacia otra parte. — De nada, bro.

— Sans, ¿has comido más de la cuenta? Te siento más pesado.

— Soy de huesos grandes, bro.

— Agh. — Lo deja en el suelo. — No perdamos más el tiempo, tenemos que ir a nuestros puestos de vigilancia, quiero ser el primero en encontrarme a un humano.

— Hablando de eso, quiero pedirte algo.

— ¿Pedirme algo? — Mira confundido a Sans.

— Si, no quiero que estés solo con un humano, no todos son tan geniales como tú, así que si ves a un humano, llámame enseguida, ¿está claro?

— ¡No necesito que me cuides! Se defenderme solo, ya no soy un niño. — Empieza a reprocharle.

— Ahora ya no es una petición, es una orden. — Suspira. — Lo hago por tu bien, Papyrus. Los humanos no son fáciles de retener o hacerles cambiar de opinión. No quiero perderte otra vez.

— Yo tampoco quiero perderte, Sans.

— Heh, eso sonó algo raro bro, como si ya me hubieras perdido en alguna ocasión.

【In your heart, you have only LOVE〗-Undertale- (Finalizada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora