Benedict sería el tipo que te consentiría en tú embarazo.
“–Cariño. -le hablaste a través del teléfono-
–¿si?
–Ves a comprarme un pastel de chocolate...
–Pero nena, estoy en las grabaciones, y empezamos en 5 minutos.
–¿Ya no me quieeres?
–Sí, pero...
–¿Pero qué? ¡ya no me quieres! ¡tengo a tú bebé!
–Vale, vale. Ya voy.
–Bien.
–Ah, pero cariño.
–¿Si?
–Te quiero. -sonreíste por lo adorable que era tu Ben-”