Único capitulo

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Soy Louis Rollins, tengo 28 años y vivo en Lousiana. Nunca he sabido quien soy en esta vida, pero soy enormemente raro en todo sentido y también en ese sentido...si, soy Gay pero solo hasta hace poco recién lo he aceptado.

No entiendo realmente como comenzó, si nací así o que fue lo que influyó, pero lo que si sé es que gracias a eso odie los ultimos años en la escuela, todos se burlaban de mi, todos me decían "marica", nadie queria entrar a las duchas o al baño si estaba yo porque pensaban repulsivamente que yo me enamoraria de ellos o los violaria.

Fue en esa época oscura de mi vida  que lo conocí, era el chico nuevo que había sido transferido desde su escuela en New York, generalmente los chicos nuevos también eran victimas de las burlas, sin embargo con Zeth Derricks no sucedió eso, ni bien llegó a la escuela y se convirtió en la sensación, todos querian ser sus amigos, todas querian estar con él, era muy amigable y jovial además era muy guapo, tenía cabello corto crecido color negro azabache, color de piel latina con unos labios carnosos más el par de ojos color cafe, lo hacia uno de los galanes de toda la secundaria.

Faltaba cuatro meses para finalizar la secundaria, por fin, deseaba con todo mi corazon terminar ese periodo que tanto me afectaba, las burlas eran constantes y cada vez mas intensas, cada vez me afectaban más y más hasta el punto de hacerme llorar.

Esa vez, iba entrando apurado al salon de clases, aun no había llegado la maestra, pero aún  así corrí para no llegar tarde, de casualidad choqué con Tom, uno de mis grandes enemigos, él me empujó haciendome caer frente a todos.

"No me toques asqueroso marica" -dijo en medio de las burlas de todo, mientras todos me empezaban a gritar "marica" fui en silencio aguantando las ganas de llorar, me sentía humillado, cuando por fin llegué a mi asiento al final. No pude soportar el llanto, mientros ellos seguían insultandome.

No me había dado cuenta puesto que él jamás se había sentado al final del salón como ese día. Me había acurrucado para que nadie me vea llorar, cuando de pronto alguien me toca del brazo, alzo la cabeza para ver de quien se trata de burlar nuevamente de mi cuando  lo  veo a él, me entregó un papel doblado, al recibirlo dude un poco en abrirlo pues pensé que sería otra burla pues las miradas malvadas de todos seguían sobre mi.

-¿no lo vas a abrir?-preguntó con esa voz gruesa que tenía.

Baje la mirada mientras empezaba a  desdoblar el papel, sentía su mirada sobre mi y eso me ponía nervioso. Yo esperaba un insulto pero en lugar de eso, lo que leí me dejó perplejo.

"¿vas a dejar que eso te doblegue?"

Era todo lo que decía. Tenía razón, tenía mucha razón, así  que me limpie las lagrimas y me erguí en mi asiento dispuesto a no doblegarme. Sonreí en agradecimiento, él sonrió y se paró diriguiendose hacia adelante.

"Ya dejenlo en paz" -fue lo que dijo cuando todos aún se reían.

Ese día las clases siguieron con normalidad pero el detalle que tuvo Zeth conmigo fue el inicio de toda mis historia con él.

Ese día a la hora del refrigerio sentí que tenía que agradecerle de algún modo, entonces me acerque al grupo donde él estaba hablando o contando un chiste puesto que estaban que se reían.

-esto...Zeth...¿puedo hablar contigo?-pregunté, temeroso de lo que pueda responder y en medio del silvido que daban sus amigos.

-claro, ven por aquí- respondió en lugar de negarse, cogiendo su mochila donde llevaba su merienda.

Lo seguí en silencio hacia donde me guiaba, él sonreía al ver mi cara de nerviosismo diciendome que me calmara.

Al final llegamos a una parte que no era muy frecuentado por los alumnos, supongo que le daria cierta verguenza que lo vean conmigo, pero no me importaba era el unico que habia sido amable conmigo hasta ahora.

LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora