Capítulo 3- El mundo del crepúsculo

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En la entrada de la cueva Link encontró un palo... El palo de Talo. Lo cogió y con decisión se adentró a la cueva, dispuesto a salvar a su pequeño amigo.

A cada paso que daba en la cueva, un enemigo aparecía, pero con la espada de madera el muchacho se enfrentó sin miedo a cada uno de ellos, la mayoría eran Babas Deku y Keese, y alguna que otra rata que se alimentaba de unos huesos aparentemente de humanos, los cuales hicieron que a Link le diera algún que otro escalofrío, pero no se amedrentó, siguió adelante.

Al fin salió de la cueva, y con un suspiro de alivio comenzó a buscar por los recovecos del bosque, hasta encontrar una puerta reguardada por dos bokoblin, los cuales con su arma en alto gritaron amenazante, mas ese acto no sirvió de nada, Link los derrotó con un par de estocadas a cada uno, mas con un poco de dificultad, pues era su primera pelea con un enemigo armado que de verdad podría resultar un problema.

Al atravesar la puerta, un grupo de dos bokoblin le esperaba, y más adelante, otro distraído no se dio cuenta ni cuando Link le asestó un golpe en la cabeza con todas sus fuerzas, haciendo que el monstruo se desvaneciera en oscuridad al momento.

Y entonces, una voz chillona sobresaltó al nervioso y preocupado muchacho de pueblo.

–¡Fiuu! ¡Fiuu! ¡Guapetón! ¡Cachas! –Observó a su alrededor, sin encontrar a nadie, y extrañado, prestó atención al loro que había apoyado en una especie de rama, al lado de unos tarros con sustancias rojas y verdes– ¡Anda, aprovecha y cómprate algo!

El loro era el que hablaba, y Link solo se pudo extrañar por sus dudosos halagos y continuó su camino, ignorando al pájaro que le miraba con intenciones de venta.

Al llegar a una especie de puente natural hecha por un tronco caído, Link vislumbró a lo lejos una especie de jaula hecha de madera, en donde parecía haber dos animales custodiados por un par de bokoblin.

Al acercarse se dio cuenta de que uno de esos "animales" era Talo, y se puso en guardia en cuanto los bokoblin alzaron las armas, amenazante.

Al acabar con ellos sin ningún rasguño, pero con problemas pues la espada de madera no era la adecuada, rompió la jaula que mantenía prisionero a Talo y a la mona.

Ambos comenzaron a saltar de alegría, y, mientras que la mona se alejó entre el espeso bosque, Talo y Link se dirigieron a casa, hablando por el camino:

–Con la tontería se hizo ya el atardecer –.Mencionó Link tras pasar la cueva y observar al cielo, mas notó que Talo se había parado y mantenía la cabeza gacha– ¿Talo? ¿Ocurre algo?

–Si no llegas a venir, Link, nos comen a mí y al mono... –Mencionó el niño, como en un acto de disculpa y reproche a sí mismo.

–¿Al mono? Oh, cierto, había uno, era el mono ladrón, ¿no?

–En realidad es un mono muy bueno... Trató de ayudarme y por eso nos pillaron a los dos...

–Al final te cayó bien, ¿eh?

Talo solo asintió con una sonrisa, sin embargo cambió la expresión a preocupación.

–Oye, Link... No le digas nada de esto a mi padre.

–No sé yo, debería saberlo, su hijo estuvo en peligro...

–Lo sé, pero siempre me está diciendo que no venga al bosque porque es muy peligroso... O sea, que no le puedes contar esto –.La cara de Link mostraba no estar muy convencido– ¡Me lo tienes que prometer! ¡De verdad!

–De acuerdo –.El muchacho acabó cediendo ante la cara de arrepentimiento del pequeño, el cual se echó a correr a Ordon.

Y justo entonces, por el otro camino apareció Moy, llamando la atención del castaño:

The Legend Of Zelda: Twilight WorldsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora