–¡Link, levántate! ¡Ya es de día!
Gritó un niño desde la entrada de la casa del árbol.
Link despertó y miró por la ventana a: Talo, Lalo y Bea. Con un poco de pereza Link salió de casa para el encuentro con los chicos y Talo nada más verle le comenta:
–¿Sabes, Link?
–¿Qué pasa ahora?
–¡Venden tirachinas en la tienda! ¡Molan mazo! –Gritaba Talo emocionado.
–Daría lo que fuera por ver su potencia...–Susurró Lalo, a lo que Bea contestó:
–Pues, si tenéis tantas ganas de probar uno, id a comprarlo a la tienda de mi madre.
–¡Es demasiado caro, no nos llega el dinero! ¡Bea, coge uno por un rato! Seguro que nadie se entera. –Reprochó Talo, impaciente por querer tener un tirachinas.
–¡Eso es imposible! –Contestó Bea– Si queréis uno, ahorrad con vuestras pagas.
–Sí, claro, con nuestra paga... –Susurró Lalo– Ojalá fuera yo el hijo del tendero y no del molinero...
–A ver, chicos, parad de pelear. –Intentó Link hacer que parasen de discutir, pero al no hacerle caso, se fue hacia Iván, que estaba junto a Epona.
–¡Link! Hoy es tú día libre, ¿verdad? Entonces también deja descansar a Epona, ella también necesita días libres.
–Vale, Iván, la dejaré descansar, –respondió Link– voy al pueblo, ¿vienes?
–No... Prefiero quedarme aquí.
–De acuerdo, adiós Iván. –Se despiden y Link va camino al pueblo, y al llegar a casa de su amiga Ilia, se encuentra al padre de ella y jefe de la aldea, Bono.
–¡Buenos días, Link! –Saludó– Hoy Braulio está dando de pastar sin que nadie le ayude, ¿verdad?
–Exacto.
–Siempre que está solo, surge algún problema.
De repente se escuchó gritar:
–¡Arreeeeaa! ¡Se ha escapado una cabra! –Giran la cabeza hacia la entrada de la granja– ¡Va de cabeza al pueblo! ¡Que alguien la pareeee!
En esto una cabra va de cabeza hacia el joven, el cual se prepara a que la cabra embista y... Link le coge por los cuernos y tras forcejear la tira al suelo, calmándola. Tras levantarse, Link le da una palmadita en el costado a la cabra que vuelve a la granja.
–Buff... ¡Braulio la ha vuelto a armar! –Se queja el jefe– Últimamente las cabras están más inquietas de lo habitual... ¡Mira que le dije que tuviera cuidado! –Gracias, Link. ¡Has conseguido que no se escape!
–Mejor si voy a echar un vistazo...
–No, Link, no hace falta, que se las arregle por hoy él solito.
–De acuerdo, tú eres el jefe. –Dice el muchacho poniendo sus manos en la nuca, mirando hacia la entrada de la granja sonriendo.
El joven pasó por el pequeño puente que llevaba a la otra parte del pueblo que separa un pequeño riachuelo que acaba convirtiéndose en un hondo lago a un lado del pueblo.
Allí, Juli, la madre de Iván, le dijo a Link:
–¡Buenos días!
–Hola.
–Si buscas a mi esposo, salió muy temprano esta mañana con la espada.
–Vale, gracias por el aviso.
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The Legend Of Zelda: Twilight Worlds
Fiksi PenggemarEra una agradable tarde del gran reino de Hyrule, donde en un pequeño poblado del sur estaba a punto de nacer una leyenda, nadie podía sentir el gran potencial del muchacho, mas eso era normal, ya que hasta que no llegara a una fase más o menos madu...