Capítulo 3: Enamorandose

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—Hola —dice Victoria sonriendo.

—Hola, ¿qué haces aquí? —Pregunta Nick confundido.

—Trabajo por aquí cerca, no tenía más nada que hacer y decidí venir a visitarte —Asomó su cabeza para mirar el laboratorio—, que laboratorio tan bonito —opinó.

—Gracias, vayamos a otro sitio, no me gusta que nadie mire mi proyecto.

—Ok —dice la chica.

Nick sale del laboratorio y cierra la puerta con seguro.

—Vayamos a un restaurante a comer, ¿Te parece? —Propone.

—Ok, ¿Nos vamos en taxi o en bus?

—Tengo auto —le muestra una sonrisa.

Camina hacia su casa, que básicamente estaba al lado del laboratorio y pulsa un botón en su llavero. Se abre la puerta de su garaje, exponiendo así tres autos preciosos en un estado casi perfecto.

Un Aston Martin Rapide S de color blanco, un Ferrari Enzo de color rojo y un Ford Fusion Negro con algunas piezas de cromo; sencillo pero elegante.

Él decide sacar su Ford Fusion.

—Sube —le dice a la chica, abriéndole la puerta.

Ella sube y Nick procede a cerrar la puerta con cautela, luego rodea el auto y se monta en su lugar, lo enciende y lo pone en marcha.

Mientras conduce hay unos dos minutos de silencio.

—Bonito auto, ¿todos los anteriores son tuyos? —Pregunta Victoria para romper el silencio.

—Gracias, si todos son míos —replicó.

—Tengo entendido que el Ferrari Enzo cuesta alrededor de 800 mil dólares ¿Cómo te ganas la vida? ¿Eres millonario o algo así?

—1.3 millones de dólares ese fue su precio y ya te dije que tengo una máquina del tiempo.

Él le explica que consiguió el dinero enviando cartas al pasado con los resultados de la lotería, un día antes para que la hoja no se desintegrara.

—En el momento que dicen el número ganador yo lo anoto en un papel y lo envío un día antes, evito ganar la lotería tan a menudo ya que podría levantar sospechas de que hago trampa o algo así, es mejor evitar que me investiguen. De hecho me hicieron una entrevista para un artículo de un blog que se titulaba "El hombre con más suerte en el mundo"; por eso he decidido no ganar más por ahora, además tengo mucho dinero guardado.

—Ahora te estoy creyendo más.

La verdad es que el no sale del laboratorio, debe de ser cierto lo que dice. Además su laboratorio no produce dinero, solo debe de tener pérdidas monetarias en piezas para la máquina. -Piensa la chica.

—Entonces... ¿ya tienes lista la maquina?

—Creo que sí.

Luego de esto, hubo otros minutos de silencio, ya estaban a punto de llegar cuando Victoria dice:

—No sé porque pero este auto me encanta.

—Si es bastante lindo —le responde—. Que bien, ya llegamos, es aquí.

Bajan del auto y se dirigen al restaurante, al entrar Victoria lo contempla con bastante claridad, se veía bastante lujoso y hermoso, se sentía un ambiente tan tranquilo, incluso tenían blues de fondo, música que a ella le encantaba.

Se sientan en una mesa que estaba situada en uno de los extremos del restaurante y enseguida llega un mesero.

—Buenas tardes, ¿en qué puedo servirle? —Pregunta el mesero.

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