Capítulo 5

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Estaba desesperado, ¿por qué lo había hecho? ¿Por qué golpear a la mujer que amó durante toda su vida hasta dejarla inconsciente? Estaba en la sala de espera del hospital desesperado, le había clavado su navaja en el abdomen sin piedad alguna, vi como por la puerta de cristal de aquel hospital atravesó mi novia junto con mis dos amigas, corrió a abrazarme y era eso lo único que necesitaba en esos momentos, a ellas junto a mí.
Anteriormente había declarado en contra de mi padre para que lo refundieran en la cárcel y que se pudriera ahí, al fin y al cabo nunca lo necesité y menos ahora.
-¿Parientes de Lucille Carter?- Dijo un hombre vestido de azul. –Sí, yo soy su hijo- respondí con miedo por la mirada de aquel hombre. –La operación de la señora se complicó, llegó perdiendo mucha sangre, no pudimos hacer nada para salvarla, lo siento.
5 meses después
(~)
Pensé en ir y llegar de sorpresa a casa de Ethan, después de la muerte de su madre y la sentencia de su padre decidió darme una copia de las llaves de su casa, así que no sería mucho problema. -¿Aló?- Escuché a Emma del otro lado de la línea. –Emma, buenas noches, ¿puedo pedirte un favor?- Pregunté demasiado apenada. –Claro que si- escuche del otro lado de la línea. -¿Podrías pasar por mí para ir a casa de Ethan?- Pregunté dudosa. –Claro, en 20 minutos llego- Me avisó la rubia.
Exactamente 20 minutos después llegó Emma, Nora decidió acompañarme para quedarse en la tarde en casa de Emma ya que era sábado y había estado todo el día anterior haciendo los proyectos finales de la escuela que eran bastante tediosos, me bajé en casa de Ethan y abrí con sigilo, se escuchaba prendida la televisión de arriba, decidí servirle un vaso de jugo de naranja para subírselo, ya con el recipiente de vidrio lleno voltee para dar marcha y choqué contra su grande cuerpo y derramé todo el jugo en mi blusa blanca hasta que llego a mis pantalones. –Amor, discúlpame de verdad, no sabía que traías ese jugo, por un momento supuse que eras un ladrón pero vi a Emma y Nora entrar a la casa y supe que eras tú así que bajé para sorprenderte- Lo dijo preocupado y en un tono burlón mientras pasaba un pedazo de tela seco por mi ropa. -¿Puedo dormir contigo hoy?- Pregunté ignorando en lo absoluto todo lo que me decía. –Claro que si princesa, cuando quieras ya sabes- siguió ocupado en secar cada parte mojada. -No tendrás algo que pueda ponerme para quitarme esta blusa mojada y hecha un desastre? Se me olvidó mi pijama-
(~)
La observé de arriba a abajo, pensé sinceramente que así se veía bastante bien, no le cambiaría absolutamente nada, no sé el por qué verla mojada y manchada de jugo de naranja me excitaba demasiado y más el haber recorrido gran parte de su cuerpo con un trapo seco y sobre su ropa, quisiera que fuera distinto, pero quería dejar de pensar en estupideces antes de cometer alguna.
Busqué por todos mis cajones y mi closet y no encontré nada lo suficientemente chico para cubrirla por completo, únicamente una playera blanca que a mí me quedaba tan solo unos pocos centímetros chica. –Gracias amor- me dijo mirándome fijamente y se metió al baño a cambiarse, como deseaba que lo hiciera ahí frente a mí.
Quería alejar todos los sentimientos que inundaban mi mente, quería simplemente tomarla y llevarla a mi cama y hacerle todo lo que me había imaginado desde hace tiempo, quería pero no podía, estaba casi seguro de que me lo iba a negar, tenía que esperar con paciencia a que ese momento llegara, y esperaría por más que tardara, estaría ahí de pie para hacer de mujer al amor de mi vida, después de tanto sabía que ella era la indicada, pude tener sexo mil veces, pero con ella por fin haría el amor y me iba a disponer a saber lo que era sentir realmente el amor por primera vez con ella, con mi chica.
-Ya está, ¿en qué piensas?- Salió del baño con aquella playera blanca que apenas le tapaba los muslos, se veía jodidamente sensual y lo que más me gustaba era su cabello suelto ligeramente despeinado.

Nothing Like UsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora