One shot #6 (Thanatos)

1.5K 95 21
                                    

Hola! Nuevamente pido disculpas por la demora, pero al fin, después de 466381882747483828374478382 años aquí está tu one shot AndyJohnson12 es un poco corto a comparación con los otros pero espero sea de tu agrado
*********************
Era un día caluroso y demasiado soleado en el santuario de Athena, cualquiera pensaría que era un día perfecto, pero a decir verdad el clima era insoportable, Yazerim rey sentía que el calor le drenaba las energías, y de por sí, todos los habitantes del santuario parecían sentirse así.

La chica se encontraba en el doceavo templo, tirada en el suelo mirando al techo mientras trataba de hacer figuras de hielo que se derretían a los pocos momentos debido al inclemente calor, la joven suspiro, no aguantaba más.

Se levanto y se dirigió a la salida del templo, donde se encontró con su hermano, Afrodita de piscis, sentado en las escaleras, recostado en uno de las columnas de roca que sostenían a casa del zodiaco, tenía los ojos cerrados y sus brazos cruzados en el pecho, Yazerim rey soltó una carcajada, a lo cual el caballero abrió sus ojos para ponerse en alerta

—Athena no te paga para que duermas, flojo –le dijo la peliazul mientras el caballero fruncía el ceño

—ni si quiera me paga –dijo Afrodita por lo bajo —Además, no estaba durmiendo, estaba meditando

—aja, si claro, te creo –dijo la joven mientras se acercaba al caballero para plantar un beso en su mejilla —ahora, me voy, nos vemos luego

—espera, espera, ¿como que te vas? Si solo estuviste acá como un día y medio! –la joven se encogió de hombros antes de responder —no tengo la culpa de que el santuario sea tan extremadamente aburridooooo, además no sé cómo pueden aguantar este clima!

Afrodita suspiro, no tenía con que refutar lo que su hermana le decía —bueno, y a dónde piensas ir esta vez? –la peliazul sonrió pícaramente a lo cual el caballero abrió sus ojos con realización

—no...no no no no ¿otra vez al inframundo? –exclamó el joven mientras movía sus brazos en exasperación

—si hermanito, otra vez al inframundo, allá no son tan aburridos como acá y además el clima es perfecto! Sin tanto calor, ni tanta luz, me encanta!

—¿te encanta? –Afrodita levantó una ceja mientras observaba a su hermana, par luego soltar un suspiro resignado —estas loca y no tienes remedio.

—gracias Afro, yo también te quiero, nos vemos luego –dijo la joven con una sonrisa en sus labios  mientras bajaba las escaleras del santuario, alejándose del templo que custodiaba su hermano

Yazerim rey se encontraba de nuevo en el inframundo, le encantaba estar allí, pasear por los diferentes pasajes e ir a molestar a los espectros de Hades, pero sobretodo le encantaba estar allí por cierto dios de la muerte que rondaba aquellos lugares.

Las visitas de la joven se volvieron tan habituales que ya nadie trataba de impedirle El Paso, se volvió algo cotidiano, y esto complacía gratamente a la chica la cual era dichosa cuando estaba allí.

Esta vez Yazerim se dirigió directamente a los campos elíseos a los cuales solo podían entrar los dioses, sin embargo la chica había logrado escabullirse allí hacia un tiempo y ahora, después de haber encontrado la forma de entrar y salir sin problema, se encontraba paseando por ahí cada vez más seguido.

Además, cabe resaltar que la carismática chica había logrado hacerse del agrado de los dioses gemelos que habitaban aquel lugar, en especial de Thanatos, dios de la muerte. El orgulloso y poderoso dios no sabía cómo había pasado pero en lo que pareció un abrir y cerrar de ojos, el se encontraba cada día anhelando la visita de la joven Lykan que había logrado capturar sus pensamientos.

Algo en ella lo cautivo, no sabía si era su belleza o su personalidad indomable, o tal vez las dos cosas que al juntarse creaban una combinación que al dios le encantaba.

Yazerim se encontraba ahora caminando tranquilamente por los campos elíseos, ya después de tantas visitas, poco o nada le importaba que la vieran, es más, ella quería que cierto dios de la muerte la viera, pero hasta el momento no había logrado encontrarse con el, lastimosamente.

La joven camino un rato más hasta que a lo lejos vio algo, apresuró su paso y llego rápidamente donde se encontraba uno de los dioses gemelos, Hypnos.

—¡rubio teñido! –exclamó la joven mientras se acercaba al dios que bebía tranquilamente una taza de té, Hypnos dirigió su mirada en dirección de la femenina voz; al verle no pudo evitar voltear sus ojos exasperado al escuchar el apodo que le había asignado la joven, aunque no pudo evitar que una sonrisa se asomara en sus labios, a el también le agradaban las visitas de ella.

—ya te he dicho diez mil veces que odio que me llames así –dijo el dios mientras ponía su taza de té a un lado

—y yo te he dicho veinte mil veces que a mi me encanta decirte así, entonces te aguantas –dijo la joven mientras se sentaba junto a Hypnos plantando un dulce beso en su mejilla lo cual hizo que el dios girará nuevamente sus ojos

—¿y que te trae por acá? Ha pasado tanto tiempo desde tu última visita –dijo Hypnos tratando de sonar sarcástico.

—aunque lo niegues sé que te encanta verme

—pues que te dijera...

—ja-ja que gracioso, más bien, cuéntame, ¿donde está tu hermano? –preguntó la joven sin siquiera tratar de ocultar su interés.

—te habías demorado en preguntar

—no es que no me agrade tu compañía pero... –la joven ahora jugaba con un mechón de su largo cabello

—lo se, lo se pero desafortunadamente no tengo idea donde se encuentra, supongo no debe estar muy lejos

La joven no pudo ocultar su decepción ante las palabras del rubio, sin embargo una voz hizo que una amplia sonrisa apareciera en sus labios.

—se me hizo escuchar que alguien me buscaba? –dijo Thanatos mientras se acercaba y tomaba asiento junto a Yazerim.

—tampoco te creas tan importante –dijo la joven cruzándose de brazos divertida

—no me creo, soy importante –exclamó el dios mientras una sonrisa pícara se asomaba en sus labios y sus ojos estaba fijos en la joven que ahora tenía tan cerca.

—y bueno, esa es mi señal para irme –dijo Hypnos mientras soltaba un suspiro antes de ponerse de pie y alejarse del lugar.

—y bueno, ahora si me vas a explicar ¿por qué razón visitaste primero a mi hermano que a mi? –Thanatos hablaba con una confianza desbordante mientras se acercaba peligrosamente a el rostro de la chica.

Pero si el creía que podía intimidarla estaba muy equivocado, una sonrisa pícara se hizo presente en las facciones de Yeazerim.

—¿por qué te preocupa?¿el dios de la muerte está celoso? –dijo la joven sin alejarse un centímetro de Thanatos.

Una pequeña risa salió de los labios del dios.

—jamás querida, -dijo mientras con una mano acariciaba el rostro de la joven —yo no tengo competencia.

Yazerim sonrió

—eres un engreído y no te importa ¿verdad?

—me conoces bien –exclamó el dios mientras sin previo aviso acortó la poca distancia que los separaba uniendo sus labios con los de la chica, a lo cual está, aunque un poco sorprendida, correspondió inmediatamente.

Después de unos segundos la necesidad de respirar hizo que se separaran, sin embargo los brazos del dios rodeaban a la chica posesivamente impidiendo que esta se alejara mucho de el.

—espero que haya quedado claro que eres mia –susurró Thanatos al oído de la joven en un tono tan bajo y lleno de promesas que hizo que le chica se estremeciera.

—yo no soy de nadie –dijo Yazerim en un tono igual de bajo —pero contigo podría hacer una excepción

El dios río nuevamente

—podría decir exactamente lo mismo –dijo antes de atrapar nuevamente los labios de la chica en un fugaz y acalorado beso.

Saint seiya one shots (Pedidos Cerrados Temporalmente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora