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Alice

-¿Cómo se llama esta película?

Era la cuarta vez que lo pregunta en la noche, apuesto a que ni siquiera vio tres segundo seguidos la pantalla. Ni siquiera era una pelicula.

-Game of Thrones, es una serie.- Respondí cansada.

-Oh...- Miró un momento la pantalla para después volver a su celular.

Me paré del sofá y camine hacia la cocina, el nisiquiera lo noto. Una vez all apolle mis manos en el frío mármol y suspire con fuerza soltando todo el aire de mis pulmones.

Sin querer comencé a pensar en la noche que veíamos series con Kristen, cuando no había estado prestando atención por pensar en ella y me insistió para que le cuente en que exactamente, no lo hice y nos terminamos besando justo aquí.

Recuerdo como me cosquilleaban los labios y cada parte de mi cuerpo que ella tocaba.

¿Qué hubiera pasado si no nos deteníamos?

Negué intentando dejar de pensar en ella y volví a la sala rendida con una botella de refresco en mi mano.

Pero no fue tan fácil dejar de pensar en eso, apenas estaba viendo la serie, la cual ya no entendia.

Me acerqué mas a Nick apoyando mi cabeza en su hombro. Lo observe sonreír antes de rodearme con su brazo. Después de un rato en esa posición me enderece un poco y lo bese, no queria llegar a nada más, sólo olvidarme de Kristen.

El me siguió el beso con un poco mas de emoción y llevo sus manos directamente a mi cintura mientras que yo las enredaba en su cuello.

Unos cinco minutos después Nick a estaba subiendo sus manos nada disimulado a mi trasero. Me tense al instante, no me gustaba, pero el no parecio notarlo porque subió sus manos un poco más hasta que pudo meterlas dentro de mi jean, o casi.

Lo empuje separandolo de mi lo antes posible, abrí mis ojos al instante, el me miraba confundido.

-¿Qué pasa?- Pregunto.

No quiero hacer esto, no eres Kristen.

-Mis... mis padres... ya deben estar por llegar.- Dije aun con la respiración entre cortada.

-Mierda...- Murmuró y volvió a su sentarse correctamente.

-Si...- Fingi estar decepcionada pero en realidad estaba aliviada.

-Aunque...- Se acercó un poco a mi sonriendo.

¿Aunque?

-Podríamos continuar esto otro día.- Beso lentamente mi cuello.

-¿Otro día?- Pregunte nerviosa.

-¿Qué tal el próximo sabado?- Dejó otro beso.- Mis padres no están.

-Eh... fabuloso.- Espero que no haya notado las poca alegría con la que dije eso.

En ese momento entraron mis padres y, gracias a Dios, no volvió a besarme.

Cuando se fue y al fin estuve sola en mi habitación me sentí aliviada, luego se me ocurriría una excusa para lo del sábado.

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