Kristen
Como si mi vida no fuera lo suficiente complicada ya los estúpidos profesores se encargaban de que sea miserable con todos esos deberes. No bromeó, apenas veía la luz del dia.
Hoy era una de esas ocasiones en las que podía salir al exterior por un momento.
Iba camino a la casa de Simon para hacer uno de los trecientos trabajos asignados. Teniendo en cuenta que mi antigua compañera de trabajos actualmente me odio ahora me veía obligada a hacer los trabajos con el. No me quejo, era muy inteligente.
Tenía tiempo de sobra y como una señal del destino una pequeña cafetería se cruzó en mi camino, nunca había entrado alli pero necesitaba un poco de café.
Meti las manos en mis bolsillo en busca de dinero mientras decidía que tomar, creo que sólo un capuchino.
Después de comprar el café me senté en una de las mesas, sólo un momento, es que hacía frío afuera.
Mire al rededor, era agradable. El techo era alto, había estanteria con libros, sillones. La gente parecía feliz alli adentro, un hombre con su hija pequeña, un grupo de amigos conversando, Nick besando a una chica que no es Alice, una pareja de ancianos...
Espera, ¿Que?
Entorne mi vista esperando que mis ojos me hayan engañado y casi me caigo de la silla al ver que si era Nick y efectivamente estaba besando a una chica que no era Alice, hubiera reconocido a Alice.
Me paré hecha una furia y comencé a caminar en su dirección. No tenía idea de lo que haría, ¿Golpearlo? ¿Insultarlo? Tal vez ambas. ¿Como podía hacerle eso a Alice? Imbécil.
-Hey.- Un chico alto y rubio se interpuso en mi camino.
Intente ignorarlo y seguir caminando pero el no me dejaba.
-¿Qué quieres?- Casi grite mirandolo enojada.
-Sólo saludar.- Sonrió.- Hola.
-Adios.- Intente apartarlo de nuevo pero no hubo caso.- ¿Y ahora que?- Pregunte furiosa esta vez.
-Tranquila...- Volvió a sonreír.- Es que estabas sola y quería saber si querías compañía.
-¿Que? No, gracias.- Intente escapar como por cuarta vez pero de nuevo no pude, mi paciencia se agotaba.
-¿Y que tal si salimos de aquí?
-No, lo siento.
-¡Vamos! ¿Por que no?- La sonrisa no se iba de su rostro y comenzaba a molestarme.
-¿Puedes sólo moverte de mi camino?- Bufe.
-Sal conmigo.
-No quiero hacerlo.- Respondí de mal humor.
-¿Por que no?
-¡Porque estoy enamorada de una chica y no necesito otro idiota en mi vida!- Grite sin pensarlo muy bien.
El chico abrió mucho los ojos, parecía muy sorprendido, tal vez fui muy dura pero al menos funcionó.
Aproveché su estado de shock para al fin poder pasar a su lado, busque la mesa de Nick desesperadamente pero no estaba en ningún lado, ya se habría ido con su estúpida chica esa, maldito rubio.
Muy bien, ¿Y ahora que hago? ¿Llamar a Simon? No, el iria tras Nick y le partiría la nariz, no me desagradaba la idea pero le traería problemas.
Lo único en lo que podía pensar es en Alice, ni debe tener ni idea, mi corazón se encogió.
Estúpido Nick, tiene a la chica más especial de todo el universo y la desperdicia por una plastica que... ¡Ugh! Ni siquiera es tan linda.
Antes de que mi cerebro pudiera formular una idea mejor me encamine a toda velocidad en direccion a una casa que no había pisado hace semanas.